El debate político por los presupuestos catalanes no respeta el parón navideño del Parlament. El PSC eleva el tono y avisa a Esquerra que, si quiere contar con su apoyo, las cuentas del año que viene tienen que contener huellas socialistas visibles. No se trata solo de dinero, advierten los negociadores del PSC. Por lo pronto, el plan para abrir delegaciones de la Generalitat en el extranjero se tiene que congelar. Ahorro y adelgazamiento de la administración autonómica, sostiene la portavoz del PSC, Alícia Romero. En el paquete también va la supresión de la figura del delegado de la Generalitat en Barcelona, figura que actualmente ocupa Joan Borràs, y evaluar la conveniencia de eliminar las delegaciones en Girona, Tarragona y Lleida. El PSC también quiere que el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), el CIS catalán, pase a depender del Parlament y que no sea directamente controlado por presidencia. Igualmente, se pide acabar con la manga ancha del Govern para conceder subvenciones a los medios de comunicación, y que las ayudas sean escrutadas en comisión parlamentaria.
ERC sigue asegurando que la aprobación de las cuentas es solo cuestión de días pero sus socios potenciales, Junts y el PSC, enfrían las expectativas del Govern. Los socialistas han dado a conocer este miércoles la lista de exigencias que han dejado sobre la mesa de Pere Aragonès para dar su apoyo al presupuesto. Hay reclamaciones ya conocidas, caso de la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, garantías sobre el megacomplejo turístico Hard Rock de Salou y el desarrollo del tramo del Cuarto Cinturón entre Sabadell y Terrassa, pero se han revelado nuevas peticiones. Un parte importante de las demandas son contrapartidas con marcado contenido político. El PSC no oculta la incomodidad que le causa la estrategia negociadora del Govern, que anticipó un acuerdo con En Comú Podem y que trata de marcar el paso de las conversaciones, pese a disponer de una magra mayoría en el Parlament. “En estos momentos suman 41 votos para aprobar los presupuestos, les hacen falta 68″, ha recordado Alícia Romero. La portavoz del PSC ha evitado hablar de ultimátums, pero ha especificado que en dos meses han habido 14 reuniones entre los socialistas y el Govern y que llega la hora de concretar un acuerdo.
Al equipo de Salvador Illa no le gustó el discurso de Pere Aragonès por Sant Esteve. “Me decepciona mucho que siga insistiendo en fijar horizontes imposibles para Cataluña y que no son un punto de consenso”, criticó el jefe de la oposición. Esquerra mantiene que el acercamiento con el PSC para desbloquear las cuentas va en el buen camino y considera que los reproches socialistas son artificios gestuales. Alícia Romero replica que la propuesta de acuerdo que han dejado encima de la mesa del Govern no admite matices: “Incluye lo que consideramos imprescindible que se incorpore a los presupuestos”.
En ese sentido, la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat es innegociable para los socialistas. Piden que, de entrada, se paralice la ampliación de las áreas ZEPA de especial protección para las aves en el delta del Llobregat. Igualmente, también se señala como una línea roja el desarrollo del tramo de Cuarto Cinturón en el Vallès para mejorar la movilidad entre Sabadell y Terrassa. En Esquerra, el Cuarto Cinturón levanta ampollas. Lo califican de proyecto “soociovergente” y en junio pasado el Govern dio plantón a la ministrra de Transportes Raquel Sánchez en un acto donde anunciaba que el Gobierno se hacía carga de los costes de ampliación de la conocida como B-40.
El PSC también busca meter presión a Esquerra en otros temas que son controvertidos para el partido que manda en la Generalitat. Uno de ellos es el proyecto Hard Rock de Salou, también conocido como BCNWorld. “Queremos que se desencalle”, sostiene Romero, al tiempo que señala que el complejo turístico supone un impacto de 1000 puestos de trabajo. También entra en juego Rodalies. De manera recurrente, la consejería de Territori culpa del mal funcionamiento de la red ferroviaria a Renfe, Adif y al Ministerio de Transportes. El PSC alega que la Gebneralitat tiene sin firmar el contrato programa con Renfe que debe servir para mejorar la flota de trenes. Hay que firmarlo como condición para desatrancar las cuentas, advierten los socialistas.
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El año nuevo arrancará con los presupuestos bloqueados, y el PSC tensa la cuerda. “No puedo imaginarme que el Govern no las acepte, si es cierto que quiere unos presupuestos para el año que viene”, ha apuntado Romero, en referencia a la lista de peticiones.
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