El republicano George Santos, recién elegido miembro de la Cámara de Representantes por Nueva York, ha admitido haberse inventado detalles de su formación y su experiencia laboral durante la campaña de las elecciones de medio mandato, celebradas el 8 de noviembre. Santos es uno de los cuatro republicanos que dieron la sorpresa en Nueva York, un Estado tradicionalmente demócrata, y que contribuyeron a que la mayoría de la Cámara cambiara de manos en beneficio de su partido.
Santos admitió las fabulaciones en una entrevista este lunes con el sensacionalista New York Post, después de que el diario The New York Times revelara que el congresista había mentido acerca de su currículo y que no poseía el título universitario que decía tener. El neófito congresista afirmó durante la campaña que era egresado de la Universidad de Nueva York y que había trabajado en gigantes financieros de Wall Street como Goldman Sachs y Citigroup. También dijo que tenía una cartera inmobiliaria familiar de 13 propiedades; el lunes reconoció no ser titular de ninguna.
Ninguna de las cosas era cierta, y eso, en un país donde el puritanismo protestante ha dejado una huella indeleble, es teóricamente imperdonable para cualquiera, pero mucho más en la carrera de un político, recuérdese el impeachment al presidente Bill Clinton por mentir sobre sus relaciones con Monica Lewinsky. No obstante, el partido le mantendrá en sus filas y sentado en el escaño de la Cámara, según adelantaron este lunes fuentes republicanas.
De acuerdo con el portal The Hill, Santos admitió que no se licenció en la citada universidad, que es pública, “ni en ninguna institución de educación superior”. En sus declaraciones al Post, Santos también dijo que “nunca trabajó directamente” con ninguna de las firmas de Wall Street y prometió que será “más claro al respecto” en el futuro, atribuyendo la confesión, o el error, a “una mala elección de las palabras”, lo que sus adversarios políticos traducen directamente por mentiras. En otra entrevista, se defendió de “embellecer” su currículum diciendo que no por ello es un delincuente y que ha hecho “mucho bien en su carrera”, sin especificar a qué clase de trayectoria se refiere. Santos tiene 34 años y se estrena ahora en el Congreso.
La capacidad inventiva de Santos no se limitó a engordar el currículum, sino que se amplió a hechos de su historia familiar que teóricamente no podían demostrarse, como que los padres de su madre fueron judíos ucranios huidos del Holocausto y refugiados en Brasil. Los registros civiles obtenidos por The New York Times demuestran que sus abuelos maternos nacieron en Brasil y que no tenían antepasados ucranios y/o judíos. El voto de la comunidad judía es uno de los más codiciados por los políticos de Nueva York, tanto demócratas como republicanos.
“Mis pecados consisten únicamente en embellecer mi currículum. Lo siento”, declaró el republicano al New York Post, insistiendo en que la polémica no le impedirá “un buen desempeño legislativo”. “Seré eficaz. Lo haré bien”, remachó. Desde el Partido Demócrata, sin embargo, ya han solicitado su dimisión, alegando fraude a los votantes, y pedido una investigación sobre la financiación de su campaña. “El congresista republicano electo George Santos, quien ha admitido sus enormes mentiras, debería renunciar. Si no lo hace, el Partido Republicano debería pedir una votación para expulsarlo”, ha tuiteado el congresista demócrata Ted Lieu. Ni una cosa ni otra: el representante electo por Long Island (Nueva York) prestará solemne juramento como congresista el próximo 3 de enero.
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