Lentejas con gambas | Recetas El Comidista EL PAÍS

Este es un plato que no dudaría en servir para Navidad o en cualquier celebración, ya que tiene todo el confort del cuchareo, el sabor festivo del marisco y se puede preparar casi todo por adelantado para evitarte el parraque habitual de última hora. Incluso, como todos los guisos, estará más rico después de pasar una noche en la nevera y calentarse de nuevo. Es importante poner las gambas crudas justo en el momento de servirlo, porque así conseguiremos esa fantástica textura melosa que tienen cuando la proteína no se ha coagulado del todo.

Si todos los que comen lentejas no comen gambas -por si tienes algún vegetariano, vegano, alérgico al marisco o algo parecido a la mesa-, separa su ración casi al final y añade en ese momento la mitad de la salsa americana: puedes servir sus lentejas con una buena cucharada de labneh o yogur griego, y aliñarlas con pimentón, curry en polvo, za’atar o tus especias favoritas. A partir de ese momento es más importante remover la cazuela haciendo pequeños giros suaves en lugar de meterle el cucharón, ya que las lentejas están ya hechas y son más fáciles de romper, aunque la variedad beluga no es de las más delicadas (en lo de romperse, en el sabor son pura finura).

Preparé este plato después de conseguir unas gambas de Palamós a muy buen precio en la Boquería, pero si no tienes gambas a mano puedes hacerlo con langostinos de lo más cerca que puedas permitirte (también se puede preparar con producto descongelado). Si lo tienes más fácil para conseguir galeras la parte de sacar la carne será más complicada y habrá menos, pero la salsita será sabrosísima y abundante. Con cangrejos solamente conseguirás el caldo concentrado y nada de carne, pero su sabor será espectacular, así que yo no dudaría en darle una oportunidad.

Usé calabaza porque me encanta encontrarme su sabor y textura entre las lentejas, sobre todo si está dorada previamente, pero en su lugar podría haber zanahoria, nabo, patata, boniato, alcachofa o cualquier otra verdura que te guste en combinación con las gambas.

Dificultad

La de no comerse un quintal.

Ingredientes

Para 6/8 personas

  • 500 g de lentejas del año (yo usé la variedad caviar o beluga)
  • 1 cebolla grande o 2 pequeñas
  • 4 dientes de ajo
  • 3 tomates de pera (o 300 g de tomate troceado o 150 de tomate frito)
  • 24 gambas medianas (pueden ser langostinos)
  • 100 ml de vino blanco (opcional)
  • La parte blanca de un puerro
  • 400 g de calabaza
  • Sal
  • Pimienta
  • 1 limón (opcional)
  • Perejil al gusto

Preparación

  1. Pelar las gambas y quitarles las cabezas. Quitar el intestino a los cuerpos, partirlos por la mitad a lo largo y reservar en la zona fría de la nevera en un recipiente cerrado y cubiertas con un papel de horno o uno de cocina húmedo.
  2. Saltear los cuerpos y las cabezas de las gambas en una cazuela a fuego alegre con aceite y un poco de sal, aplastando las cabezas para que suelten su coral y otros jugos. Añadir 100 ml de vino blanco y dejar que evapore un par de minutos.
  3. Añadir 300 ml de agua; cuando hierva, bajar el fuego a medio-bajo y dejar cocinar 15 minutos. Pasado este tiempo colar este caldo corto por un colador chino o uno normal de malla fina, apretando para sacar todo el jugo posible a las gambas: al acabar nos quedarán unos 250 ml de un caldo con un intenso sabor a gamba. Reservar en frío.
  4. Mientras el caldo de gambas hierve, hacer un sofrito con la cebolla pelada y picada a fuego medio con un chorro de aceite. Cuando empiece a dorarse, añadir la calabaza sin piel y cortada en daditos y el puerro limpio, sin las capas de fuera y en rodajitas. Remover cada poco para que no se quemen.
  5. Cuando la calabaza y el puerro cojan un poco de color, añadir el ajo pelado y laminado. Remover dos minutos y añadir el tomate rallado (sin la piel). Dejar que éste se sofría cuatro o cinco minutos (si usamos tomate ya frito, pasar al siguiente paso).
  6. Añadir aproximadamente dos litros de agua a temperatura ambiente, las lentejas lavadas, la mitad del jugo de gamba y sal. Llevar a ebullición durante unos 50 minutos en total -dependiendo de la variedad y de la dureza del agua- a fuego medio-bajo y sin tapar, vigilando a partir de los 25 minutos por si hubiera que añadir algo de líquido.
  7. Cuando estén listas, repartir en los platos bien calientes, repartir las medias gambas por encima para que se cocinen un poco con el calor residual, rematar con el resto de jugo de gambas, perejil, pimienta y -si se quiere- ralladura de limón. Servir, y a comer.

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