Estados Unidos ha registrado esta madrugada un nuevo tiroteo masivo, aquel con al menos cuatro víctimas sin contar al tirador. Un hombre armado con un fusil de asalto AR-15 ha matado a cinco personas de nacionalidad hondureña en una casa de Cleveland, en el Estado de Texas. Entre las víctimas mortales hay un menor de ocho años, además de tres heridos que han sido hospitalizados y cuyo estado se desconoce. El tirador, conocido en el vecindario por su afición a disparar con el fusil en su jardín, se dio a la fuga y las autoridades locales han ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares a quien ofrezca información sobre su paradero.
Fuentes policiales de la localidad, situada a 75 kilómetros de Houston, declinaron dar detalles de la identidad de las víctimas, sus edades o la posible motivación del suceso, pero sí describieron al atacante, que presuntamente perpetró la matanza en estado de embriaguez, como “un hombre hispano que mide aproximadamente 1,70 y que fue visto por última vez vistiendo vaqueros, con una camisa negra y botas de trabajo, con cabello corto y negro”. Según informó poco después a una televisión local el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, el tirador es de nacionalidad mexicana. Las víctimas recibieron disparos en el cuello y la cabeza, como si se tratara de “una ejecución”, en la definición de Capers.
El ataque se produjo en torno a las 23.30 de este viernes, hora local. Cuatro de las víctimas fueron declaradas muertas en el lugar, mientras que la quinta falleció poco después de ser trasladada al hospital. A diferencia de la mayoría de tiroteos masivos, que se cometen en lugares públicos como centros educativos o supermercados, el ámbito privado del tiroteo de Cleveland arroja una nota distintiva. El arma utilizada sí es por desgracia común en este tipo de matanzas: un fusil de asalto, como los utilizados en combate y cuyo uso la mayoría de los legisladores demócratas, encabezados por el propio presidente Joe Biden, pretenden limitar. No ha habido, sin embargo, posibilidad de acuerdo bipartidista al respecto, pese al avance que supuso, hace un año, el primer y tímido pacto de control de armas suscrito por ambos partidos. Hace ahora un año, Biden pidió al Senado que prohibiera las armas de asalto.
De las declaraciones del sheriff se infiere que el incidente pudo tener su origen en una disputa entre vecinos. Las víctimas habrían reprochado al sospechoso el ruido de sus disparos a medianoche y este, supuestamente borracho, habría irrumpido en la vivienda vecina y vaciado el cargador contra los presentes.
La ONG Gun Violence Archive (GVA, en sus siglas inglesas), que monitorea los incidentes de violencia armada en el país, ha registrado 174 tiroteos masivos en lo que va de año. Tiroteo masivo es aquel con al menos cuatro víctimas, bien sean muertos o heridos, excluido el autor del ataque si este es neutralizado por la policía o se suicida.
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