López Obrador, a los consejeros del INE y a la Suprema Corte: “Su único dios es el dinero”

López Obrador durante la conferencia matutina, el 23 de marzo.
López Obrador durante la conferencia matutina, el 23 de marzo.Presidencia de México (EFE)

“Su único dios es el dinero”. Así ha respondido el presidente al revés que este viernes le ha dado la Suprema Corte al admitir la controversia constitucional presentada por el INE y conceder una suspensión para que las reformas planteadas por el Gobierno no tengan efecto hasta que se dictamine judicialmente sobre ellas. El INE mantiene de esa forma la estructura y las funciones que tenía antes de las modificaciones que ahora quedan paralizadas. Y se gana, de nuevo, el enfado de Andrés Manuel López Obrador, quien también ha cargado contra los ministros de la Corte, a quienes ha llamado sarcásticamente “los distinguidos miembros” del Poder Judicial.

No es la primera vez que el mandatario carga contra quienes organizan las elecciones en México, ni contra los ministros. Les acusa de ganar más que el presidente y de estar al lado de las posturas conservadoras del país y en contra de las reformas que viene planteando el Gobierno en su mandato. Para López Obrador, el quid de la cuestión es el dinero, ha dicho.

La reforma electoral propuesta modifica las competencias actuales del INE, así como el presupuesto de los partidos políticos y el número de legisladores, así como los nombramientos plurinacionales. Cuando algunos de los puntos aprobados por el Plan B —el Gobierno no contaba con mayoría para imponer su propuesta más que con modificaciones puntuales— entraron en vigor, ocasionaron, días atrás, la salida del secretario ejecutivo del organismo, Edmundo Jacobo. Pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial se opuso al Plan B y Jacobo fue reintegrado a su puesto entre aplausos de sus colegas y críticas del presidente, que hoy, arrecian de nuevo.

“Es la misma mafia, son iguales que [el consejero del INE] Ciro Murayama, que [el empresario] Claudio X. González, que los conservadores que rechazan la democracia, porque ellos son partidarios de la oligarquía, el Gobierno de los ricos. La democracia es el Gobierno del pueblo. Por eso no quieren la reforma electoral, eso es lo que está sucediendo”, ha dicho el presidente esta mañana en su visita por Quintana Roo.

“El dinero”, ha señalado después. Esa es la clave, según López Obrador, por la que los consejeros del INE se oponen a su reforma. “La ley lo que busca es reducir los sueldos elevadísimos de los consejeros y de los jueces, ministros y magistrados, ellos tienen como Dios al dinero”.

La suspensión redactada por el ministro Javier Laynez, en cuya ponencia recayó el recurso del INE, sostiene que la reforma del Gobierno puede implicar violaciones a los derechos políticos de la ciudadanía. En este argumento se atisba la dirección en la que podría resultar la sentencia que se espera, lo que daría al traste con una de las grandes apuestas legislativas del sexenio. La suspensión estará en vigor hasta que la Suprema Corte resuelva sobre esta cuestión constitucional.

Mientras tanto, el efecto de dicha decisión será que “las cosas se mantengan en el estado en el que hoy se encuentran y rijan las disposiciones vigentes antes de la respectiva reforma”, expresó la Corte este viernes. “Dicha suspensión fue otorgada debido a que el decreto no sólo contiene normas de carácter general, sino también actos concretos de aplicación, sobre los cuales la suspensión generalmente se concede”, se añade en el comunicado emitido.

La vulneración de los derechos humanos es la motivación para conceder la suspensión de una norma, y en este caso, la Corte entiende que podrían ser violados “los derechos políticos electorales de la ciudadanía”.

La reforma electoral está suponiendo un dolor de cabeza para el presidente, toda vez que no cuenta con las mayorías suficientes para aprobarla en las Cámaras legislativas con la fuerza de su propio partido político. Y porque se está encontrando en el camino con obstáculos jurídicos. Pero esta reforma también ha supuesto un choque político. Agrupados bajo la bandera de “el INE no se toca”, la oposición marchó en las calles de la capital en dos ocasiones de forma masiva. Ambas protestas resultaron como un balón de oxígeno para una oposición inerme hasta entonces, que cobró fuerza arropada por decenas de miles de seguidores.

También a eso contestó el presidente convocando a los suyos a una marcha, que fue multitudinaria asimismo, y en la que salió con ellos en apoyo a su propio Gobierno. El pasado sábado, con motivo de la celebración de la expropiación petrolera que llevó a cabo el general Lázaro Cárdenas, el presidente se dio otro baño de masas. Personas llegadas de toda la República en autobuses se concentraron en el Zócalo capitalino para escuchar su mitin.

La reforma del INE está resultando más difícil, quizá, que lo que esperaba el presidente, y dando alas a las fuerzas opositoras.

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