Elvira Ramos, empleada de la Generalitat Valenciana durante décadas, ha afirmado este jueves que Álvaro Pérez, conocido por el alias de El Bigotes y hombre de confianza de la trama Gürtel en esa comunidad, “entraba y salía de los despachos” de los altos cargos de la Administración regional de forma habitual. Durante su declaración como testigo en el juicio contra Francisco Camps por la supuesta implicación del político del PP en la red corrupta liderada por Francisco Correa, la trabajadora ha ratificado que, incluso, un contrato les “vino dado” a los funcionarios para que se le adjudicara a Orange Market, la empresa que usó la trama para desembarcar en esta autonomía: “Había que contratar con ellos y había que contratar con ellos”, ha insistido.
La Fiscalía Anticorrupción ha incidido así en su tesis: que la red corrupta se movía a su antojo por los más altos niveles de la Generalitat, a la que accedió presuntamente gracias a la ayuda del entonces presidente Camps, para el que pide dos años y medio de cárcel por maniobrar para adjudicar contratos a las empresas de Correa. El ministerio público le ha recordado a Ramos su declaración en instrucción, cuando ella afirmó que era “vox populi que estas personas se reunían a niveles más altos, de directores generales y consellers”; y que existieron “presiones” para contratar con Gürtel, “del presidente, a mi entender”. “¿De qué presidente?”, le ha inquirido este jueves la fiscal Concepción Nicolás. “De Camps”, ha ratificado la trabajadora autonómica, que ha añadido que El Bigotes acudía “especialmente” al despacho de Víctor Campos, entonces vicepresidente regional.
Ramos llegó a ser la secretaria y llevaba la agenda de Salvadora Ibars, ex directora general de Promoción Institucional. Según el ministerio público, Camps “dio verbalmente instrucciones a Ibars” para que adjudicasen a Orange Market los “trabajos relativos al montaje del stand de Grandes Proyectos” de la feria de turismo Fitur 2009.
Las palabras de Ramos no han gustado a la defensa de Camps, que se ha mostrado visiblemente irritada. El abogado del político ha llegado a gritar a la testigo, lo que ha provocado que el tribunal le llamara a la calma y le pidiera que moderara el tono.
Contradicciones entre testigos
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
La sesión de este jueves ha dejado también contradicciones entre algunos testigos. Jorge Antonio Lamparero, ex director general de Calidad Ambiental de la Generalitat y exdiputado valenciano del PP, ha asegurado que conocía a El Bigotes —“era un personaje pintoresco, lo conocíamos todos en Valencia”—, pero ha añadido que nunca tuvo ninguna relación con él y que no sabía que había desembarcado en la comunidad a través de Orange Market. Sin embargo, Francisco Segura, uno de los subordinados directos de Lamparero, ha afirmado que su antiguo jefe “les presentó a la empresa Orange Market” y que mantuvieron “reuniones” y “comieron” con gente de dicha compañía.
La vista oral entra ahora en un nuevo parón. El juicio, que sienta en el banquillo a Camps y a otras 25 personas, se reanudará el próximo 18 abril con la declaración de más testigos.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites