CLAVES | ¿El segundo gran terremoto de 7,5 fue una réplica?
Nueve horas después del primer terremoto, se dio otro al nordeste, de magnitud 7,5. Algunas definiciones de la palabra “réplica” excluyen seísmos que son similares en tamaño al principal, o que ocurren lejos de la ruptura inicial. En este caso, se produjo en una falla distinta y es casi la misma magnitud. Es casi una cuestión semántica o académica, y los especialistas se encuentran divididos entre quienes lo consideran réplica y los que apuntan a que se trata de un evento sísmico distinto, detonado por el inicial.
“El primer terremoto de 7,8 detonó uno menor, unos minutos después, de 6,7: esos sí son hermanos”, explica la sismóloga Gina Villalobos, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. “El de 7,5 se produce más al norte y lo que yo interpreto es que toda la zona estaba acumulando esfuerzos y era cuestión de tiempo que alguna falla rompiera. El sismo inicial desestabilizó toda la región porque era una zona cargada de energía”, apunta. Y concluye: “No es una réplica, porque ni siquiera se produce en el mismo segmento de falla”. Itahiza Domínguez, del IGN, coincide con este diagnóstico: “El de 7,8 desencadena el de 7,5, que habría liberado su energía de forma independiente al cabo de un tiempo. El seísmo inicial afectó a la tectónica de la zona: con 200 kilómetros de falla, afecta a todo lo que hay alrededor, tensiones que se liberan en cadena con nuevos terremotos”.
Sin embargo, otros especialistas lo consideran una réplica, como Luis Cabañas, de la Red Sísmica Nacional: “Pertenece a la misma serie sísmica, aunque está en otra falla en otra dirección en esa misma zona extensa. Realmente es una rotura que ha saltado de un lado a otro, dispara la otra: no hay una línea sencilla, sino que la región está llena de fracturas agrupadas unas sobre otras”.