A medida que la ola de covid en China avanza, cada vez parecen más claras dos cosas: que las variantes que afectan al gigante asiático son ya conocidas y circulan en medio mundo y que su Gobierno está trasladando estadísticas muy maquilladas sobre el número de contagios y muertes que se están produciendo. Así lo han manifestado, con el tono diplomático que les caracteriza, los portavoces de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una rueda de prensa este miércoles.
Su director de Emergencias Sanitarias, Michael Ryan, ha pedido a China que no infraestime las muertes y los contagios, lo que dificulta la evaluación del peligro que supone la enfermedad. Desde el fin de la política cero covid el pasado diciembre, el gigante asiático ha informado de cinco o menos muertes por día, algo que resulta inverosímil para los expertos y la prensa internacional en el país, que ha visto cómo muchas funerarias y hospitales chinos han desmentido estos datos. Sostienen que están abrumados y los expertos internacionales en salud predicen al menos un millón de muertes relacionadas con covid este año si no se toman medidas urgentes.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha reclamado celeridad a las autoridades sanitarias chinas: “Datos más rápidos, regulares y fiables sobre la hospitalización, muertes, así como una secuencia vírica más completa y en tiempo real”. Tedros ha señalado que es urgente que avance la vacunación en el país asiático, con cifras bajas de dosis de refuerzo. Las coberturas iniciales superaron el 90%, pero solo el 69,8% de los mayores de 60 han recibido la dosis de refuerzo, porcentaje que cae al 42,4% en los mayores de 80, que son precisamente los más vulnerables.
Justo antes de la rueda de prensa, la OMS ha publicado un informe sobre la evolución de la pandemia en este país después de reunirse con los principales científicos del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades. Los datos demuestran que no se había encontrado ninguna variante nueva. El 97,5% de los contagios ha sido provocado por sublinajes de la ómicron, según la publicación. Aunque la OMS reclama más transparencia y no parece confiar plenamente en los datos que recibe, de confirmarse indicarían que los viajes internacionales de personas de ese país no tendrían mucha repercusión fuera, dado que esas mismas variantes ya circulan por todo el mundo.
A pesar de ello, la alerta por la nueva explosión de contagios ha aumentado los controles y restricciones en los aeropuertos para viajeros que provengan del país asiático, especialmente a partir del 8 de enero, cuando el Gobierno tiene previsto abrir unas fronteras que llevan prácticamente tres años cerradas. Esto se suma a la cercanía de la fiesta del Año Nuevo Lunar Chino, que será este 22 de enero. El director del departamento de coordinación de alerta y respuesta de la OMS, Abdi Rahman Mahamud, advirtió de que puede haber otra ola de infecciones en este periodo.
La UE, Estados Unidos y otros países vecinos de China como Japón, India y Malasia han anunciado medidas restrictivas como pruebas negativas de covid-19. Por su parte, España pedirá una prueba diagnóstica negativa o el certificado de vacunación a los viajeros procedentes de China, según anunció el pasado viernes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en una rueda de prensa convocada de urgencia. “Con una circulación tan alta en China, y sin datos completos, es comprensible que algunos países estén tomando medidas que creen que protegerán a sus propios ciudadanos”, ha respaldado Tedros.
Mientras el mundo mira a China, algunos expertos están más preocupados por una variante que circula sobre todo en Estados Unidos: la XBB.1.5, una recombinación de dos sublinajes BA.2, que es una variante de ómicron. Por los datos disponibles parece que es la más contagiosa que ha circulado hasta ahora, si bien no se ha confirmado que tenga una mayor capacidad de evasión a la inmunidad generada tanto por las vacunas como por los contagios. No obstante, la OMS sigue de cerca a esta variante y emitirá próximamente una evaluación del riesgo que supone.
Tedros se ha mostrado “realmente preocupado” por el panorama epidemiológico actual, “tanto por la intensa transmisión en varias partes del mundo como por una subvariante recombinante que se propaga rápidamente”. Cada semana aproximadamente 10.000 personas mueren de covid, según los datos oficiales de la OMS. “La cifra real es probablemente mucho mayor”, ha agregado el director general de la organización.