La Princesa de Asturias, que el 31 de octubre cumplirá 18 años, iniciará este mes de agosto su formación militar. La heredera de la Corona cursará tres años en las academias del Ejército de Tierra (Zaragoza), la Armada (Marín) y el Ejército del Aire (San Javier), donde se preparará para asumir en el futuro su puesto de Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, que la Constitución atribuye al jefe del Estado.
Así lo establece el real decreto con el itinerario de la formación militar de la Princesa de Asturias, que este martes ha aprobado el Consejo de Ministros y ha sido presentado por la titular de Defensa, Margarita Robles. Con esta decisión se despejan dos incógnitas: si doña Leonor de Borbón iba a cursar tres años en las academias, como hizo su padre, o se le iba a diseñar un programa a medida de menor duración; y si se iba a posponer la formación castrense hasta que concluyera sus estudios universitarios. La respuesta es que la heredera del trono seguirá el mismo programa y en el mismo orden que Felipe VI, tres años de formación militar y luego el grado y posgrado universitario.
El período de formación castrense de la Princesa de Asturias se iniciará en agosto en la Academia General Militar de Zaragoza, donde estará el curso académico 2023-24 con el empleo de dama-cadete. El curso 2024-25 lo seguirá como guardamarina en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra) e incluirá un crucero de instrucción en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Finalmente, se incorporará como alférez alumna al curso 2025-26 en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). Al terminar su formación militar será teniente de los ejércitos de Tierra y Aire y y alférez de navío, en la Armada.
Leonor de Borbón, que concluirá en mayo el bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales (Reino Unido), seguirá el primer curso en la academia del Ejército de Tierra, donde jurará bandera, el tercero en la de la Armada y el cuarto en la del Aire, de acuerdo a “un itinerario específico y ajustado” a las tareas que desarrollará cuando asuma el trono como capitán general de los tres ejércitos.
Robles ha precisado que la Princesa de Asturias será la cabeza de su promoción, una vez completada su formación castrense, e irá ascendiendo conforme lo haga la misma, si bien no ocupará plaza. La titular de Defensa se ha felicitado además del hecho de que en un futuro España tendrá a una mujer al frente de las Fuerzas Armadas. Robles ha subrayado que la Princesa de Asturias, “como heredera del trono, tiene unas funciones constitucionales, entre las que se encuentra el Mando Supremo de todas las fuerzas armadas, por lo que es imprescindible una formación militar, como en todas las monarquías parlamentarias”, ha precisado.
El artículo 2 de la ley de la Carrera Militar de 2007 estipula que el Gobierno tiene la potestad de determinar mediante real decreto la formación que recibe la Princesa de Asturias “teniendo en cuenta las exigencias de su alta representación y su condición de heredero de la Corona”. Precisamente, lo que ha hecho hoy el Consejo de Ministros ha sido aprobar ese real decreto. “La formación militar en España es de un nivel altísimo”, ha subrayado la ministra.
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La ministra Robles ha dicho que Felipe VI “tenía especial interés” en que la formación militar de la princesa “se hiciera de la manera más rápida posible” una vez terminados sus estudios de bachillerato. “Es una magnífica noticia porque pone de relieve el funcionamiento normal de las instituciones”, ha señalado la ministra de Defensa, quien ha recordado que la Constitución adjudica al jefe del Estado el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
La princesa Leonor se incorporó en septiembre de 2021 al Atlantic College de UWC, el centro educativo situado a 26 kilómetros de la ciudad de Cardiff (Reino Unido), donde este año acaba su segundo curso de Bachillerato Internacional. El coste ha sido de 76.000 euros, pagados con dinero procedente de la asignación anual de los Reyes en los Presupuestos Generales del Estado. Como su padre, cuando acabe la formación militar saldrá con el grado de teniente para Infantería y Aire, al tiempo que será alférez de navío en la Armada, despachos que le fueron concedidos a Felipe VI en julio de 1989 tras pasar, entre septiembre de 1985 y julio de 1988, por las tres academias militares españolas. El Rey es, además, piloto de helicóptero, “con aptitud para el vuelo instrumental en el 402 Escuadrón de las Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire”, según su biografía oficial.