Si la actuación de Rosalía en México hace cuatro años fue la crónica de un éxito anunciado; la de este año en el AXE Ceremonia ha servido para consolidarse como una de las favoritas del panorama musical del país. El simple sonido de un motor al inicio de su actuación ha bastado para desatar la locura entre el público del Parque Bicentenario, en Ciudad de México. Tras salir del fondo del escenario ataviada con un casco con el logo de su álbum de Motomami y un vestido de cuadros rojos, la artista catalana ha iniciado una serie de meticulosas coreografías, planos en directo —que hacían de la actuación una especie de videoclip— y una cercanía con el público de tú a tú. “No hace tanto que estuve aquí, veo caras conocidas”, ha bromeado.
Los asistentes comenzaron a rodear el escenario principal del evento desde mucho antes de que diera inicio la actuación. Faltaban cinco horas para el inicio, pero Farat, de 27 años, ya había asegurado su sitio en la primera fila. Lleva el pelo decolorado, una camiseta corta con el logo de Motomami –convertido casi en una religión para los seguidores de Rosalía— y una pegatina del logo del álbum en la cara. Farat compró exclusivamente el abono del domingo, aunque el festival comenzó un día antes. “Llegué super temprano. Estoy aquí solo por Rosalía”, contaba expectante.
México ha tenido que compartir este domingo la inicial de su nombre con Motomami. Rosalía ha comenzado el show con Saoko. Tras seguir con otra de sus canciones, una cartulina entre el público le ha llamado la atención: “Motomami, invítanos a tu boda”. “¡Pero cómo os voy a traer a todos!”, ha respondido bromeando. El escrito era una referencia a su compromiso anunciado hace unos días con su pareja, Rauw Alejandro. Juntos lanzaron un album con tres canciones, RR, que les ha devuelto a las listas de los más escuchados en el país. Aunque parte del público esperaba que la cantaran juntos en el parque de Ciudad de México, la artista las ha interpretado en solitario —ya que el puertorriqueño también está de gira—.
Rosalía ha llegado al festival sin pena, pero con gloria. El propio cartel del AXE Ceremonia daba muestra de ello: si en 2019 era el tercer nombre de la lista, este año ha sido el primero. En otro de los cuatro escenarios que se reparten por el lugar, Ivan Vega, de 26 años, descansaba sentado escuchando otra de las actuaciones. En la gorra, la M del logo del album. Es un asiduo entre el público del evento. Ha venido varias veces, y espera con ilusión el inicio de la actuación. “Fui hace unos meses a su concierto [el del pasado 14 de agosto, en el Auditorio Nacional]. Me gusta su último disco porque es muy experimental, y también la producción de sus canciones”, comentaba.
Jimena Gutierrez, 28 años, lleva unas lentes rojas y una camiseta y los pendientes con el logo del álbum. Compró el boleto antes de que se anunciara el cartel completo, y la noticia de que Rosalía participaría en el evento supuso una gran ilusión. La vio en la anterior edición del Festival Ceremonia, y también en el Auditorio Nacional. “Es una diosa, baila… Está cañón, transmite mucha energía”, afirmaba emocionada.
La actuación desplegada durante la gira le ha permitido a la artista experimentar y acercarse más al público. Ha bajado del escenario, cantando con la cámara en la mano, como si se tratara de un video con la cámara frontal del teléfono. Con plena confianza le ha pasado el micrófono a algunas personas del público para que le acompañaran con la letra de La noche de anoche.
El concierto ha dado el giro más experimental al que del cantante estadounidense Travis Scott, el otro artista principal del evento que actuó un día antes en el mismo lugar. Scott consiguió motivar al público para no dejar de saltar: fuerza en los sonidos graves de sus canciones, los constantes fuegos artificiales, llamas y humo saliendo del escenario. Pero el mayor flujo de personas de este domingo ha permitido a llevado a que el público fuera más numeroso. “Esto está llenito, llenito, llenito. Pero más llenito está mi corazón”, ha dicho.
Rosalía ha lanzado al público algunos de sus temas insignia, versiones de clásicos y de otros artistas. Una mezcla heterogénea que le ha llevado a cantar desde el Blinding Lights, de The Weeknd; al Héroe, de Julio Iglesias. Daba lo mismo, en el Parque Bicentenario todos cantaban. Nayeli, de 23, ha dado cuenta de ello. La joven ha cantado cada una de las canciones que salían por el altavoz. Casi sin voz, ha terminado alabando la actuación: “No tengo palabras para describirlo. Fue impresionante. Ha sido diferente al tour, han habido sorpresas”.
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