“El sistema bancario mexicano no está contaminado”, dijo Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), menos de un minuto después de haber tomado el escenario para inaugurar la Convención Bancaria 86 en Mérida, “para que ya no me hagan la pregunta”. En el evento, que reúne a altos directivos de los bancos nacionales hay dos temas en boca de todos: la crisis bancaria de los últimos días y la decisión del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador por cancelar las cuentas de todas las dependencias en bancos privados.
El momento de la convención es accidentalmente perfecto. El viernes, la caída de un banco de tamaño medio en Estados Unidos desató temores sobre una posible crisis financiera global. Después la estrategia de inversión de Silicon Valley Bank fracasara, el banco fue intervenido por las autoridades. Otros dos bancos estadounidenses siguieron, mientras que, en Europa, Credit Suisse tuvo que pedir prestados 50.000 millones para fortalecer su liquidez. Becker, quien además es consejero delegado de Grupo Financiero Mifel, dijo hasta el cansancio el jueves que México está seguro, ya que el índice de capitalización del sistema financiero es de casi 300% — muy por encima de las mejores prácticas internacionales, aseguró —.
En respuesta al pánico desatado por la crisis en estos bancos, el Banco Central Europeo dijo que está “preparado” para inyectar liquidez de ser necesario, mientras que en EE UU, la tesorera Janet Yellen dijo en una comparecencia el jueves que el “sistema bancario sigue siendo sólido”. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) aseguró el miércoles que “los bancos que operan en México cuentan con solidez en sus niveles de capitalización, liquidez y calidad en su cartera de crédito”. ”Ninguno de los bancos de importancia sistémica local tiene una concentración significativa en depositantes de mayor volumen ni en algún sector de actividad económica en particular”, agregó la CNBV.
La convención es el único momento del año en que el pleno del Gobierno Federal, incluyendo el presidente de México, se reúne con la élite de la banca y, en esta ocasión, López Obrador fijó un tono de confrontación antes de si quiera aterrizar en Mérida. El miércoles, su Administración publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto por el cual pide a las dependencias cancelar sus cuentas en bancos privados y mover sus recursos a alguna institución gubernamental, como puede ser el Banco del Bienestar, fundado durante este sexenio. Sobre este tema, Becker aseguró que se trata de una “reordenación” de cuentas, sin entrar a detalles sobre las implicaciones que esto pudiera tener en la banca comercial.
Fuera de las ruedas de prensa, pláticas y paneles programados, en los pasillos del Centro Internacional de Convenciones de Yucatán, estos dos temas dominan las conversaciones entre los asistentes, que se estiman alcanzan 1.000 trabajadores del sector bancario. Cuando se trata del temido contagio que una crisis financiera pudiera tener en el país, los asistentes se muestran tranquilos. “No creo que tengamos nada de qué preocuparnos”, comentó un directivo en un intercambio bursátil, pero advirtió: “por ahora”. Recuerdos de corridas bancarias en la historia de Latinoamérica ha hecho que los bancos aprendan su lección y estén bien capitalizados, coinciden algunos asistentes.
Cuando se trata de las implicaciones que pudiera tener que las dependencias de Gobierno saquen sus recursos de la banca privada para depositarla en la gubernamental, el tono cambia. ”Si me preguntas qué fue peor para mi negocio, si la pandemia o López Obrador, te diré que López Obrador”, señaló un empresario, proveedor de tecnología para servicios financieros. Las decisiones del presidente de cancelar la construcción de un nuevo aeropuerto de Ciudad de México, así como las disputas comerciales con EE UU, se han traducido a una falta de inversión, impactando los negocios.
Este es el primer año en que la Convención se celebra fuera de Acapulco, Guerrero, su sede tradicional. Mientras que algunos directivos miembros de la ABM, la mayor asociación del sector en el país, aseguran que la inseguridad no fue la razón por la que se cambió de sede, otros confirman que sí. La decisión se tomó a partir de una serie de asaltos en la carretera de Ciudad de México a Acapulco el año pasado, dicen.
El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez, y el propio López Obrador hablarán esta tarde en el evento. El programa también incluye una ponencia de la exsecretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, el viernes. Además, Becker entregará la presidencia de la ABM a Julio Carranza, consejero delegado de BanCoppel.
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