El pulso entre los socios de Gobierno se mantiene, sin que nadie aclare si cederá a última hora y hasta qué punto. La plana mayor de Podemos ha cerrado filas este domingo con la ley del solo sí es sí y el trabajo del Ministerio de Igualdad, que dirige la número dos del partido, Irene Montero. En un acto convocado en Madrid expresamente para reivindicar la norma y presionar al PSOE en plenas negociaciones sobre la reforma legal, la ministra ha mantenido cierta ambigüedad: “Estamos dispuestas a reformar la ley, a aceptar las condiciones que el socio mayoritario de Gobierno necesita, para salir unidas frente a esta ofensiva de la derecha”, ha dicho, para a continuación añadir: “Solo hay una cosa en la que no vamos a ceder: el consentimiento no se toca”.
En el discurso de Podemos, que el modelo legal se base en “el consentimiento” significa que el delito de agresión sexual siga siendo uno solo, que no se subdivida en función de si ha habido o no violencia o intimidación; justo lo que el PSOE propone introducir en la ley para justificar así jurídicamente una subida de las penas. Eso no acabará con las rebajas de pena a condenados que ya se están produciendo: esas son irreversibles. Sin embargo, los socialistas quieren hacer la reforma para, al menos, transmitir a la población la idea de que algo se hace al respecto, y para evitar que, en las condenas futuras, las penas sean más bajas de lo que eran con la legislación anterior a la del solo sí es sí.
“No nos vamos a rendir”, desafió también la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, durante su intervención en el Círculo de Bellas Artes. El acto, al que han asistido unas 300 personas, se produce a solo dos días de que venza el plazo fijado por los socialistas para alcanzar un acuerdo o presentar la reforma por separado. Tanto Montero como Belarra han cargado contra el PP como instigador de la “ofensiva” y han evitado la crítica directa al PSOE.
Desde que la Ley de Libertad Sexual (conocida popularmente como la ley del solo sí es sí) entró en vigor en octubre, se han producido casi 400 rebajas de condena y una veintena de excarcelaciones de agresores sexuales condenados en el pasado y a quienes beneficia la nueva horquilla de penas de la ley. Después de una semana de crisis en la coalición por la propuesta del Ministerio de Justicia para modificar la norma, las conversaciones han seguido abiertas durante el sábado y este domingo, pero permanecen encalladas. Justicia quiere volver a subir las penas distinguiendo si hay o no violencia o intimidación. Igualdad acepta el incremento, pero rechaza que esa sea la forma de hacerlo porque considera que supone volver a poner el foco en si hay o no violencia en la agresión sexual. En realidad, con la ley actual la existencia de violencia también puede suponer un aumento de la pena: si es violencia extrema (lo que figura como agravante) o si ha provocado lesiones.
“Están siendo días muy difíciles, porque hay mucha presión para volver al modelo anterior que propone el PP”, ha denunciado Montero. “Llevamos desde el primer minuto sin parar de trabajar, proponiendo ese plan urgente de medidas integrales para que haya especialización judicial, más psicólogas, más abogadas especializadas, más policías protegiendo a las mujeres víctimas de violencias sexuales. Y, además, analizando junto a nuestro socio de Gobierno lo que estaba ocurriendo con esas decisiones judiciales minoritarias, pero que han generado mucha preocupación”, ha dicho Montero. La ministra ve en ese decálogo de medidas de Igualdad una respuesta análoga a la que dio en 2004 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuando entró en vigor la ley de violencia de género y casi 200 jueces preguntaron al Tribunal Constitucional si la avalaba. Entonces, ha venido a decir la ministra, Zapatero no retiró ni cambió la ley, sino que reformó los mecanismos para implantarla, lo mismo que ahora pide Unidas Podemos con la ley del solo sí es sí.
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“Aunque posiblemente ninguna reforma penal va a evitar esas decisiones judiciales de bajadas de penas a agresores sexuales, nosotras estamos dispuestas a reformar la ley, a aceptar las condiciones que el socio mayoritario necesita para salir unidas a hacer frente como Gobierno a esta ofensiva contra la ley del solo sí es sí, contra el Gobierno de coalición y contra la mayoría progresista, plurinacional y feminista”, ha concedido Montero, antes de matizar: “Solo hay una cosa en la que no vamos a ceder, […] el consentimiento no se toca”. Hasta ahora, su ministerio no ha explicado el detalle de ninguna de sus propuestas para elevar las penas, como quiere el PSOE para evitar a futuro condenas bajas.
