Los Casuals, un grupo mafioso nacido entre los aficionados más violentos del FC Barcelona, han reaparecido este martes en los juzgados. Su líder desde los años 90, Ricardo Mateo, y una decena de sus miembros se han presentado a las puertas de la Audiencia de Barcelona para mostrar su apoyo a Daniel B., que está siendo juzgado por dos intentos de homicidio. En julio de 2018, Daniel B. tuvo un conflicto con cinco hermanos y acabó disparando a dos de ellos. La Fiscalía le pide 16 años y medio de cárcel. Miembros de los Casuals han acudido al juicio para amedrentar a los hermanos, a quienes han insultado, escupido e intentado agredir antes de que los Mossos d’Esquadra intervinieran para poner orden.
El incidente ha ocurrido la mañana de este martes a las puertas del Palacio de Justicia, según han confirmado a EL PAÍS fuentes judiciales y policiales. Los Casuals, una banda organizada con un historial de delitos a sus espaldas, han proferido insultos y lanzado escupitajos contra los hermanos. “Se ha producido un rifirrafe entre grupos de partes enfrentadas”, ha indicado una portavoz policial. Agentes de los ARRO, una unidad de orden público de los Mossos, han intervenido para separarles y evitar que el incidente tuviera mayores consecuencias. La policía no ha identificado ni detenido a ninguno de los participantes. Los gritos se han reproducido, según las mismas fuentes, en el interior de la sala de vistas.
Mateo, que hace una década fue condenado a casi 13 años de cárcel en el gran proceso judicial contra los Casuals, ha acudido al acto de presión aunque no ha participado directamente en los incidentes, según las mismas fuentes. El histórico líder de la que es considerada la facción más violenta de los Boixos Nois fue condenado por extorsionar a dueños de discotecas y propinar palizas por encargo.
Durante aquel juicio, Mateo y sus casuals protagonizaron un motín en el mismo escenario, la Audiencia de Barcelona. El 27 de mayo de 2013, en una de las últimas sesiones del juicio, los acusados interrumpieron la vista para protestar por un despliegue de seguridad que consideraban excesivo. Cuando la magistrada ordenó su expulsión, reaccionaron de forma violenta y se revolvieron, aun esposados, contra los agentes que los mantenían bajo custodia. Tras un intercambio de agarrones y forcejeos, algunos acabaron por los suelos. La escena, una de las más graves ocurridas en una sala de vistas, fue grabada por las cámaras de vigilancia y se saldó, seis años después, con penas mínimas.
El incidente de este martes tiene su origen en un enfrentamiento ocurrido en julio de 2018. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, existía “una situación de conflicto” entre Daniel B. y los cinco hermanos. Un día, Daniel B. vio salir a uno de ellos hermanos de una tienda de alimentación, paró la furgoneta que conducía junto a él y le amenazó: “Cuando te coja a ti y a tu hermano os voy a meter en el maletero”. Los hermanos reaccionaron con rapidez. Esa misma tarde, se presentaron a bordo de un Land Rover en el piso del acusado en Barcelona. Pero éste les vio llegar desde el balcón y bajó con un revólver. Disparó con el arma contra dos de ellos, que resultaron heridos. Los hermanos le golpearon, pero Daniel B. logró huir.
La Fiscalía acusa a Daniel B., que mantiene buenas relaciones con los Casuals, de dos intentos de homicidio, un delito de amenazas y tenencia ilícita de armas. Y solicita para él una condena total de 16 años y medio de cárcel.
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