A cuatro meses de la muerte de Debanhi Escobar, la Fiscalía General atraerá la carpeta de investigación del caso a petición de los padres de la joven de 18 años. El subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, ha informado este jueves de que a Fiscalía de Nuevo León formulará en las próximas horas una imputación penal contra quienes obstruyeron la acción de la justicia al inicio de la investigación y, una vez que concluya este proceso, el Ministerio Público federal atraerá la investigación de la chica, quien desapareció el pasado 9 de abril y cuyo cuerpo sin vida fue encontrado dos semanas después a las afueras de Monterrey.
Luego de tres autopsias y decenas de versiones encontradas, la Fiscalía federl finalmente tomará el caso en sus manos. “El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, ya entró en comunicación con el fiscal general [Alejandro Gertz Manero] para formalizar la solicitud de atracción en virtud de la petición de Debanhi Escobar”, ha informado este jueves el subsecretario de Seguridad en el Palacio Nacional.
La atracción de la carpeta de investigación ocurre a punto de cumplirse el plazo de 15 días que el padre de Debanhi, Mario Escobar, dio a las autoridades para hallar indicios de posibles implicados en la muerte de la joven. El padre de la víctima reprochó esta semana la falta de interés por parte del Ministerio Público estatal para esclarecer el presunto feminicidio de su hija. “El fiscal, hasta ahorita, después de 100 días, después de que les demostramos, accedió a que ahora sí vayamos a investigarlo con carácter de feminicidio”, declaró Escobar este miércoles.
La desaparición de Debanhi tras acudir a una fiesta la madrugada del 9 de abril y el posterior hallazgo de su cuerpo en la cisterna del motel Nueva Castilla, que ya había sido cateado por las autoridades estatales en hasta cuatro ocasiones, evidenció la cadena de irregularidades en la investigación, errores que le costaron el puesto a dos fiscales locales y precipitaron la participación del Gobierno federal ante la escalada de indignación de la sociedad.
Justo hace un mes, las autoridades presentaron los resultados de la tercera autopsia realizada al cadáver de la joven. De acuerdo con este último peritaje, Debanhi Escobar murió de asfixia por sofocación. El informe final refuta la primera causa de muerte: traumatismo craneal profundo y deja aún más interrogantes sobre los últimos momentos de vida de la joven. Ante el laberinto de preguntas sin responder, de callejones sin salidas y la creciente ola de indignación, el Gobierno federal poco a poco ha ido tomando más control en las pesquisas.
Desde mayo pasado, la Secretaría de Seguridad Pública ofreció apoyo científico y de inteligencia para “llegar a la verdad”. En ese entonces, el subsecretario Mejía ya deslizaba la posible obstrucción a la justicia de los responsables del motel Nueva Castilla y la ausencia de vídeos clave que ayudaran a esclarecer lo sucedido esa noche. “No se entregaron oportunamente los vídeos que tenían en su poder. Se señaló que no había almacenaje hasta que los proporcionan después. Por lo cual se perdieron días muy valiosos que hubieran permitido avanzar en las investigaciones”, advirtió el funcionario federal. Casi 90 días más tarde, el Ministerio Público de Nuevo León presentará una denuncia por obstrucción a la justicia, aunque aún no ha dado a conocer contra quién o quiénes.
La muerte de Debanhi se ha convertido en un símbolo de la desaparición y asesinatos de mujeres en México. Su muerte ha llenado de indignación a miles de mujeres mexicanas. Y mientras los padres de la joven siguen esperando que la muerte de su hija sea esclarecida, las cifras del feminicidio en el país siguen en ascenso.
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