La Fiscalía de Nuevo León, que había prometido el viernes ante los padres de Debanhi Escobar y los representantes del Gobierno federal presentar avances semanales sobre la investigación de la joven hallada muerta a las afueras de Monterrey, ha eludido este jueves informar sobre nuevos detalles del posible crimen. El subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía, ha repetido en la rueda de prensa mañanera del presidente que será un equipo forense de la Ciudad de México quien establezca un dictamen de autopsia definitivo sobre los dos anteriores. Este diario reveló la información del segundo, solicitado por la familia, que señalaba que Escobar, de 18 años, fue asesinada y sufrió abuso sexual. Ninguna autoridad, ni federal ni estatal, ha arrojado más luz sobre lo que sucedió la madrugada del pasado 9 de abril.
El caso Debanhi se ha convertido en un símbolo del terror de las desapariciones y asesinatos de mujeres en México, pues estuvo 13 días en paradero desconocido hasta que las autoridades hallaron su cuerpo en el motel Nueva Castilla, el último punto donde se le vio con vida y un recinto que habían registrado cuatro veces sin encontrarla. La cadena de irregularidades cometidas por la Fiscalía estatal provocó una ola de indignación que escaló al debate nacional y fueron destituidos dos fiscales. Desde el viernes y ante la presión pública sobre el caso, las autoridades federales asumieron parte de la investigación y ofrecieron apoyo científico, forense, de inteligencia y seguridad, ante los escasos avances. A 40 días de lo sucedido, no hay un solo detenido.
El subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía, ha repetido durante la conferencia de prensa diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador, que será un equipo forense que depende del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, el que establezca un tercer dictamen que revisará los dos anteriores. Y la fiscal de Feminicidios estatal, Griselda Núñez, y portavoz del caso, ha explicado de nuevo ante los medios que solo existe una autopsia y sobre ella se han realizado hasta la fecha dos dictámenes.
EL PAÍS reveló los detalles del segundo, solicitado por la familia ante la escueta información que presentaba el primero, que observó los peritajes, las imágenes y conclusiones de los dos médicos, Omar León Maldonado y Alan Ortiz Montellano. No se trata de un dictamen independiente, como se ha confundido en la opinión pública, sino una revisión agregada de las fotografías forenses del cadáver, de cada parte del cuerpo, precisiones, comentarios y conclusiones que estableció la primera autopsia. El dictamen al que tuvo acceso este diario incluía también la información de la primera autopsia. El segundo documento, firmado por un forense que depende del Poder Judicial estatal, se integró a la carpeta de investigación.
La primera autopsia determinó que la causa de la muerte fue por una “contusión profunda de cráneo”, es decir, un fuerte golpe en la cabeza. Pese a que se llevó a cabo un análisis pericial del cadáver y los primeros médicos tuvieron la oportunidad de hacerle más pruebas y recabar más indicios, en sus conclusiones no agregaron información relevante sobre si la muerte se la pudo provocar ella al caerse, si sufrió o no abuso sexual, si había muerto o no ahogada en la cisterna del motel donde se encontró su cuerpo.
El segundo médico, que revisó la información proporcionada en la primera autopsia y sin analizar el cadáver, coincidió en la causa de muerte. Pero fue más allá. Pues las imágenes y detalles de sus órganos arrojaban información importante que el primer dictamen había omitido. También la Fiscalía evitó dar información alguna sobre las valiosas revelaciones del segundo documento.
Debanhi Escobar había sufrido abuso sexual, según las fotografías de la zona vaginal que revisó el segundo médico forense y sobre las cuales el primer dictamen no indagó más, ni siquiera las registró en sus conclusiones. Había muerto antes de llegar a la cisterna, pues sus vías respiratorias no presentaron líquido, algo que coincidió con la primera autopsia, pero fue el segundo dictamen quien descartó de manera explícita la “muerte por ahogamiento”. El primero no hizo mención. Y los severos golpes — “intensos, repetidos y con diferentes ángulos de impacto”— que presentaba en la cabeza le hicieron concluir al segundo forense que la “manera de muerte” apuntaba a una “muerte violenta homicida”, según se lee textual en el dictamen al que tuvo acceso este diario.
Las discrepancias entre los dictámenes será lo que investigue el equipo forense designado por el Gobierno federal. Aunque según pudo constatar este diario, más que diferencias, se observa una falta de información en el primero que se completó con detalles y conclusiones agregados en el segundo. El segundo forense no contradice la información de la primera autopsia en ningún momento.
Las autoridades federales no han descartado la exhumación del cadáver de Escobar para llevar a cabo más pruebas, aunque de momento, se enfocan en la revisión de los dos dictámenes para establecer una conclusión definitiva sobre cómo murió la joven. También en el análisis de nuevos vídeos asegurados del motel que ayuden a esclarecer qué pasó esa noche.
Ese último punto, clave en la investigación, ha estado rodeado de polémica, pues la Fiscalía no obtuvo los vídeos necesarios hasta días después el hallazgo del cadáver, pues los responsables del establecimiento alegaron que sus cámaras no guardaban las grabaciones. Algo que se demostró falso semanas después y que, según informó Mejía el viernes, se investigará para concluir si hubo o no un delito de obstrucción a la justicia. “No se entregaron oportunamente los vídeos que tenían en su poder (…) Por lo cual se perdieron días muy valiosos que hubieran permitido avanzar en las investigaciones”, advirtió el subsecretario.
La Fiscalía que cuenta desde el viernes con apoyo federal para la resolución de un caso que ha sacudido al país, no ha proporcionado los avances semanales prometidos. Tampoco ha explicado por qué, conociendo la información del segundo dictamen que se integró a su carpeta el pasado 25 de abril, no descartó públicamente la opción de que la joven muriera al caerse sola a la cisterna. La hipótesis del accidente, que descartaba de manera científica el forense, seguía vigente.
El polémico suicidio de otra joven: Yolanda Martínez
Este jueves, la fiscal de Feminicidios ha señalado que también se sigue investigando como suicidio la muerte de otra joven, Yolanda Martínez, de 26 años, cuyo cadáver se halló 38 días después de su desaparición, el 31 de marzo. El cuerpo apareció el 8 de mayo tirado en un matorral de un municipio en la periferia de Monterrey junto a unos envases de veneno. La Fiscalía tardó 24 horas en concluir que ella misma había ingerido esas sustancias. Pero este jueves Griselda Núñez ha reconocido que todavía “no hay estudios patológicos que determinen los químicos” en su cuerpo y, por tanto, la causa de muerte, sigue sin estar clara.
Martínez fue enterrada este fin de semana. Su padre, Gerardo, que luchó cada día para que el caso de su hija no fuera ignorado, rechazó rotundamente la hipótesis del suicidio. “Fue envenenada”, señaló. La escasa información con la que cuenta la Fiscalía ni siquiera puede argumentar en contra. “No voy a quitar el dedo del renglón, así pasen años, pero a mí me encuentran a los que les costó la vida de mi hija. Yo no voy a parar hasta que se haga justicia”, denunció Martínez.
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