Apenas es marzo y Ana Obregón ha protagonizado una de las historias que a buen seguro estará entre las noticias del año. La actriz, presentadora y productora, de 68 años, se ha convertido en madre de una niña por vientre de alquiler. El bebé es el segundo hijo de la bióloga, después de Álex Lequio, que nació de la relación con Alessandro Lequio y falleció en mayo de 2020, con 27 años, a causa de un cáncer. La revista ¡Hola!, que se publica cada miércoles, adelantó su portada a última hora del martes, como anticipo de la noticia. En la fotografía que ilustra la primera página de la publicación se ve a Ana Obregón saliendo por la puerta del centro médico, situado en Miami, Florida, con la pequeña en brazos.
Según explica la cabecera en el reportaje que acompaña a la fotografía, la artista acudió a la ciudad estadounidense a recoger a la niña hace unos días y pasó cuatro jornadas sola esperando el nacimiento. El día 18 fue su 68º cumpleaños. El 20 nació la niña, y entonces se pudo ver a la presentadora entrando en el centro. El 22 se marchó con la pequeña en brazos, cuyo nombre es el mismo de la presentadora y de su madre, Ana.
A las cuatro y media de la tarde del miércoles, más de 12 horas después de conocerse la exclusiva que ha abierto informativos, Obregón ha pronunciado las primeras palabras al respecto a través de su perfil de Instagram, donde acumula más de un millón de seguidores. En él ha colgado la portada de la revista ¡Hola! (etiquetando a la publicación) y ha escrito un breve mensaje: “¡Nos pillaron! Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir”. Acompaña el texto con dos mensajes con etiquetas, “Bienvenida al mundo” y “Muero de amor”. El lugar desde el que localizaba el mensaje: “Amor”.
La revista cuenta que la actriz salió del centro médico, el Memorial Regional Hospital de Miami, uno de los más grandes de Florida, en una silla de ruedas, puesto que así lo manda el protocolo, y que fue acompañada por una enfermera hasta su coche, en el que se marchó con la niña. ¡Hola! explica que Obregón ha alquilado un apartamento con vistas al mar para pasar allí los primeros días con la recién nacida, y cuando acabe todos los trámites legales regresará a España. Únicamente sus hermanas, Celia —que más tarde ha contado que todos están “en shock”— y Amalia, y su expareja y padre de su hijo, Alessandro Lequio, conocían esta decisión. Lequio ha explicado el miércoles en El programa de Ana Rosa, donde colabora, que efectivamente sabía de esta decisión, pero que prefiere mantener silencio: “Con todo el cariño personal y el máximo respeto profesional espero que entendáis que de este tema no voy a decir nada, ni ahora ni nunca”. EL PAÍS ha contactado con él y también ha declinado comentar nada al respecto.
El último lustro ha sido el más difícil en la vida de Ana Obregón. A principios de 2018 su hijo fue diagnosticado de cáncer, que la familia intentó curar en España y Estados Unidos, y del que finalmente falleció, en mayo de 2020, en plena pandemia, lo que la hizo pasar el duelo prácticamente sola. Un año después murió su madre, Ana María Obregón Navarro, a los 95 años. Finalmente, el pasado septiembre se quedó también sin su padre, el empresario Antonio García Fernández, que falleció a los 96 años.
Durante estos tres duros años Obregón se ha refugiado en el trabajo. Regresó a televisión presentando las Campanadas de Televisión Española, algo que ha hecho en 2020 y 2022 (en 2021 no pudo por estar enferma de covid). Además, ha participado en otros programas, como Mask Singer, y ha empezado a preparar una serie sobre su vida. Hace apenas unas semanas anunció que lanzaría un libro que su hijo no pudo terminar de escribir, y a principios de febrero puso en marcha una fundación que lleva el nombre de su primogénito y cuyo objetivo es financiar la investigación contra el cáncer.
