El pasado toca la puerta del presente en el Camp Nou. Después de 24 años, el Barcelona se vuelve a quedar fuera de la Champions League por segunda temporada consecutiva en la fase de grupos. En la campaña 1997-1998, el cuadro azulgrana, por entonces con Louis Van Gaal en el banquillo, quedó en la última posición del grupo que compartía con el Dinamo de Kiev, PSV y Newcastle. La campaña siguiente, también con el neerlandés al frente de la plantilla, el Barça se despidió rápido de la lucha por la Orejona. Esta vez, peleaba por un lugar en los octavos ante el Manchester United, el Bayern de Múnich y el Brondby. En ambos cursos, en cualquier caso, el equipo de Van Gaal se quedó con el título en España. Hoy el Barça se ubica segundo en la Liga, a tres puntos del líder, el Real Madrid. Pero la eliminación de la Champions agudiza la sucesión de calamidades del Barcelona, una crisis económica que no encuentra soluciones futbolísticas, esencialmente en Europa.
Cuando regresó al Barcelona, Joan Laporta dejó un mensaje que no dejaba lugar a dudas: “Conmigo, perder tiene consecuencias”. Por entonces, en marzo de 2021, el preparador azulgrana era Ronald Koeman. No era el técnico predilecto del presidente. De hecho, hasta le pidió tiempo para buscar a otro entrenador. Y, como no lo encontró, el neerlandés continuó en el banquillo del Camp Nou. El contexto económico no ayudó a Koeman. En el mercado de verano de la campaña 2021-2022, el Barça prácticamente no invirtió en fichajes. Sin embargo, pescaron a jugadores como Depay, Agüero y Luuk de Jong. La prioridad, por entonces, era solventar los problemas financieros pues prevaleció aligerar la masa salarial. Ninguna salida fue tan traumática como la salida de Lionel Messi al PSG, después de que Laporta asegurara durante su campaña electoral que la continuidad del argentino “la arreglaba con un asado”.
El equipo de Koeman se hundió en la Champions, también en un grupo que compartía con el Bayern, y Xavi tomó las riendas de la plantilla en noviembre, cuando la continuidad en la Champions ya era una quimera. El técnico catalán, en cualquier caso, había aceptado el reto de Laporta. “Aquí no vale empatar o perder”, subrayó Xavi. Eso sí, pidió refuerzos.
Y, de entrada, en el mercado de invierno de 2022, el Barça invirtió 55 millones en Ferran Torres y sumó a Aubameyang y Eric García. La apuesta económica no se arrancó: el equipo cayó en los cuartos de final de la Europa League. El técnico catalán tenía su diagnóstico: “Necesitamos siete u ocho jugadores”. Esta vez, el que aceptó el reto fue Laporta. Pero el presidente, primero, tenía que conseguir dinero. El club vendió activos para financiar fichajes. Una operación que Laporta bautizó como “las palancas”. El Barça traspasó el 49% de Barça Studios por 200 millones y el 25% de los derechos de televisión por 527,5 millones. Una inyección económica que le dio rienda suelta a la dirección de fútbol que lidera Mateu Alemany. El Barça fichó a siete jugadores (Lewandowski, Raphinha, Kessié, Christensen, Koundé, Alonso y Bellerín) en los que se gastó 153 millones.
Pero en la Champions el Barcelona no se apalanca en el campo. Ante los equipos fuertes del grupo, el Barça no carburó. “Después del partido contra el Inter aquí ya sabíamos cómo estaba la cosa. Todo nos ha salido al revés en la Champions. Hemos dedicado mucho tiempo al análisis y tenemos claro lo que ha sucedido”, explicó Mateu Alemany. “¿Cuál es?”, añadió: “En Múnich no merecimos perder. En Milán hubo una circunstancia arbitral incomprensible. No entiendo que un árbitro a este nivel no vea esa jugada que era penalti, no tiene sentido”. En el Barça, al menos públicamente, no se apeló a la autocrítica.
El Barcelona levantó su última Champions en 2015. La gloria del equipo que lideraban Messi, Neymar y Luis Suárez se ha esfumado de manera traumática en Europa, ninguna derrota fue tan dolorosa como el 2-8 ante el Bayern en Lisboa. Pero la costosa restructuración de la plantilla no despierta al Barça. Lewandowski no marcó diferencias en los grandes partidos en Europa, Raphinha ha comenzado los últimos tres partidos de suplente, Koundé no trajo solidez defensiva en la Champions y el rol de los fichajes que llegaron a coste cero, como Kessié, Christensen, Marcos Alonso y Bellerín, no ha solventado los problemas de Xavi.
Un revés deportivo, pero también económico. La marca del Barça perderá valor y se dejarán de ingresar 20,6 millones (el presupuesto planeaba llegar a cuartos de final). De la derrota en Roma en 2018 (3-0) al varapalo ante en Liverpool en 2019 (4-0), pasando por el tortazo ante el Bayern en 2020 (el mencionado 2-8) y tras dos caídas consecutivas en la fase de grupos (2021 y 2022), el Barça salta de chasco en chasco en la Liga de Campeones, una angustia sin fin a la que no la salvan las palancas de Laporta.
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