Miguel Ángel Gil Marín estalló: “¡Es lamentable!”. El consejero delegado del Atlético de Madrid denunció este domingo algo que se parece mucho a la prevaricación por parte de los árbitros de la Liga. Gil declaró en la página web del club que los jueces, objeto de “presiones”, han perjudicado sistemáticamente al Atlético esta temporada en beneficio del Madrid, tras asistir a la expulsión de Correa por parte del árbitro Jesús Gil Manzano, en el minuto 64 del derbi disputado el sábado en el Bernabéu. El Atlético empató 1-1, a pesar de jugar con uno menos.
“No merece la pena insistir más”, expresó el dirigente. “Ya lo dije hace una semana y me ratifico palabra por palabra. Ayer volvió a ser más de lo mismo. ¡Es lamentable! Siempre sufrimos este tipo de actuaciones contra este equipo [el Real Madrid] por las presiones que se ejercen sobre el colectivo arbitral. No es razonable que a un colegiado le resulte tan difícil expulsar a uno de sus jugadores aunque la jugada sea clara y sin lugar a interpretación, como sucedió en el último partido contra este mismo equipo, y que ayer resulte tan fácil echar injustamente a Ángel Correa”.
La denuncia de Miguel Ángel Gil se desencadenó tras la sorprendente expulsión de Correa por un contacto físico con Rüdiger que Gil Manzano interpretó como agresión. El escrito del dirigente rojiblanco resulta extraordinario por los términos y la forma. Se produce en la estela de uno de los mayores escándalos que han sacudido al arbitraje español en su historia. El estallido del caso Enríquez-Negreira, con documentos que demuestran que el Barcelona pagó siete millones de euros al vicepresidente del colegio de árbitros durante dos décadas, ha tapado de oscuridad al fútbol español. El Atlético, junto a todos los clubes de la Liga menos el Barcelona y el Madrid, han solicitado que se investiguen los hechos hasta el final ante el silencio del Madrid y la federación que preside Luis Rubiales.
“Después del último derbi”, prosiguió Miguel Ángel Gil, “decidí compartir mi opinión públicamente y, solo por eso, recibí multitud de críticas y descalificaciones desde distintas tribunas (…). Sé que hay mucha gente en contra de que denunciemos un sistema que es injusto, pero no podemos normalizar lo que es anormal. Me niego a que nos acostumbremos a estas situaciones, aunque por desgracia se hayan convertido en una costumbre desde hace muchos años”.
“La integridad de la competición no puede estar en duda”, concluye, en relación al caso Enríquez-Negreira. “Si los aficionados llegan a cuestionarla, sobramos todos. En las últimas semanas hemos tenido acceso a una información muy relevante que requiere una investigación seria. No tenemos más remedio que llegar al fondo de este asunto. Así lo hemos exigido todos los clubes de la Liga a excepción de dos: el club que debe ser investigado y otro más”.
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