Estados Unidos, donde las leyes de fertilidad dependen de los Estados, es el país que más años lleva realizando procesos de vientre de alquiler (una práctica ilegal en España), que pueden costar entre 110.000 y 185.000 euros. Los primeros se llevaron a cabo en los años ochenta del pasado siglo. La mayoría de los famosos que han optado por esta práctica para ser padres (desde Kim y Khloé Kardashian hasta Miguel Bosé, el matrimonio formado por Priyanka Chopra y Nick Jonas o el futbolista Cristiano Ronaldo) han acudido a este país, no por ser el destino más seguro, sino por tener la legislación más permisiva y sólida, como es el caso de California (convertido en uno de los Estados más concurridos para este tipo de procesos). En Miami, por ejemplo, existen hasta seis agencias, según la web especializada surrogate.com, que ayudan en el proceso tanto a quienes acuden a ellas en busca de un bebé como a las potenciales gestantes; además, ambas partes deben contar con sus propios abogados de principio a fin.
EE UU y Canadá son algunos de los países que expiden una sentencia judicial, que posteriormente es reconocida por las autoridades españolas para poder inscribir al recién nacido. El Estado de Florida considera completamente legal el proceso. El reconocimiento de la filiación en España no es automático, sino que una vez iniciado se lleva a cabo un procedimiento judicial por el que se dicta una sentencia que declarará la filiación de los padres. En 2010 el Gobierno español aprobó una instrucción que permite inscribir a esos bebés basada en el “interés superior” del menor.
A diferencia de Canadá, Estados Unidos, Rusia, Ucrania, Georgia o Reino Unido, el trámite y ejecución de un vientre de alquiler en España es ilegal. Así lo estipula la ley de 2006 sobre las técnicas de reproducción asistida. Según esta regulación, en España está totalmente prohibido realizar el proceso de gestación subrogada o vientre de alquiler, ya que la filiación legal del menor está vinculada directamente con el parto y no por la vinculación genética. El Gobierno español sí reconoce a los hijos nacidos de gestación subrogada en virtud de una instrucción de la Dirección General de Registros y Notariado, aprobada en 2010, que supone una opción legal pero solo válida para algunos casos: aquellos en los que hay una decisión judicial previa sobre la filiación en el país donde se lleva a cabo el proceso. Ocurre en Estados Unidos y en parte de Canadá.
En Florida, las madres gestantes tienen que cumplir una serie de requisitos. Deben pasar un chequeo de salud física y mental que dictamine que están preparadas para el proceso; además, no deben consumir alcohol ni drogas. Deben tener residencia permanente en EE UU y no pueden recibir ningún tipo de ayuda económica gubernamental. La edad de la gestante debe estar entre los 21 y los 40 años, y debe haber dado a luz “al menos una vez sin complicaciones”, tal y como recogen las leyes estatales de Florida, y no puede haber tenido más de tres cesáreas o de cinco partos vaginales.
En España, las leyes de la adopción permiten adoptar a un niño cuando se tienen entre 25 años y, como máximo, 45. Además, la diferencia de edad entre padres e hijos debe ser mayor de 16 años hasta un máximo de 40. Por tanto, para Obregón habría sido imposible adoptar en España a sus 68 años.
El día después de conocerse la noticia, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado que esta es una “forma de violencia contra las mujeres”. También en los pasillos del Congreso de los Diputados, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, lo ha censurado y lo ha calificado de “explotación del cuerpo de la mujer”. La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ha evitado posicionarse al ser preguntada al respecto. “Es un aspecto complejo que merece debates profundos y serenos, ya que afecta a muchas cuestiones morales, éticas, religiosas, con muchas opiniones por parte de la sociedad española”, además de implicar a niños, “que tienen unos derechos que deben de ser garantizados”, ha declarado. Poco después de Gamarra, fuentes de la dirección del PP han dicho que el partido está dispuesto a abrir un debate “sosegado y serio” para regular los vientres de alquiler en España, siempre que no medie en ningún caso una contraprestación económica.