La justicia belga quiere tener a buen recaudo a los principales sospechosos del Qatargate, el escándalo de presuntos sobornos de Qatar y Marruecos a figuras destacadas del Parlamento Europeo que ha sacudido a las instituciones comunitarias este mes. Un tribunal de apelación de Bruselas ha ordenado este martes la vuelta a prisión de uno de los sospechosos que se encontraba en libertad vigilada, el italiano Niccolo Figa-Talamanca.
Según ha anunciado la Fiscalía federal, también ha comparecido ante un juez el principal sospechoso de la trama, el exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri, quien continuará en prisión preventiva —como ya estaba— hasta la próxima revisión de su caso, fijada para mediados de enero.
Figa-Talamanca dirigía la rama bruselense de la ONG No Peace Without Justice, fundada por la excomisaria europea Emma Bonino. La organización compartía oficinas y muchas actividades con Fight Impunity, otra ONG fundada a su vez en 2019 por Panzeri y que se sospecha era usada como pantalla para la trama de sobornos. La italiana Bonino formaba parte de su junta honoraria, al igual que la ex alta representante para Política Exterior de la UE Federica Mogherini, también italiana, el excomisario griego Dimitris Avramopoulos, el ex primer ministro francés Bernard Cazeneuve o el premio Nobel de la Paz de 2018, Denis Mukwege. Todos se han distanciado ya de Fight Impunity, mientras la Comisión Europea asegura que está investigando los lazos de las instituciones europeas con esa ONG y la financiación de esta organización.
El también italiano Figa-Talamanca fue detenido el 9 de diciembre, en el marco de la gran operación policial realizada esa jornada y que acabó con el arresto de Panzeri, así como de la entonces todavía vicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili y su pareja, el asistente parlamentario Francesco Giorgi, además de la incautación de 1,5 millones de euros en efectivo. Los cuatro están acusados de corrupción, blanqueo de dinero y pertenencia a una organización criminal.
No obstante, un juez de instrucción decidió el 14 de diciembre conceder la libertad vigilada —con un brazalete electrónico— de Figa-Talamanca. La Fiscalía federal belga apeló la decisión que, finalmente, ha sido revertida en la audiencia de este martes, en la que se ha dictado la reanudación de su prisión preventiva.
Mientras, aunque fue la defensa de Panzeri la que pidió la audiencia también este martes, finalmente acabó solicitando durante este acto que el caso sea tratado en una nueva vista fijada para el 17 de enero. No se han dado explicaciones oficiales de esta decisión, que significa que el exeurodiputado italiano permanecerá hasta entonces en prisión preventiva, al igual que Figa-Talamanca, Giorgi y Kaili, cuya permanencia en prisión fue confirmada la semana pasada pese a que su defensa clamó su inocencia y aseguró que estaba “colaborando” con la justicia.
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En una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, el abogado de la exvicepresidenta griega, Michalis Dimitrakopoulos, insistió este martes en que Kaili “no sabía nada del dinero que encontraron en su casa”, 150.000 euros en efectivo, más alrededor de medio millón en una maleta que su padre trató de sacar de un hotel, presuntamente avisado por su hija. Además, “siempre votó según su conciencia” en la Eurocámara, aseguró el abogado, según destaca la agencia Efe.
“Eva Kaili está viviendo una pesadilla en prisión, una catástrofe, porque es inocente”, remachó el abogado, según el cual, “la única persona que la visitó el día de Navidad fue su padre”, inicialmente también detenido, pero puesto en libertad dos días más tarde, al igual que otro sospechoso de la trama, el sindicalista italiano Luca Visentini, que ha admitido que recibió 50.000 euros de la ONG de Panzeri para su campaña para ser reelegido secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CIS), pero que niega haber realizado cualquier tipo de contraprestación. Según Dimitrakopoulos, que también visitó a Kaili la semana pasada en la prisión bruselense en la que permanece desde su arresto, la depuesta vicepresidenta europea “se siente traicionada” tras haber leído el expediente de la investigación. “Se usó su nombre sin su conocimiento, antes del día de su detención no sabía nada del dinero que se encontró en la casa, el dinero no era suyo ni lo guardaba”, asevera su abogado.
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