El Sevilla de José Luis Mendilibar, que en un gran mes de abril había sumado 13 de los últimos 15 puntos, vio cortada su buena racha en manos de un Girona estupendo, que lo superó con justicia gracias a un partido en el que casi todo le salió perfecto tanto en ataque como en defensa. De esta forma, el Girona de jugadores como Riquelme, Andrés Martín, Tsygankov o un enorme Oriol Romeu, llega a los 44 puntos y se coloca a tres de la séptima plaza, que puede ser europea, y cinco de la sexta, propiedad, por ahora, del Betis. El Sevilla tuvo mucha fe y nunca se rindió. La primera derrota de la era de Mendilibar llegó, simplemente, porque el Girona fue mejor. Mención especial para el delantero Taty Castellanos, autor de cuatro goles ante el Madrid y de uno más ante el Sevilla. Son ya 12 los que lleva el argentino propiedad del City.
0
Dmitrovic, Gudelj, Loic Bade, Marcos Acuña, Montiel, Lucas Ocampos, Fernando (Suso, min. 60), Pape Alassane Gueye (Rafa Mir, min. 75), Papu Gómez (Rakitic, min. 60), Bryan Gil Salvatierra (Lamela, min. 81) y En-Nesyri
2
Gazzaniga, Miguel Gutierrez (Valery Fernández, min. 73), Javi Hernández (Callens, min. 63), Santi Bueno, Juanpe, Yan Couto, Rodrigo Riquelme (Ricard Artero, min. 89), Tsygankov (Bernardo, min. 89), Oriol Romeu, Iván Martín y Valentín Castellanos (Reinier Carvalho, min. 72)
Goles 0-1 min. 22: Juanpe. 0-2 min. 55: Valentín Castellanos.
Árbitro Alejandro Muñiz Ruiz
Tarjetas amarillas Gudelj (min. 3), Callens (min. 84) y Marcos Acuña (min. 95)
LaLiga ofrece equipos de autor, con mucha personalidad y muy bien trabajados. Un grupo como el Girona, que se presentó en un festivo Sánchez Pizjuán con una valentía tremenda. Míchel ha construido un buen equipo, que después de meterle cuatro goles al Madrid no tuvo ningún complejo ante este Sevilla de Mendilibar, al alza. El estudio del partido por parte del técnico del Girona fue metódico. Sabedor de la presión alta del Sevilla, el equipo catalán, bien pertrechado con una línea de tres centrales, no dudó en salir con el balón desde atrás con combinaciones excelentes. La pelota se desplazaba con precisión desde atrás y luego, superada la zona de presión local, jugadores como Riquelme se encargaban de cambiar de ritmo y de llegar al área andaluza.
Al Sevilla le faltaba fútbol. El que le dan jugadores como Rakitic o Suso. Incluso Lamela. Mendilibar optó por colocar al Papu de titular. El argentino no jugaba de inicio desde el seis de noviembre, en el derbi de Heliópolis ante el Betis. Lógicamente notó tanta inactividad.
A pesar del buen juego del Girona, el gol llegó en una jugada a balón parado. Un venenoso saque de esquina de Riquelme fue rematado por el central Juanpe, que realizó un magnífico escorzo para sorprender a Dmitrovic en su media salida. Al Sevilla le tocó pelear duro frente a un rival que se metió bien atrás. El gran protagonista de las jugadas en ataque del equipo andaluz fue Bryan Gil.
Un futbolista de desborde, sin duda, pero con un escaso olfato goleador. Por eso su disparo desde dentro del área a pase de Montiel salió demasiado centrado. Gazzaniga metió una buena mano. A continuación, el extremo, que goza de la confianza de Mendilibar, recibió un buen pase de Fernando. Su tiro desde dentro del área fue al lateral de la red. Con En-Nesyri muy bien parado por los centrales del Girona, al Sevilla le faltaba gol y un poco de fútbol por detrás para crear ocasiones.
El fútbol, que, por ejemplo, sale por los poros de un futbolista como Riquelme. Al filo del descanso, el extremo se metió en el área y disparó con enorme peligro. El balón salió rozando la escuadra de Dmitrovic.
El Girona volvió a golpear en un momento clave. Esta vez, el disparo de Riquelme, después de un eléctrico contragolpe, dio en el larguero. Tsygankov, otro buen futbolista, la puso atrás para que Taty Castellanos mantuviera su magnífica racha. Con el 0-2, al equipo andaluz no le faltó actitud y garra en busca del gol. Suso y Rakitic le dieron otro aire y llegaron un par de ocasiones que pudieron comprometer al Girona, como un remate sobre su propia puerta de Romeu que salvó Gazzaniga o un disparo de Suso al larguero. No hubo manera. Se plasmó así la primera victoria del Girona en Nervión. Y muy merecida.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.