El Cacereño no baja los brazos
A pesar del mazazo, nadie en el Cacereño ha bajado ni un ápice la intensidad. La grada sigue apretando, cantando sin parar “Sí se puede”, y los jugadores en el campo siguen con una presión alta. El mister, Julio Cobos, ha movido el banquillo buscando refrescar a su equipo después del gran esfuerzo de la primera hora de juego.
El marcador sigue siendo suficientemente corto como para que no bajen los brazos. Una ocasión les separa de volver a poner al campeón de Europa contra las cuerdas, y en el Príncipe Felipe tienen claro que va a llegar antes del pitido final.