El Estado de Nuevo León será la sede de autos eléctricos en México. El hombre más rico del mundo, según Bloomberg, Elon Musk, se ha decantado por la ciudad norteña de Monterrey para echar a andar su factoría. Tras semanas de jaleo político y competencias entre Estados para atraer la ansiada inversión del dueño de Tesla, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dado a conocer la decisión de la empresa a favor del norte del país, aunque no ha desvelado el monto de la inversión. El mandatario indicó que los detalles los dará a conocer la empresa este miércoles en el marco de su Investors Day, sin embargo, ha afirmado que es un monto “considerable” y ha agradecido al multimillonario por su próximo arribo al país. “Viene la empresa Tesla completa, quedó pendiente lo de las baterías, pero toda la planta automotriz que va a ser muy grande”, ha declarado este martes en Palacio Nacional.
López Obrador ha detallado que se contactó con Musk un par de veces por videollamadas. “Van bien las cosas, platicamos ayer con Elon Musk el director de Tesla, hay ya un entendimiento, si van a dedicar la inversión en México y se va a establecer la planta en Monterrey, con una serie de compromisos para enfrentar el problema de la escasez de agua”. El Ejecutivo se ha dicho satisfecho con lo que se consiguió, aunque también reconoció que su Gobierno ya no lo verá. “No quiero ampliar más la información, creo que mañana se va a dar a conocer este anuncio por parte de la empresa y además se van a dar a conocer algunos compromisos y la semana que viene otros compromisos”, ha precisado. López Obrador, sin embargo, detalló que para la atracción de esta serie de factorías que implicarán centro de producción de baterías, por ejemplo, no se tuvieron que otorgar incentivos adicionales.
El aterrizaje de Tesla en México comenzó a hacer eco en octubre pasado, cuando se revelaron unas fotografías del multimillonario en Nuevo León. Musk visitó el Estado Norteño unas horas para ver de primera mano las posibilidades de instalar una nueva planta de automóviles eléctricos, en Santa Catarina, municipio con poco más de 300.000 habitantes y a solo 380 kilómetros de Austin, Texas, epicentro de las operaciones del emporio de Musk. Pero el dueño de Tesla no se ciñó exclusivamente a esa única localización. Meses después trascendió que su comitiva también había sobrevolado meses más tarde el Estado de Hidalgo, donde lo ofrecieron unas 800 hectáreas para afincar su planta. El secretario de Desarrollo Económico de Hidalgo, Carlos Henkel, confirmó previamente a EL PAÍS el acercamiento con los directivos de Tesla. Mientras Nuevo León ofrecía a Musk su infraestructura y cercanía con EE UU el Gobierno Hidalguense presumía otras ventajas como su proximidad con el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles y con el centro del país.
La batalla política por los recursos de Musk se atizó cuando el propio presidente López Obrador dio a conocer su preferencia para que el megaproyecto llegara al centro o sureste del país y no a las tierras norteñas de Nuevo León, donde ahora gobierna Samuel García, de Movimiento Ciudadano. La disponibilidad de agua en el norte del país centró el debate sobre la factibilidad para albergar una planta de esas dimensiones. “Si no hay agua, no se entregarán los permisos. No es factible”, afirmó López Obrador la semana pasada.
En línea con la tendencia verde a nivel global que ha hecho ganar terreno a los autos eléctricos frente a los de combustión, plantas como Audi o BMW en México ya tienen líneas de producción para este tipo de unidades. México cuenta desde hace años con un corredor automotor relevante a nivel internacional. El país es el séptimo productor de vehículos —por encima de Brasil y España— y es el quinto exportador en el mundo, de acuerdo con cifras de la AMIA. La capacidad instalada de producción de más de cinco millones de vehículos anuales y, hasta 2021, más del 90% de los vehículos ligeros producidos en México fueron para exportación, siendo Estados Unidos el principal destino. El ecosistema mexicano cuenta actualmente con una veintena de plantas de automóviles y una decena de factorías especializadas en la fabricación de motores y transmisiones para vehículos.
Tesla cerró 2022 con el pie derecho. La compañía aumentó casi un 60% su beneficio en el cuarto trimestre, hasta 3.700 millones de dólares, y en el conjunto del año, duplicó sus ganancias, hasta 12.556 millones, lo que la situará como la automovilística estadounidense con mayores beneficios, por delante de General Motors (GM) y Ford. En su más reciente conferencia ante inversionistas, los directivos de la firma tecnológica dieron a conocer su estrategia para 2023: Acelerar la reducción de costes y avanzar hacia mayores tasas de producción. Solo este año planean producir 1,8 millones de automóviles eléctricos. La meta es llegar a los 20 millones de vehículos en 2030, lo que le convertiría en claro líder mundial por ventas. En la hoja de ruta para alcanzar dichos objetivos, la planta en Monterrey jugará un rol importante.
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