García-Page se lanza a por el electorado de Ciudadanos en Castilla-La Mancha | España

Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, el pasado 11 de abril.
Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, el pasado 11 de abril.DAVID ESTEBAN/JCCM (DAVID ESTEBAN/JCCM)

El PP será el gran beneficiado de la desintegración de Ciudadanos en las elecciones del 28-M según la previsión de todas las casas demoscópicas, pero el PSOE no se resigna a dar ese potencial caladero de votos por perdido. Al menos en Castilla-La Mancha. Los socialistas incluirán a alcaldes y concejales del partido liberal en las listas de las candidaturas municipales y Emiliano García-Page se ha mostrado favorable a contar con diputados regionales de CS en su organigrama si revalida la Junta, para lo que necesita reeditar la mayoría absoluta frente a una coalición de PP y Vox.

“Los cargos que tenga la comunidad autónoma no van a depender del carnet, van a depender de la capacidad, sean de Ciudadanos o sean de Podemos. Es una capacidad esponja que tiene este Gobierno”, ha recalcado el barón del PSOE esta semana, en un gesto dirigido también al espacio a la izquierda de los socialistas que refleja que la estrategia que García-Page seguirá para frenar a Vox será la transversalidad. En esta línea, el fichaje de María Ángeles Rosado, exdiputada nacional de Ciudadanos, como candidata socialista a la alcaldía de Sayatón, en Guadalajara, tiene un enorme simbolismo: Albert Rivera apostó por Rosado, agricultora y licenciada en Ciencias Políticas, en las elecciones generales de abril de 2019 como cabeza de lista en esa provincia, en un guiño a la España Vacía. Ciudadanos obtuvo el último de los tres escaños en juego, quedándose a menos de 2.000 votos del PP. En la repetición de las generales de noviembre, los diputados se los repartieron PSOE, Vox y PP.

El PP ya absorbió al grueso del electorado de Ciudadanos en las comunidades donde el principal partido de la derecha convocó el adelanto de elecciones, rompiendo todos los gobiernos de coalición que mantenía con la formación naranja. Ninguno completó la legislatura en Madrid, Murcia, Castilla y León y Andalucía. Ciudadanos mantiene aún una importante presencia en las Cortes de la Comunidad Valenciana (18 diputados), pero el entorno del presidente autonómico, Ximo Puig, no se hace ilusiones de captar a una parte relevante de su electorado. Javier Lambán sí se ve con opciones de atraer a una parte sustancial del granero de los votantes que Ciudadanos tuvo en 2019 en Aragón (12 escaños) con un discurso en líneas generales moderado, pero muy crítico con el independentismo. Las fuentes consultadas ponen como ejemplo el precedente de Salvador Illa con el PSC en febrero 2021, que ganó las elecciones catalanas gracias a un nutrido trasvase de votantes desencantados de Ciudadanos: los socialistas se dispararon de 17 a 33 escaños y los liberales se hundieron de primera a séptima fuerza (de 36 a 6 escaños).

El PSOE de Castilla-La Mancha se ve en condiciones de pescar en el río revuelto de Ciudadanos. En la dirección regional del partido y de la Junta otorgan una relevancia máxima a los fichajes de cuadros de este partido, ya que contribuirían a entrar en una bolsa de votantes que puede determinar el resultado del 28-M en la comunidad. “La mayoría cuadros de CS pueden quedar fuera de juego en estas elecciones… Me importa la gente más que las siglas”, observó este martes García-Page en una entrevista concedida a Europa Press. “Si a los españoles les importaran las siglas más que la gente, no habría pasado lo que ha pasado: que todos los partidos han cambiado sus siglas menos el PSOE”, abundó. En las pasadas autonómicas, Ciudadanos superó los 120.000 votos y entró en la Cámara autonómica con cuatro diputados; el PSOE se impuso con 19 escaños y 475.000 votos, por los 307.000 del PP (10 parlamentarios). David Muñoz, diputado de Ciudadanos, ya se ha dejado querer: “Manteniendo mi visión de las cosas y mis principios intactos, no tendría problema ni tendría ningún prejuicio para trabajar con alguien con el perfil que tiene García-Page”, ha reaccionado a las palabras del líder territorial del PSOE. En la lista autonómica de Paco Núñez, el candidato del PP el 28-M, no hay cargos procedentes de CS.

La política de bloques se rompió en el verano de 2019 únicamente en Castilla-La Mancha con un pacto entre el PSOE y Ciudadanos inédito en el resto de España. Albert Rivera vetó los acuerdos con los socialistas, que permitieron al PP mantener cuatro de las cinco comunidades que presidía. Pero García-Page consiguió que Rivera aceptase su comunidad. El pacto implicó que PSOE y Ciudadanos gobernasen conjuntamente tres de las cinco capitales castellanomanchegas: Albacete (173.000 habitantes), Ciudad Real (75.000 habitantes) y Guadalajara (850.000), además de la Diputación de Guadalajara y una veintena de pequeños municipios. En Albacete y Ciudad Real socialistas y liberales se han alternado en la alcaldía dos años cada uno. En la ciudad de Guadalajara han gobernado en coalición con un alcalde socialista y un teniente de alcalde de CS.

El excoordinador local de IU y exconcejal de Ganemos en el Ayuntamiento de Toledo, Javier Mateo, también se ha mostrado agradecido con García-Page, que ha destacado “su valía política” y le ha ofrecido colaborar con el proyecto del PSOE. Una invitación que el edil ha declinado por estar centrado en “la construcción del espacio de Sumar”. La alianza de Podemos, IU y Equo en 2019 recibió 74.000 votos en 2019, mil votos menos que Vox. Pese a superar el 5% de apoyos, no obtuvieron ningún escaño tras la reforma de la ley electoral que María Dolores de Cospedal impulsó en su legislatura como presidenta de Castilla-La Mancha (2011-2015).

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