IAG se fija en la portuguesa TAP como plan B por si falla Air Europa | Compañías

La inminente apertura de un proceso de venta de la aerolínea portuguesa TAP no ha variado el objetivo prioritario del holding IAG de reforzar a Iberia con la suma de Air Europa. Sin embargo, la compañía que dirige Luis Gallego sigue de cerca la operación en ciernes en Lisboa. Se trataría de un plan alternativo si Bruselas vuelve a poner grandes reticencias a la compra de la compañía de la familia Hidalgo.

La estadounidense Evercore prepara el cuaderno de venta de TAP mientras el Gobierno luso ha tanteado ya el apetito de los principales grupos aéreos. Se ha llegado a cortejar a IAG, incluso con distintas declaraciones públicas sobre el encaje de una integración de TAP con Iberia. Pero el ministro de Economía, António Costa Silva, cambió el paso el jueves al afirmar ante el Parlamento que la española no parece “una buena solución” para un matrimonio. Detrás de este enfriamiento, que no llega a ser cierre de puertas, estaría la cercanía de los hubs de Lisboa y Madrid. Costa, eso sí, reconoció haber declarado el pasado mes de enero que TAP había “creado las condiciones para que iberia entre en su privatización”, y añadió que a su cargo le compete “atraer el mayor número de interesados para nuestra compañía aérea”.

Pese a todo, IAG está pendiente del cierre de las negociaciones con Globalia por Air Europa, movimiento sobre el que sigue habiendo optimismo en Iberia, y se ha mostrado a medir fuerzas en otros procesos. Las nórdicas SAS y Finnair son otras candidatas a salir al escaparate.

“La portuguesa tiene gran parte de su mercado de largo radio en Brasil, donde se impone al resto de aerolíneas europeas”, explica un analista del mercado aéreo, “no sería extraño que un potencial propietario como Air France potenciara las rutas de TAP hacia el resto de Latinoamérica”.

En el mercado se espera una pugna entre Air France, Lufthansa e IAG

El proceso de consolidación en el sector aéreo europeo obliga al refuerzo de IAG en la posición de Madrid-Barajas. Y es que el aeropuerto de Roma-Fiumicino también apunta a convertirse en seria amenaza.

El grupo Lufthansa negocia con el Gobierno italiano la entrada en ITA, sucesora de Alitalia, con un paquete inicial máximo del 40%. Desde ahí subiría al 51% en cuanto la italiana supere la pérdidas, y se convertiría en accionista único en 2027. “La germana pasará a dominar el mercado italiano y podría potenciar la oferta en Roma hacia y desde Latinoamérica, mercado en el que desempeña un papel menor desde el centro de Europa”, explica una de las fuentes consultadas.

Con Lufthansa actuando desde Roma y una posible nueva vida para TAP una vez traspasada al capital privado, Iberia sentiría el actual empuje de Air France desde París, y el de los potenciales nuevos accionistas de ITA y TAP. La situación parece haber calado en el Gobierno español, que ha tomado conciencia de la importancia de una integración española en Madrid-Barajas.

Latinoamérica, en juego

El discurso ya interiorizado es La Moncloa es que el mayor aeropuerto de Aena debe mirar hacia Asia, para lo que es necesaria una compañía aérea más potente que la actual Iberia. Pero lo que preocupa ahora por encima de eso es que Madrid no ceda su papel de puerta de Europa hacia y desde América Latina.

El Gobierno luso llevará la operación próximamente al Consejo de Ministros

El Gobierno portugués va a llevar próximamente la venta del 100% de la rescatada TAP al Consejo de Ministros. Y las citadas Air France y Lufthansa suenan como candidatas a ofertar. La primera estuvo a punto de comprar Air Europa y podría volver a la carga. En cuanto a Lufthansa, está más entretenida en desembarcar en Italia, como sucede con IAG y su intento de compra de Air Europa.

Marzo va a ser un mes decisivo para la batalla por la que volvió a ser compañía de bandera portuguesa. Está previsto que TAP luzca una recuperación muy por encima de lo que marca su plan de reestructuración (presentó un beneficio neto de 111 millones en el tercer trimestre, que rebajó las pérdidas en los nueve meses hasta los 91 millones), y que ese hito pueda generar interés. Su reflotamiento con dinero público alcanzó los 3.200 millones, que el Ejecutivo busca recuperar con la colocación de todo el capital.

Reanimación tras el rescate

Sacrificios. La Comisión Europea dio luz verde al rescate de TAP Air en diciembre de 2021. La ayuda llegó a cambio de una reducción de flota (tenía 106 aparatos antes de la crisis sanitaria y bajó a 96) y un ajuste de plantilla que alcanzó los 2.900 efectivos. Los que se quedaron en la empresa sufrieron un recorte salarial del 25%.

Clave para Lisboa. La escuadra de TAP Air suma 96 aviones: 22 de largo radio (19 A330neo y tres A330ceo); 54 de corta y media distancia (A319, A320 y A321), y 20 aeronaves para rutas regionales (ATR y Embraer) operados por la filial Portugalia. Su cuota de mercado en el aeropuerto de Lisboa supera el 50%.

Reserva postcrisis. La aerolínea presentaba una posición de caja a 30 de septiembre de 775 millones, lo que supone una rebaja de 115 millones respecto a junio por el incremento de actividad durante los meses de verano. El colchón de liquidez dobla el de septiembre de 2021 (377 millones).

Recuperación. El factor de ocupación de TAP estuvo el pasado verano ligeramente por encima del que presentó en el mismo periodo de 2019. Ese año previo a la pandemia la aerolínea atendió a 17 millones de viajeros.

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