El huracán Kay deja tres muertos en su trayecto hacia Baja California

Un árbol caído sobre una vivienda tras el paso de la depresión tropical Doce-E , que se convirtió en el huracán Kay, en Acapulco.
Un árbol caído sobre una vivienda tras el paso de la depresión tropical Doce-E , que se convirtió en el huracán Kay, en Acapulco.David Guzmán (EFE)

Tres personas han muerto en Guerrero tras el paso del huracán Kay durante el fin de semana, según ha anunciado el secretario estatal de Protección Civil de ese Estado. Este fenómeno meteorológico, que previsiblemente ascenderá a categoría 2 en la escala de Saffir-Simpson durante la tarde, ha dejado múltiples inundaciones y destrozos a su paso por los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit, entre otros. El huracán avanza hacia las costas de Baja California a más de 20 km/h, con vientos sostenidos de 140 km/h y rachas de 165 km/h. Se prevén lluvias torrenciales en Baja California Sur y Sinaloa, donde se han suspendido clases en todos los niveles educativos.

La escala Saffir-Simpson clasifica estos fenómenos dependiendo de la velocidad del viento. Entre 119 y 153 km/h el huracán se considera de categoría 1, como es el caso de Kay. Un huracán de estas características puede traer daños “a la vegetación y en los muelles, así como inundaciones en carreteras y caminos costeros”, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres. Si el huracán asciende a categoría 2, se podría esperar el deterioro de tejados, puertas y ventanas, y grandes daños en la vegetación. Además, las autoridades de los estados afectados cierran los puertos marítimos en previsión de inundaciones y la rotura de amarres.

Después de un verano seco como pocos, varios fenómenos meteorológicos extremos han dejado grandes aguaceros en todo el territorio. El huracán Kay ha dejado ver sus primeras consecuencias en varios puntos de la costa del Pacífico. Tres regiones del Estado de Guerrero (Costa Grande, Acapulco y la parte alta de la Sierra) han suspendido sus clases, para no poner en riesgo a los alumnos. Desde allí llegan imágenes de ríos desbordados, calles inundadas, coches arrastrados hasta lugares imposibles y olas de varios metros de altura.

También se han suspendido las clases en Nuevo León, Oaxaca (en los municipios de Matías Romero, San Juan Mazatlán y San Juan Guichicovi) y Sinaloa, donde el aviso no llego hasta pasadas las 6.30 de la mañana. Para entonces, muchos alumnos ya estaban de camino a la escuela, y algunos ya estaban en las aulas, según ha lamentado su gobernador, Rubén Rocha Moya.

Después de haber atravesado una sequía histórica que ha obligado al racionamiento del agua, el norte de México se ha visto abrumado por lluvias que ha tenido especial impacto en Monterrey y su área metropolitana. Erik Cavazos, el director de Protección Civil en el estado de Nuevo León, ha defendido que las lluvias, pese a los desperfectos que está causando, son “de mucho beneficio para las cuencas y los ríos, y principalmente las presas de nuestro Estado”, ha asegurado a la televisión local. Protección Civil informó que las intensas lluvias han dejado 25 árboles y 24 postes derrumbados y al menos 19 vehículos varados.

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