La presión sobre los bolsillos de las familias mexicanas no da tregua. Los precios de los productos que componen la canasta básica en México continúan con una tendencia al alza pese a las medidas del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para intentar contener la inflación. Durante la primera quincena de diciembre —a las puertas de las fiestas navideñas— los precios de 16 de los 24 productos que contempla el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) reportaron un ascenso en comparación con la quincena previa, según los datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Alimentos como el chile jalapeño y el limón se elevaron un 8,97% y un 6,22% a tasa quincenal. Mientras que el jitomate registró un incremento de un 2,17%; la manzana se encareció un 2,1% y el precio del jabón de tocador aumentó 1,33% respecto a la segunda quincena de noviembre.
La inflación más alta de los últimos 20 años se ha convertido en un quebradero de cabeza para la Administración de López Obrador. A siete meses de la implementación del Pacic, especialistas e integrantes del sector advierten de un efecto limitado de la estrategia, un diagnóstico que se sustenta en las más recientes cifras sobre la escala de precios en México: durante la primera quincena de diciembre, la inflación generalizada en el país se situó en 7,7% a tasa anual, lo que supuso un repunte luego de una racha de seis quincenas a la baja en el indicador.
Con la inflación más elevada en las últimas dos décadas en México, como telón de fondo, en mayo pasado el Ejecutivo anunció un plan contra la inflación, el Pacic, una estrategia pactada con las principales del sector cuyo epicentro fue la garantía de que los precios de los 24 productos que componen la canasta básica se mantendrían, al menos, durante seis meses. En ese entonces, la iniciativa contó con el apoyo de empresas como Bimbo y Walmart. El Pacic se lanzó en la primera mitad de este año y a principios de octubre se añadieron nuevas medidas, como la exención temporal de pago de aranceles y una rebaja de trámites para reducir los costes de las compañías participantes. El refuerzo de acciones para atajar la inflación persigue un solo objetivo: bajar un 8% el costo de la canasta básica mexicana. La cotización de estos 24 productos básicos ronda los 1.129 pesos (58 dólares) y la meta es su reducción a 1.038 pesos (53 dólares). Sin embargo, esta meta aún sigue siendo una promesa.
Aunque la estrategia para frenar los precios de alimentos de López Obrador contó, en un inicio, con el aval de las principales cadenas de autoservicio y empresas de alimentos, algunos de ellos han empezado a encarecer sus precios. Bimbo ya ha elevado el precio del pan blanco, uno de los productos que figuró entre los alimentos que se prometió en octubre pasado que no subirían. Así, a partir de este lunes, el pan blanco chico pasó de 34 y 36 pesos, mientras que el pan grande se elevó de 42 a 45 pesos en las tiendas de Ciudad de México. Además de este incremento, la empresa de panificación más relevante en México elevó el precio de un puñado de productos de su oferta de pan dulce, barras y pan integral.
Esta semana, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, reconoció en Palacio Nacional que ha habido una “ligera tendencia al alza” en los precios que conforman la canasta básica monitoreada por la dependencia del 5 al 9 de diciembre. El funcionario declaró que esperaba que los distribuidores contengan los precios. “Es importante ser solidarios, ser aliados de los consumidores”, indicó. El procurador también solicitó a Walmart no alejarse de su compromiso de mantener al menos el precio máximo de 1.039 pesos.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) —organismo que representante de más de 228.000 pequeños comercio— ha advertido desde hace semanas que, de acuerdo con el sondeo realizado con sus agremiados, a la fecha en ningún Estado ha logrado el objetivo de ofertar este grupo de alimentos esenciales a un costo por debajo de la meta del Ejecutivo, en 1.038 pesos (53 dólares). Cuauhtémoc Rivera, presidente del organismo, refiere que el repunte de la inflación observado durante la primera quincena de diciembre refleja que sigue golpeando la base del consumo, la compra de alimentos. “El clima inflacionario sigue golpeando a los consumidores mexicanos en diciembre. El Pacic no logra encontrar la manera abordar o atemperar los precios del mercado, de los alimentos, sigue siendo una estrategia que no logra cuajar para que los consumidores mexicanos puedan registrarlo como una ventaja”, asevera.
Rivera añade que los clientes de las tiendas minoristas están recurriendo al endeudamiento para comprar la despensa en estas vísperas decembrinas. “En la temporada navideña se consume más de lo que se puede comprar, cayendo irremediablemente en la morosidad de pago. En esta misma época, las principales cadenas productivas incrementan el precio de sus productos que, sumados a la escalada inflacionaria, detonan la otrora cuesta de enero, hoy convertida en una verdadera pendiente de largo plazo”, apunta.
A pesar de sus efectos limitados, la Secretaría de Hacienda ya perfila la extensión del plan contra la inflación orquestado por López Obrador a febrero de 2023. De acuerdo con Bloomberg, la dependencia encabezada por Rogelio Ramírez de la O buscará renovar en el segundo mes del siguiente año su pacto con las grandes empresas para combatir la inflación. En una renovación de la estrategia, según fuentes familiarizadas con el tema, se buscará contener el precio de los productos básicos mediante la eliminación de las barreras a la importación y la reducción de algunas exportaciones de alimentos.
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