Los problemas de Ayuso antes de las elecciones: los madrileños la suspenden en atención sanitaria, la educación y el acceso a la vivienda | Madrid

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.Alejandro Martínez Vélez (Europa Press)

El mensaje de alarma llega el martes 10 de enero a las 16.00 horas. Javier Rodríguez Palacios, alcalde socialista de Alcalá de Henares, reclama una reunión urgente con la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, porque todos los servicios sanitarios de su ciudad están “saturados”. En paralelo, en la capital de España, el hospital de La Paz es escenario de situaciones dantescas. Los pacientes, denuncian los sindicatos, se amontonan en pasillos y aceras. No hay sitio en urgencias para todos. A menos de seis meses de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, los ciudadanos han tomado nota, según el último barómetro del CIS: los encuestados suspenden a la atención sanitaria de la región (4,4 en una valoración de 1 a 10 que deja el aprobado en 5,5); a la educación (5,2); o los servicios sociales (5,2); y ponen la peor nota en todas las categorías cuando se les pregunta por lo fácil que es independizarse y encontrar vivienda (2,8). Lo mismo ocurre con una encuesta encargada por la propia Comunidad y conocida este miércoles: para los ciudadanos, el principal problema de la región es la sanidad. Así, hay odiseas y dramas vitales hechos de lágrimas y sudores que transpiran hasta convertirse en datos alarmantes para el PP, que gobierna la región ininterrumpidamente desde 1995.

“El problema [del PP] es que en la Comunidad no puede hacer mucha incidencia en su balance de gestión, como tampoco en el Ayuntamiento”, analiza el politólogo Pablo Simón, que apuesta porque Ayuso hará una campaña que define como “sanchezcéntrica”. “Hay una percepción de desgaste de los servicios públicos, la oposición va a ir a degüello con ello, y el gobierno incidirá en el argumento de cuánto peor lo haría la izquierda”, sigue. “Aún no sabemos qué marco se va a imponer, si el del voto retrospectivo, que es en función de cómo nos ha ido, o el del voto prospectivo, en función de cómo creemos que nos van a gobernar, pero Madrid vive mucho de cara a la política nacional y demasiado lejos de sus votantes, porque los temas autonómicos pronto quedan secuestrados por los nacionales”, opina. “Eso genera una lógica de contaminación de arenas electorales: Ayuso va a hablar mucho de Cataluña, los separatistas y Sánchez, porque no le interesa mucho hablar de los servicios públicos, y la izquierda va a empujar en sentido contrario”.

Así, el estudio demoscópico del CIS, publicado a finales de diciembre, y el de la Comunidad, conocido este miércoles, ofrecen argumentos a la oposición, entre otras cosas porque el primero recaba los mismos datos de todas las regiones en las que se celebrarán elecciones autonómicas el 28 de mayo (todas salvo Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía y Castilla y León). Y la comparación de los resultados es negativa para los intereses del PP de Díaz Ayuso.

Los ciudadanos de Madrid son los que más insatisfechos se muestran con la oferta sanitaria, educativa y de servicios sociales de su comunidad (en el último caso empatados con Canarias), y solo los residentes de las Islas Baleares le ponen peor nota a las dificultades que tienen para acceder a una vivienda (2,2, por el 2,8 de Madrid).

Un cartel de alquiler de viviendas, a 4 de enero de 2023, en Madrid (España). El precio de la vivienda en la Comunidad de Madrid ha crecido un 5,2% en el cuarto trimestre del año 2022 (septiembre-diciembre).
Un cartel de alquiler de viviendas, a 4 de enero de 2023, en Madrid (España). El precio de la vivienda en la Comunidad de Madrid ha crecido un 5,2% en el cuarto trimestre del año 2022 (septiembre-diciembre).Jesús Hellín (Europa Press)

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Para ejemplo, el de Marina Cabrera, de 24 años y natural de la provincia de Cuenca. Por cuarta vez en los últimos seis años, busca piso en Madrid. Nunca le ha costado tanto como ahora. En noviembre, alertada por otros amigos que acaban de mudarse a la ciudad, empezó a buscar piso sin parar: a través de conocidos, en portales web y agencias. Pero todavía no ha encontrado nada. Su presupuesto son 550 euros con gastos incluidos para una habitación en un piso compartido: “He tenido que subirlo porque no hay otra opción. Es imposible y todo está por las nubes”. Si intenta hacer un recuento de toda la gente con la que ha contactado no le dan los dedos: “Es exagerado. Más de 25 personas seguro”.

De tanto buscar, esto es lo que ha podido sacar en claro: “Las habitaciones suelen ser pequeñas y los gastos no están incluidos. Además, no hay casi pisos de particulares y las condiciones de las agencias son abusivas. Lo más sorprendente es que muchas te piden hasta tres fianzas, los honorarios y el mes en curso”. En su caso, y con su presupuesto, eso supondría desembolsar unos 2.500 o 2.750 euros de golpe euros de golpe. “Es absurdo. Los apartamentos que anuncian, y puedo pagar, o no tienen ventanas o son bajos interiores en pésimas condiciones”, critica Cabrera.

Con todo, el problema de la vivienda no es el más preocupante aún para Díaz Ayuso. Son abrumadora mayoría los que piensan que en el último año su gobierno ha demostrado que sabe poco o nada de los problemas de la región (57,8%), o de resolver problemas problemas (61,8%); que carece de sensibilidad hacia las minorías (64,5%) y que no tiene disposición hacia la negociación (61,5%). En estos dos últimos apartados, el gobierno de Madrid recoge la peor nota de todos los ejecutivos que se enfrentan en mayo a la reelección.

“Eso son datos de credibilidad muy bajos, pero por sí solos, sin saber los de valoración de la oposición, no dicen nada”, advierte Simón. “A nivel nacional, por ejemplo, se puede decir que nadie confía en nadie”, añade. “Pero son malos en comparación con otras Comunidades”, advierte.

No obstante, frente al CIS, la encuesta encargada por la Comunidad muestra a Díaz Ayuso como única líder autonómica a la que aprueban los ciudadanos, y además arrasa en sus preferencias para ocupar la presidencia.

De la misma manera, el coste electoral de que la sanidad se haya convertido en el principal problema de los madrileños está por ver: pese a la masiva manifestación en defensa de la sanidad pública en noviembre, a la polémica por la reapertura de las urgencias extrahospitalarias, o a la huelga de Atención Primaria, los ciudadanos que menos sienten la sanidad como su principal problema son, precisamente, los que votaron a Vox (25% frente al 50% de media) y PP (36%), según la encuesta encargada por la Comunidad. Además, el 42,2% de los encuestados en ese estudio encargado por la Administración autonómica considera “buena” la labor del gobierno regional, entre otras cosas porque el convencimiento es absoluto entre los votantes del partido conservador (72%) y los de la extrema derecha (75%).

Con la izquierda dividida en tres marcas electorales (Más Madrid, PSOE y Podemos) y todas las encuestas coincidiendo en su victoria, Díaz Ayuso afronta las elecciones convencida de que puede luchar por la mayoría absoluta. Al mismo tiempo, será por primera vez responsable del resultado municipal del PP regional: preside la organización desde el pasado mayo. En la nota que obtenga en ambos exámenes habrá un condicionante que puede ser decisivo: cuánto pueden diluir el innegable tirón de Ayuso, y su capacidad para confrontar con Sánchez, la mala opinión que tienen muchos madrileños de cómo viven y de los servicios públicos que tienen.

Con información de Beatriz Olaizola.

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