El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha vuelto a poner contra las cuerdas a dos de los hombres más poderosos de Paraguay. El actual vicepresidente, Hugo Velázquez, y el expresidente Horacio Cartes, que ejerció el cargo entre 2013 y 2018, son acusados de “corrupción rampante que socava las instituciones democráticas” por las autoridades estadounidenses, que este jueves les ha prohibido acceder a los bancos y hacer negocios con empresas del país. A tres meses de las elecciones generales en Paraguay, es el segundo golpe en un año a dos estandartes del conservador Partido Colorado: en agosto pasado, el Departamento de Estado les había prohibido el ingreso a Estados Unidos.
Washington los acusa ahora de mantener vínculos con la milicia proiraní Hezbolá, que Estados Unidos tiene en su lista de organizaciones terroristas. Según el comunicado del Departamento del Tesoro de EE UU, la organización política y paramilitar nacida en Líbano “realiza eventos privados regularmente en Paraguay, en los que los políticos hacen acuerdos a cambio de favores, venden contratos estatales y discuten los esfuerzos de la aplicación de la ley a cambio de sobornos”. Tanto Cartes como Velázquez, según EE UU, han cobrado sobornos en estas reuniones.
Velázquez se defendió el jueves por la tarde en una entrevista radial. “Sigo sin saber de qué hablan”, afirmó el vicepresidente paraguayo, que había renunciado a su cargo el pasado 12 de agosto tras las acusaciones del Departamento de Estado, pero terminó dando marcha atrás. Velázquez, que en ese entonces aspiraba a ser el candidato de su partido en las elecciones del próximo 30 de abril, suspendió su renuncia argumentando que no existía “ninguna denuncia real” en su contra. Estados Unidos le había acusado entonces de usar a un colaborador cercano para ofrecer más de un millón de dólares a un funcionario público para obstruir una investigación sobre lavado de dinero.
El expresidente Horacio Cartes, que acaba de asumir la presidencia de su partido tras ganar una elección interna en diciembre, es acusado de “incurrir en actos de corrupción antes, durante y después de su mandato como presidente de Paraguay”. El Tesoro de EE UU afirma que el millonario empresario tabacalero “fundó su carrera y continúa apoyándose en la corrupción” y le achaca haber pagado sobornos de hasta 10.000 dólares para impulsar su carrera a la presidencia en 2013. También le acusa de haber invertido al menos un millón de dólares en 2017 para impulsar una reforma constitucional que le permitiera presentarse a un segundo mandato y de seguir pagando sobornos para beneficiar a sus empresas.
Velázquez y Cartes se miran desde veredas opuestas del Partido Colorado, en el que el expresidente ha vuelto a concentrar poder. Tras ganar la presidencia del partido, Cartes también se ha hecho con la candidatura a las generales del 30 de abril: su antiguo ministro de Hacienda, Santiago Peña, ganó las primarias el pasado 18 de diciembre y será el candidato conservador a la presidencia. Se enfrentará al liberal Efraín Alegre, representante de la Concertación Nacional, la primera coalición formada por las fuerzas del centro a la izquierda desde que el exobispo Fernando Lugo ganara las elecciones de 2008 y rompiera 70 años de hegemonía del Partido Colorado.
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