El ELN se toma fotos con menores de edad y justifica sus ataques a la fuerza pública

El ELN no se deja imponer el tono de la paz total. La tensión se ha mantenido entre esta guerrilla de izquierda y el Gobierno de Gustavo Petro después del ataque que hizo el ELN a una base rural del ejército, en la madrugada del miércoles pasado, que dejó a nueve militares muertos y ocho heridos. El evento generó el rechazo inmediato del presidente y de los negociadores del Gobierno, que el viernes en la noche exigieron una reunión de emergencia con los negociadores de la guerrilla para buscar un cese al fuego bilateral. Ese cese, por ahora, no llega. Pero sí se publicaron este lunes unas fotos de guerrilleros en la zona del ataque, la región al nororiente de Colombia llamada Catatumbo, que encendieron indignación entre los colombianos.

En una de las fotos publicadas este lunes se ve una patrulla de guerrilleros del ELN en el corregimiento Versalles del municipio de Tibú, posando con seis menores de edad. Involucrar a menores en eventos de la guerrilla puede constituir una violación al Derecho Internacional Humanitario. Hace dos meses se generó también un rechazo generalizado cuando se conoció que disidentes del frente 36 de las extintas FARC habían bailado con niños en una escuela rural de Yarumal, norte de Antioquia, cuando las instituciones educativas están explícitamente protegidas por el DIH.

Este lunes el alcalde en Tibú, Nelson Leal López, le confirmó al diario El Tiempo que la patrulla guerrillera que se tomó fotos con niños estuvo brevemente este fin de semana en Versalles, “una presencia rápida, se abastecieron de víveres y salieron nuevamente”, explicó. Añadió que estas patrullas se mueven por el territorio por la falta “de presencia de las instituciones del Estado”. No se refería solo al Ejército, sino a otras como la Defensoría del Pueblo o la Fiscalía. “Rechazamos esa presencia [del ELN], sin dudas”, aclaró.

Presidencia no se ha pronunciado sobre las fotos, aunque el presidente Petro las compartió cuando respondía a la senadora de oposición uribista María Fernanda Cabal, quien acusaba al mandatario de “entregarle el país al ELN”. “Ustedes llevaban el país a la violencia, nosotros queremos llevarlo a la paz sin ingenuidades”, le respondió Petro, priorizando responder ante la pelea política sobre la situación humanitaria.

El ELN no se ha pronunciado sobre la foto aún, pero el fin de semana publicó un comunicado sobre el ataque contra la base rural del Ejército. Su tono difiere mucho al del Gobierno, que está afanado por lograr un cese al fuego. La guerrilla justificó su accionar en su “derecho a la defensa”, si bien el grupo de militares no ejercía una acción ofensiva sino que custodiaba un oleoducto.

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El argumento del ELN es que el Ejército ha seguido atacando a sus integrantes este año, a pesar de que Petro decretó un cese al fuego en diciembre—una movida que le salió mal, ya que este cese no se había acordado previamente en la mesa de diálogo. El ELN no solo dice que ellos responden militarmente porque las “fuerzas militares mantienen una ofensiva”, sino que los militares lo hacen “actuando de manera conjunta con fuerzas narcoparamilitares”.

Sin embargo, en el comunicado insisten en que mantienen la disposición para “trabajar y alcanzar un cese bilateral del fuego, sus respectivos protocolos y los mecanismos de veeduría y verificación”. Eso ocurriría en el siguiente ciclo de negociaciones, el tercero desde que arrancaron los diálogos, y que se hará en La Habana (Cuba). La fecha exacta para este siguiente ciclo no ha sido fijada aún.

El comunicado del ELN también asegura que el comandante Pablo Beltrán, parte de la mesa de diálogos, sí tiene el reconocimiento de todas las estructuras del ELN. Esta aclaración ocurre después de que, en otro comunicado este fin de semana, el Frente Occidental de esa guerrilla, ubicado sobre todo en el departamento del Chocó, afirmara “no vemos con buenos ojos este proceso de paz y cada día tenemos más interrogantes e incertidumbres”.

Sobre ese último punto, el senador Iván Cepeda, negociador en la mesa por parte del gobierno, dijo a Caracol Radio que la suspicacia de uno de los frentes a las negociaciones “no había aparecido hasta ahora en las conversaciones y sí debe ser objeto de una aclaración” por parte del ELN. “Porque no es normal que uno de los grupos, o de los frentes de guerra, anuncie que se distancia de estos diálogos”, añadió Cepeda.

El senador de izquierda insistió que en el tercer ciclo de conversaciones esperan alcanzar un cese al fuego bilateral con la guerrilla del ELN. “Si eso no se concreta, juzgaremos [qué hacer] sobre esa situación, porque es difícil adelantar diálogos sin que se logre establecer las condiciones que le van a dar credibilidad y confianza ante el país”, dijo Cepeda. “Así es difícil que se mantenga un proceso de conversaciones”, concluyó.

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