Las autoridades han encontrado este lunes los cuerpos de cuatro personas en la playa que está frente al lujoso hotel Fiesta Americana Condesa, en Cancún, uno de los lugares de vacaciones más visitados de México por turistas nacionales e internacionales. Las fuerzas de seguridad acudieron al lugar tras una llamada de emergencia que reportaba la existencia de tres personas con heridas de bala tiradas en la arena de una de las playas más exclusivas de la ciudad. Las vacaciones de Semana Santa ha provocado un aluvión de personas hasta Cancún, en Quintana Roo, donde la tasa de ocupación de los hoteles ha llegado al 80% y se coloca la segunda con mayor tasa después de Puerto Vallarta (82,8%). Pese a lo paradisíaco de sus playas y el lujo de sus hoteles, ningún sitio puede escapar del todo a la violencia homicida que domina México.
La Fiscalía de Quintana Roo ha iniciado una carpeta de investigación para investigar las muertes. “Las autoridades trabajan para esclarecer los hechos y dar con el paradero del o los responsables de estos acontecimientos”, aseguran en el escueto comunicado emitido. Se desconoce la identidad de las víctimas. En un informe posterior, Óscar Montes de Oca, el titular de la Fiscalía, ha hablado de la vinculación a proceso de dos personas “por su probable participación en los hechos ocurridos” y cuyo nombre no quieren revelar.
Los medios locales hablan de un enfrentamiento surgido tras una pelea por el control del tráfico de drogas en esa zona. Las patrullas de la policía y el Ejército patrullan la playa mientras los bañistas siguen disfrutando del sol y de la arena, según muestran los vídeos que han circulado en las redes sociales. Fiesta Americana Condesa, el hotel cerca del que se han encontrado los cuerpos, es un hotel típico de estas zonas de playas. Tres grandes edificios con habitaciones y en medio, un resort con piscinas, hamacas y acceso directo a la playa donde debería poder aislarse del mundo para disfrutar del pescado frito y el mar azul.
Sin embargo, México aparece por la puerta de atrás para recordar que esas bellezas naturales están en uno de los países más violentos del mundo. El pasado 28 de marzo, un turista de Estados Unidos recibió un impacto de bala en la pierna por agresores no identificados en Puerto Morelos, al sur de Cancún. El Departamento de Estado de ese país emitió una alerta de viajes hace una semana para aquellos que quisieran viajar a México en las vacaciones. En el comunicado exhortó a los viajeros a “tomar mayores precauciones” en lugares como Cancún, Playa del Carmen y Tulum, sobre todo por la noche. La violencia homicida persigue a esta localidad famosa en el mundo entero, atacada por pequeños y grandes carteles que se disputan el territorio de venta de drogas en la ciudad.
Desde el 27 de marzo, la Fiscalía de Quintana Roo ha realizado 148 detenciones, 40 vinculaciones a proceso y 9 sentencias condenatorias, cinco por robo, dos por abuso sexual, una por narcomenudeo y otra por delito de corrupción de menores, según han informado las autoridades. La ciudad ha estado sumida en una serie de conflictos que han acechado con trastocar su carácter paradisíaco. Empezando por el conflicto entre los conductores de Uber y los taxistas, que amenazaron a los primeros si se atrevían a circular por sus zonas después de que un cambio en la regulación les permitiera volver a las calles y ofrecer sus servicios, con tarifas mucho menos que las de sus compañeros taxistas. Y terminando por la violencia que sigue presente, oculta entre los hoteles y restaurantes de lujo. El año pasado, en un restaurante en Tulum, otra joya turística a pocos kilómetros de Cancún, registro una balacera en un restaurante de lujo que dejó dos muertos y a un montón de gente muerta de miedo. Pese a todo, estos enclaves siguen registrando las tasas de ocupación más altas del país.
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