Terraplanismo, ‘chemtrails’ y negacionistas de la pandemia: unas jornadas de la Universidad de Córdoba dan “voz a los censurados” | Ciencia

El rectorado de la Universidad de Córdoba.
El rectorado de la Universidad de Córdoba.EUROPA PRESS (EUROPA PRESS)

La Universidad de Córdoba inauguró este martes unas jornadas en las que van a participar las personalidades más destacadas del negacionismo científico español y algunos de los más reconocidos defensores de teorías de la conspiración. A estas conferencias y debates, organizadas bajo el lema El pensamiento en estado crítico, acudirán notables impulsores de desinformación sobre la pandemia, como Juan Zaragoza, que ha difundido mentiras como que las vacunas de la covid son tóxicas y “dan cáncer” o que la variante ómicron no existe. Además, acudirán conspiracionistas que publican libros sobre los supuestos planes secretos de Bill Gates para diezmar la humanidad y la presidenta de la Asociación Guardacielos, que defiende la existencia de fumigaciones masivas clandestinas (una conspiración conocida como chemtrails, estelas químicas). También se ha invitado a terraplanistas, a alquimistas y a defensores de otras visiones pseudocientíficas.

La impulsora de estas jornadas es Isabel López, profesora de Ingeniería Industrial en la institución cordobesa, que considera que la prensa silencia estos temas. La profesora quiere “exponer esa visión que no existe en los medios de comunicación, porque ha habido mucha censura”. Con estas jornadas llenas de conspiracionistas asegura que pretende “que se dé la oportunidad de que se expliquen y hablen abiertamente”. Por ejemplo, acudirán dos personas con discurso abiertamente negacionista del cambio climático. Para López, el cambio climático “es un dogma que debería estar a debate”. “Hay que escucharles y debatir con ellos”, insiste. Por eso quiere “darle voz a los censurados”.

La Universidad de Córdoba va a tratar de frenar la iniciativa. La subcomisión de Cultura Científica ha determinado este mediodía que no merece financiación de la Universidad porque “promociona la pseudociencia y ofrece espacio a teorías no demostradas científicamente”. Pero eso no impediría la celebración de estas jornadas. La organización del evento no paga a los ponentes, pero les cubre los gastos de viaje y alojamiento en Córdoba. En caso de no poder hacerlo, López se plantea realizarlo de modo online, pero también contaría con el sello de la Universidad. El Vicerrectorado de Estudiantes y Cultura va a “recomendar” a la profesora López que no siga adelante y se reserva otras posibles acciones. “Si lo cancelan, validaría la teoría de que hay censura”, afirma la profesora.

La ‘verdad’ de la pandemia

Cuando se pregunta si no le preocupa la desinformación que pueda difundir un famoso negacionista de la covid como Juan Zaragoza, la profesora de la Universidad de Córdoba no tiene dudas: “Tiene que haber negación para que avance la ciencia. Yo no tengo miedo”. No obstante, López reconoce que no incluyó en las jornadas ningún tema directamente relacionado con las vacunas para no generar rechazo en la Universidad, aunque le hubiera gustado: “No se puede tocar el tema; he preferido quitar los temas más peliagudos, pero faltan muchas explicaciones que la gente está esperando”. ¿Qué explicaciones? Por ejemplo, “la sobremortalidad que está habiendo desde que se empezó a vacunar”, uno de los discursos engañosos impulsados por los negacionistas, o “por qué no se habla de las miocarditis de los niños vacunados”, otra desinformación. Las vacunas contra el coronavirus salvaron 20 millones de vidas solo en su primer año, según un estudio en The Lancet.

Cartel del cinefórum con los ponentes.
Cartel del cinefórum con los ponentes.

La primera jornada se dedicó a las teorías de Rupert Sheldrake, un discutido biólogo considerado pseudocientífico ya en los años 80. En marzo acudirán Josefina Fraile, presidenta de la Asociación Guardacielos; Pilar Esquinas, una abogada que considera el calentamiento “la mayor estafa de la historia” y a los políticos “títeres de la plandemia”; y Cristina Martín, autora de libros como La verdad de la pandemia o Los amos del mundo están al acecho. En abril, el mencionado Zaragoza; Artur Sala, escritor dedicado a “conocimientos que quedaron fuera del relato académico”; y en mayo Joshua Simón, que vende libros argumentando que la alquimia es la manera de vivir espiritualmente sano. En septiembre volvería Martín Jiménez, y debatirán Carlos Astiz, autor del libro Bill Gates Reset! (que defiende que hay un plan oculto de las élites para reducir la población mundial) y Enrique Pérez, que defiende el terraplanismo y que los medios emiten “contenido para afectar a nuestros procesos cognitivos, y así lograr que pensemos y actuemos como les interesa a las familias más ricas”.

López coordina el Aula Ingenia de la Universidad, una iniciativa de difusión de la cultura científica en la que se desarrolla este evento. Las jornadas se hacen en formato cinefórum, y los ponentes exponen sus teorías pseudocientíficas tras la emisión de una película. La profesora asegura que es necesario dar voz en el ámbito universitario a gente que defiende que la covid no existe o que la Tierra es plana. “Nos preguntamos por qué se está censurando a quien piensa diferente”, repite, y habla de “la cantidad de censura que hay en YouTube y otras redes, por eso se están moviendo en Telegram”. “Nos hemos tenido que hacer Telegram para informarnos”, asegura, en referencia a una aplicación de comunicación, similar a WhatsApp, que permite la creación de grupos de difusión sin cortapisas, muy usados por grupos extremistas y con pensamientos alternativos.

Otra jornada de debate que había organizado versaba sobre terraplanismo, la creencia de que la Tierra no es una esfera, sino una superficie plana. Había invitado a Iru Landucci, “máximo exponente del terraplanismo en castellano”, pero se canceló después de que EL PAÍS declinara su invitación a debatir con él. Es la única charla cancelada por ausencia de “contraparte”, según López, para que no se diga que “la Universidad de Córdoba es terraplanista”. Aunque López asegura que coincide con el terraplanismo “en el cuestionamiento que propone”. En todo caso, acudirá a otra mesa un defensor de esta absurda teoría. El resto de las sesiones se harán sin nadie que discuta esas conspiraciones: “Nos está costando encontrar quien lo haga”, reconoce López.

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