Marcelo Ebrard ha dado este sábado un paso más en su decidida apuesta por convertirse en el candidato de Morena para las presidenciales de 2024. En un acto en Ciudad de México ha reunido a los 10.000 representantes de su campaña que defenderán su candidatura en los 300 distritos electorales de cara la encuesta interna de Morena que deberá dirimir al candidato definitivo. El canciller anunció también que en enero arrancará una gira que recorrerá todos los rincones del país pidiendo el voto para el proceso interno de su partido.
“¿Vamos a no vamos?”, arengó Ebrard durante el acto al que se sumaron entre otros Santiago Nieto, hasta el pasado noviembre titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el fiscal de Hidalgo, senadores, diputados y alcaldes. El evento tuvo un claro tono de tono de campaña, pese a que aún faltan casi dos años para las elecciones y ni si quiera ha comenzado la precampaña.
Todavía deben delimitarse los detalles de la votación interna por el método de la encuesta prevista para el año que viene. Morena ya pasó en septiembre la primera prueba con la renovación de sus órganos de gobierno, un proceso que evidenció la división y las luchas intestinas que acechan a la formación y que ya se vivieron hace dos años con las elección para elegir a su actual presidente, Mario Delgado.
El partido, que tiene una mayoría amplia en el parlamento y manda en una tercera parte de los Estados, afronta su reto más difícil: preparar y consolidar la etapa post Andrés Manuel López Obrador. Nacido hace poco más de una década a imagen y semejanza de su líder, la transición del liderazgo morenista se antoja crucial para el devenir del escenario político mexicano. De hecho, desde mediados del año pasado, la mayoría de los focos del debate público se han concentrando en la vida interna de Morena y en la sucesión, mientras la alianza opositora aun trata de recuperar el pulso tras la derrota de 2018.
En las quinielas, conocidas como juego de las corcholatas, López Obrador ha colocado en varias ocasiones al máximo responsable de la diplomacia mexicana, a la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, o al secretario de Gobernación, Adán Augusto López. A ellos se suma el líder de la bancada en el Senado, Ricardo Monreal, quién lleva meses sumido en una batalla interna con la dirigencia del partido y el propio presidente, a quien acusa de ningunearle frente al resto de candidatos. Monreal ha anunciado que está tanteando incluso una salida del partido para sumarse como candidato presidencial de la alianza opositora del PRI, PAN y PRD.
Ebrard y Sheinbaum son en todo caso los favoritos en todas las encuestas, con ventaja en casi todas ellas de la jefa capitalina de gobierno. Fuentes del equipo de Ebrard subrayan que lo relevante del acto de este sábado es la conformación de una “estructura propia e independiente para ir hasta el final en la búsqueda de ganar la encuesta de Morena”.
El canciller ya anunció en junio durante un acto en Guadalajara a su núcleo duro de campaña. Lo preside la senadora por Guanajuato Malú Micher, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, y lo integran más de 300 cargos del movimiento. “Vamos a ir a escuchar, a proponer, a organizarnos y mantener las ventajas en todas las encuestas”, defendió entonces Ebrard, además de recordar que el propio mandatario ya le señaló en cinco ocasiones. “Hubo mucha especulación: que si es un destape la reunión de hoy, que cuál es el objetivo. Déjenme decir algo: a mí el presidente ya me destapó cinco veces, en las mañaneras” .
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