No hay prueba de nivel que se le resista al Arsenal, maduro, mandón, más líder que nunca tras ganar en el campo de su eterno rival, el Tottenham (0-2) un día después del nuevo fiasco del Manchester City en Old Trafford (2-1). El equipo que Mikel Arteta ha cincelado entre alguna incomprensión y mucho escepticismo aventaja ahora en ocho puntos al de Pep Guardiola, el técnico del que se independizó para acometer una de las más apasionantes reconstrucciones futbolísticas de los últimos años. Dos goles antes del descanso, fruto de una primera parte febril, le dieron los puntos. Los Spurs son ahora quintos en la clasificación a catorce puntos de un líder de verdad.
0
Lloris, Eric Dier, Clement Lenglet (Ben Davies, min. 88), Cristian Romero, Pape Sarr (Yves Bissouma, min. 75), Matt Doherty (Richarlison, min. 71), Hojbjerg, Ryan Sessegnon (Perisic, min. 75), Dejan Kulusevski (Bryan Gil Salvatierra, min. 88), Kane y Heung-Min Son
2
Aaron Ramsdale, William Saliba, Ben White, Zinchenko (Takehiro Tomiyasu, min. 85), Gabriel, Xhaka, Thomas, Odegaard (Fabio Daniel Vieira, min. 93), Martinelli (Tierney, min. 79), Eddie Nketiah (Emile Smith-Rowe, min. 93) y Bukayo Saka
Goles 0-1 min. 14: Lloris (p.p.). 0-2 min. 35: Odegaard.
Árbitro Craig Pawson
Tarjetas amarillas Cristian Romero (min. 34), Ryan Sessegnon (min. 46), Pape Sarr (min. 53), Martinelli (min. 69), Clement Lenglet (min. 72) y Gabriel (min. 90)
El Arsenal sueña con la Premier 19 años después de su último título, el que logró con los Invencibles eternos, la obra cumbre de Arsene Wenger con Henry, Bergkamp, Pirès, Vieira y la aportación final del llorado Reyes. A estas alturas, tras 18 partidos, aquel equipo mágico tenía cinco puntos menos que esta réplica contemporánea que sólo ha caído ante el Manchester United. Al Tottenham le ganó porque rezuma fútbol, pero más que nada porque le sobra valentía, ambición y carácter para exponerlo. Porque en el Arsenal sus piezas están engrasadas, todas en un momento de forma excepcional. Odegaard es el mejor futbolista de la Premier, Thomas está a día de hoy entre los mejores mediocentros del mundo. Y, esta vez, cuando los problemas llegaron hasta la línea de gol allí estuvo imperial Ramsdale para levantar una tapia con sus paradas.
La victoria se abrió con una genialidad de Saka, que deslizó el viejo truco callejero de buscar al portero en una acción sin ángulo sobre el balcón de la línea de fondo. Un leve toque de Sessegnon acabó por descalabrar a Lloris, que no se supo sacar la pelota de encima y alimentó aún más la discusión sobre la aportación actual al equipo de legendario meta galo recién cumplidos los 36 años.
Una alucinante volea de Thomas al palo y un par de zurdazos de Odegaard desde la frontal ayudaron a darle el lustre de la finalización a un recital del Arsenal, un equipo que recoge todas las tendencias futbolísticas del momento. No hay combo más moderno que el de Arteta, que fluctúa entre los conceptos del juego de posición y los de la contrapresión, que lo mismo se guarda la pelota que la hace correr. Y que todo lo hace a una velocidad sideral, con un fragor y un estrépito que parece imposible de sostener, pero que sin embargo apenas se rebaja durante noventa minutos en los que no se conoce el sosiego.
El Arsenal fue muy grande en su primer triunfo, después de tres intentos, en el nuevo feudo del Tottenham porque además tuvo arrestos para sujetar a un rival desesperado que se desata como pocos y se lanzó tras el descanso a un todo o nada. Sufrió, y supo hacerlo, el Arsenal ante unos spurs orgullosos, pero que han perdido cuatro de sus últimos cinco partidos de Liga como locales.
Mientras el Arsenal sueña, el resto de grandes de la Premier buscan soluciones. El precio es lo de menos. Durante las últimas semanas los gunners se habían trabajado la incorporación de Mykhailo Mudryk, un extremo ucraniano de 22 años que con el Shakthtar llamó la atención en la última fase de grupos de la Liga de Campeones, en la que suma tres goles y dos asistencias. Pero el Chelsea pujó más y este domingo el futbolista se presentó sobre el césped de Stamford Bridge embutido en una bandera de su país para presenciar la tibia victoria (1-0) de su nuevo equipo ante el Crystal Palace.
El Chelsea es décimo a 19 puntos del Arsenal después de invertir el pasado verano 282 millones de euros, una cifra récord, en siete fichajes (Fofana. Cucurella, Sterling, Koulibaly, Chukwuemeka, Aubameyang, Slonina) y la cesión de Zakaria. Ahora agrega 143 más para alistar a Badiashile, Andrey Santos, Datro Fofana, abonar el préstamo de Joao Félix y reclutar a Mudryk, que sitúa su tarifa en 70 millones de euros que pueden ser 30 más en función de variables. Todo parece excesivo en la Premier.
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