Sin mencionar directamente al Ministerio de Justicia, un gesto también para tratar de preservar las negociaciones en marcha, la titular de Igualdad sí ha acusado al PP de “articular la ofensiva” en el ámbito político contra la ley y de “ofrecer sus votos” a “quien quiera escuchar”. “Ese partido que deja tiritando los presupuestos contra las violencias machistas, un partido que nos puso de ministro a [Alberto Ruiz] Gallardón, que lo tuvieron que echar las feministas en la calle porque se atrevió a cuestionar nuestro derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”, ha cuestionado. “De nuevo, señor Feijóo: solo sí es sí y ni un paso atrás”, ha insistido Montero.
La ministra ha llamado, al final de su discurso, a seguir dando la batalla: “A defender la ley, a parar esta ofensiva reaccionaria y a ganar, como otras veces lo hemos hecho a lo largo de esta legislatura”, ha dicho, en clara referencia al pulso con el PSOE y entre el aplauso de los asistentes.
También Belarra ha incidido en esa idea de no dar ni un paso atrás. “El objetivo de estos ataques y esta operación es que nos rindamos. Lo más fácil es rendirse, claudicar, que nos cansemos y abandonemos. Este acto es para decirle a todos lo que quieren que nos cansemos que no nos vamos a rendir, que vamos a seguir peleando para defender los avances feministas y sociales de este Gobierno”, ha clamado.
La secretaria general de Podemos ha cargado del mismo modo contra el PP, al señalar que la propuesta de rebajar las penas es solo “una excusa” para volver al modelo anterior. La ministra de Derechos Sociales ha acusado a las derechas de tener “un ADN antidemocrático”. “No aceptan las reglas del juego y por eso los ataques se van a recrudecer”, alertó. “Defender la ley del solo sí es sí es defender la soberanía popular, es defendernos también de golpes judiciales . Es recordar que en un sistema democrático el Congreso y las mayorías parlamentarias hacen las leyes y los jueces las aplican, no las retuercen”, criticó la ministra, en un tono aún más duro que el de Montero.
En un momento de relaciones complicadas dentro de Unidas Podemos, en el acto de este domingo hubo presencia de miembros de la dirección de IU, como el responsable de Organización, Ismael González, el asesor de Igualdad Carlos Sánchez Mato y la directora de comunicación del ministerio, Clara Alonso.
La controversia llega además en un momento particularmente sensible para el partido. Podemos se juega en los comicios de mayo revalidar su presencia en hasta seis gobiernos autonómicos y también su implantación municipal, después de unos resultados a la baja en 2019. Las elecciones se producen con el espacio a la izquierda del PSOE en plena reconfiguración de cara a las generales y las negociaciones con Sumar, el proyecto que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz, todavía muy abiertas. La resolución de esta crisis amenaza con pasar factura en las urnas en un año decisivo para la coalición.
“Cuando ganas 9.000 millones de euros en un año, no eres un empresario, eres un usurero”
La secretaria general de Podemos, que hace apenas 15 días tildó al director ejecutivo de Mercadona, Juan Roig, de “capitalista despiadado”, ha arremetido de nuevo este domingo contra los grandes empresarios de la banca, a los que calificó de “usureros”, “codiciosos” y “avariciosos” en la misma semana en la que se han conocido los beneficios de las principales entidades financieras. “Hay mucha gente que nos está insistiendo en que a los ricos en España no se les puede nombrar”, ha señalado Belarra. “Hemos dicho muchas veces que la pobreza y la desigualdad tiene nombres y apellidos, pero es que la riqueza en España también tiene nombres y apellidos y les vamos a seguir nombrando porque por mucho que ellos digan que son empresarios, cuando ganas 6.000 millones de euros, 9.000 millones de euros en un año, tú no eres un empresario, eres un usurero”, ha cargado la minisrra de Derechos Sociales, en referencia a los resultados históricos de BBVA y Santander.
Belarra ha vuelto a pedir a continuación la limitación de las hipotecas a tipo variable, una demanda que plantea desde el último trimestre de 2022 el socio minoritario del Gobierno y sobre la que ha insistido Unidas Podemos (incluida la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz) en los últimos días, tras conocerse estas ganancias. “Es indecente que estén subiendo la cuota 100, 200, 300 euros al mes mientras ellos siguen haciéndose de oro”, ha proseguido en su ofensiva la ministra, cuyo partido ha decidido dar la batalla en este asunto, desmarcándose del PSOE. “Así que mientras Ana Patricia Botín [presidenta del Santander] o el señor [Carlos] Torres, [del BBVA] estén nadando en billetes de 500 euros cuando nuestra gente lo pasa mal, les vamos a seguir nombrando y les vamos a llamar lo que son: codiciosos y avariciosos”, ha rematado la líder de la formación.