El presidente chileno, Gabriel Boric, ha hecho una pausa en una gira al norte del país y, desde la ciudad de Iquique, se ha referido esta noche a la dura derrota que ha sufrido este miércoles su Gobierno en la Cámara de Diputados, que echó por tierra su proyecto de reforma tributaria, clave para financiar sus promesas. En una intervención de ocho minutos, con un tono de firmeza y evidente malestar, el mandatario ha defendido su propuesta, que buscaba recaudar el 3,6% del PIB, unos 10.000 millones de dólares. Increpó fuertemente a los parlamentarios que votaron en contra de esta iniciativa, que necesitaba de 74 votos para aprobarse, pero solo consiguió 73, con 71 rechazos y tres abstenciones. “Se negaron a discutir la posibilidad de tener un debate en el templo de la democracia”, interpeló Boric, en referencia a que el proyecto fue rechazado en su primera valla legislativa.
“Nuestro Gobierno va a seguir gobernando. No caerá en ningún caso en el inmovilismo y va a encontrar el camino para habilitar un debate serio en el Parlamento y, así, hacer realidad la reforma tributaria que Chile necesita”, anunció el mandatario con respecto a las nuevas vías que deberá seguir el Ejecutivo para sacar adelante el texto. Como ya la Cámara de Diputados no podrá discutirlo sino hasta dentro de un año, una opción es tramitar la iniciativa a través del Senado, donde las fuerzas políticas están empatadas. “La votación de hoy ha sido un golpe a la esperanza, pero Chile sabe recuperarse de estas pequeñeces”. Para el presidente, hoy, su Gobierno “es más fuerte que hace un año”.
Boric hizo mención a la cifra conocida esta mañana de una sorpresiva caída de la inflación. “Cuando el país comienza a mostrar señales de recuperación y Chile empieza a salir delante de una crisis larga, nuevamente hay un sector que intenta que las cosas no cambien, dejar las cosas tal y como están. Pareciera que no aprendemos de las lecciones del pasado”, aseguró Boric en referencia al estallido social de 2019, cuando la calle explotó por demandas múltiples. El mandatario de izquierda, de 37 años, añadió: “Parece que el objetivo de algunos es golpear al Gobierno e impedir los cambios. Pero se equivocan, porque no es principalmente al Gobierno al que golpean o propinan una derrota, sino a millones de chilenos que durante años llevan esperando un país más justo, un sistema de salud que los proteja y no produzca deuda, un país con pensiones dignas”.
Es la principal derrota legislativa del Gobierno, un golpe para la Administración y para el ministro de Hacienda, Mario Marcel, que hasta hoy era la superestrella del Gabinete. Un golpe inesperado justamente cuando La Moneda este sábado próximo conmemorará un año desde su arribo al poder y en medio de fuertes rumores de un cambio del equipo de ministros de cara a la nueva etapa, el que se produciría el viernes. Fue la derecha en pleno que rechazó el proyecto, pero no solo la derecha. Hubo al menos tres diputadas de izquierda que no estuvieron presentes en la sala a la hora de la votación por un incidente de una de estas parlamentarias con el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
En su intervención, el mandatario enumeró la batería de medidas que quedarán inconclusas, como el aumento de la pensión garantizada universal, PGU, equivalente a unos 310 dólares. “Pero el rechazo es una buena noticia para quienes eluden impuestos de manera impune y vergonzosa, que hoy van a celebrar la votación de la Cámara de Diputados”, dijo Boric en este discurso que ha sido transmitido en directo por los principales medios de comunicación.
Boric rechazó que no haya habido disposición al diálogo. “Queridos compatriotas: en estos episodios salen a relucir las diferencias más duras entre los sectores políticos que terminan en el peor de los sinsentidos y que le hacen mal a los chilenos y chilenas”. Tras las recriminaciones políticas, sin embargo, el jefe de Estado ha hecho un llamamiento a superar las “fracturas”. “Ocuparé todo mi liderazgo y pondré a todo nuestro Gobierno a trabajar para construir una mayoría que sí haga posible esta reforma. Porque si no superamos esta prueba –como hay pruebas que no hemos superado en el pasado y la grieta se ha agrandado– solo seguiremos alimentando una frustración”.
El presidente agradeció a los parlamentarios “que no le dieron la espalda a su pueblo”, los que aprobaron la primera prueba de la reforma que, según Boric, “era buena para Chile”. A los que rechazaron y “peor aún, salieron de la sala para no votar”, los invitó a reflexionar en conjunto para alcanzar una reforma tributaria “que mejore la distribución de la riqueza en nuestro país e incentive el crecimiento”.
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