China: Pekín reconoce que el segundo globo espía sobre América Latina también es chino | Internacional

China ha reconocido este lunes que también es suyo el globo que ha sobrevolado América Latina en los últimos días, pero ha asegurado que los países de esa región “han expresado su comprensión” sobre el incidente. Se trataría de una aeronave no tripulada de “naturaleza civil” usada para “pruebas de vuelo”, que se habría desviado “lejos” de su ruta planificada debido al clima, según ha asegurado Mao Ning, portavoz del Ministerio de Exteriores, en una rueda de prensa rutinaria.

La explicación es muy similar a la que Pekín dio sobre el artefacto descubierto la semana pasada en vuelo sobre Estados Unidos, abatido el sábado y cuyo descubrimiento ha tensado las relaciones entre las dos superpotencias del planeta hasta provocar la suspensión de la visita a China del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, prevista para este domingo y lunes. Washington asegura que el episodio no es un hecho puntual, sino que multitud de globos bajo las órdenes del ejército chino habrían sido avistados en los últimos años sobre países de los cinco continentes.

“Hemos informado a las partes pertinentes”, ha asegurado la portavoz china de Exteriores sobre el segundo artefacto. “Se está gestionando adecuadamente y no supondrá ninguna amenaza para ningún país. Han expresado su comprensión”, ha añadido.

Pekín no había reconocido hasta ahora este otro episodio en la crisis de los globos espías. La trayectoria de esta segunda aeronave fue desvelada el pasado viernes por el Pentágono, y Washington aseguró que también cumplía funciones de vigilancia, igual que la localizada en un primer momento sobre territorio estadounidense. En el primer caso, Pekín esgrimió que se trataba de una aeronave usada para la investigación “principalmente meteorológica”; en este caso argumenta que se usa para “pruebas de vuelo”, sin adentrarse en más detalles.

Al episodio latinoamericano se le han ido sumando otros capítulos de globos avistados en otros momentos y lugares: desde Taiwán, la isla autogobernada que Pekín reclama como propia, Zheng Mingdian, director de la Oficina Central de Meteorología, ha asegurado que desde 2020 ha habido avistamientos de globos similares tanto en Japón como en Taiwán, según ha recogido este lunes la Agencia Central de Noticias del enclave. “¡Este globo lleva tiempo por aquí!”, dijo Zheng en un comentario en Facebook en el que explicaba que, hace dos años, tomó fotografías de un artefacto parecido, según la citada agencia. El meteorólogo ha asegurado que las características de altitud, materiales y tamaño del globo abatido no casan con las de los usados habitualmente para observaciones meteorológicas.

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En febrero de 2022, las autoridades militares de Taiwán confirmaron que diversos globos meteorológicos usados por el ejército chino habían surcado los cielos de la isla, pero sin suponer ningún peligro, según recogió entonces el diario Taipei Times.

Otros episodios en EE UU

EE UU asegura que, a pesar de las justificaciones de Pekín, el artefacto destruido no tiene funciones de investigación meteorológica, sino que se trata de un globo de vigilancia y afirma que han existido al menos tres episodios similares en su territorio continental durante el tiempo de Donald Trump en la Casa Blanca, y uno más durante la administración del actual presidente, Joe Biden, según dijo un alto funcionario de Defensa estadounidense en un encuentro con la prensa celebrado el pasado sábado, tras el derribo, en el que habló bajo condición de anonimato.

“Este no es el único globo de vigilancia de [China] que opera en el hemisferio occidental”, recoge la transcripción oficial del encuentro. “Todos forman parte de una flota de globos de [China] desarrollada para llevar a cabo operaciones de vigilancia, que también han violado la soberanía de otros países”, ha asegurado. Este tipo de actividades, ha añadido, se llevan a cabo a menudo bajo la dirección del Ejército Popular de Liberación (el ejército chino) y en los últimos años se han avistado globos de China sobre países de los cinco continentes, incluidos Asia Oriental, Asia Meridional y Europa.

“El uso de globos de vigilancia presenta ventajas operativas únicas, ya que esta tecnología hinchable es capaz de resistir condiciones meteorológicas extremas y su despliegue es supuestamente menos costoso”, explica James Char, Investigador del programa sobre China del Instituto de Estudios Estratégicos y de Defensa del S. Rajaratnam School of International Studies (RSIS) de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur.

Algunos informes, añade el analista, también indican que la carga útil de este globo le permite funcionar con energía solar, por lo que no necesita repostar. Pero el grado de vanguardia tecnológica de la aeronave “solo se aclarará después de que su carga útil haya sido recuperada por las autoridades estadounidenses”. En comparación con un satélite, asegura Char, el uso de globos también puede parecer menos malicioso. “Y, lo que es más importante”, concluye, “se ajusta al objetivo actual del ejército chino de operar por debajo del umbral de la guerra”.

La Estrategia de Defensa Nacional, publicada por Washington en octubre, expone las avanzadas capacidades militares desarrolladas por Pekín. El informe no hace mención a los globos, pero sí a la sofisticada red de vigilancia china, que ha mejorado la precisión de los sistemas de misiles que la potencia asiática podría emplear para “disuadir y contrarrestar” la presencia de EE UU, “especialmente en la región del Pacífico occidental”.

La volatilidad en torno a la isla de Taiwán, en el centro de la citada región, es precisamente uno de los puntos de fricción más volátiles en las relaciones Washington y Pekín, y uno de los problemas que iba a sobrevolar la pospuesta visita de Blinken.

Suspendido el viaje del secretario de Estado, China ha anunciado este lunes que una delegación de políticos del partido taiwanés Kuomintang (Partido Nacionalista Chino) —actualmente en la oposición— tiene previsto aterrizar en Pekín este miércoles para reunirse con Song Tao, jefe de la Oficina de Asuntos de Taiwán de la República Popular. Durante el último mandato de esta formación en Taiwán, entre 2008 y 2016, las relaciones entre la isla y la China continental vivieron su momento de mayor acercamiento.

Un portavoz del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino) ha mostrado este lunes la disposición de Pekín a reforzar los intercambios con el Kuomintang sobre la base del consenso de 1992 —por el cual se reconoce la existencia de una sola China, aunque con interpretaciones distintas de lo que esto significa— y la oposición a la independencia de Taiwán. La delegación taiwanesa irá capitaneada por el vicepresidente de la formación, Andrew Hsia, exresponsable del Consejo de Asuntos del Continente, una agencia gubernamental encargada de las relaciones entre ambas orillas. La delegación “llevará a cabo intercambios y diálogo sobre la base de la igualdad y la dignidad” y “reflejará las últimas preocupaciones públicas de Taiwán sobre la seguridad del estrecho de Taiwán y las expectativas de paz y estabilidad regionales”, ha explicado el partido.

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