Santiago Abascal ha dado el pistoletazo de salida a la precampaña de Vox para las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo cargando contra su antiguo partido, el PP, del que ha dicho que es “el PSOE con diez años de retraso”. En la plaza de toros de Murcia, donde ha reunido a más de 10.000 personas, ha asegurado que “el problema del PP es que se le acabó el crédito, solo tiene deudas con los españoles, que ha ido acumulando en los últimos años”.
El líder de Vox ha acusado al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, de no secundar las manifestaciones que impulsa su partido, ni sus recursos ante el Constitucional, ni sus denuncias penales contra Sánchez ni la moción de censura con la que lleva amagando desde hace dos meses y de la que no ha ofrecido ninguna novedad. “Frente a uno de los peores gobiernos de la historia de España, está la nada” del PP, ha enfatizado. “A nosotros podrán decirnos que nos hemos equivocado, pero no que nos hemos quedado con los brazos cruzados”, se ha quejado. “Ellos nunca están. Salvo en los Goya. Allí sí están, aunque le dediquen un premio al proetarra Fermín Muguruza”, ha añadido, en referencia a la asistencia del presidente del PP a la gala de los premios del cine español, en los que el director vasco era uno de los nominados, pero no obtuvo premio.
Abascal es habitualmente muy cuidadoso con Feijóo pues, como ha recordado este domingo, dirige un partido con el que Vox tendrá que entenderse “en algún momento”. Sin embargo, a poco más de tres meses de la cita con las urnas, su objetivo es fidelizar a un electorado nutrido mayoritariamente de exvotantes del PP que en las últimas elecciones municipales y autonómicas dio la espalda a los candidatos de Vox.
El PP, ha asegurado hoy, es “un partido de centro-izquierda” que solo aspira a “heredar” el poder del PSOE y que ha asumido los planteamientos de la izquierda. Como prueba, ha citado el hecho de que Feijóo se haya conformado con la sentencia del Constitucional sobre la ley del aborto que ha rechazado el recurso que su propio partido presentó en 2010. “Ya solo queda Vox para defender a los más indefensos”, ha dicho, provocando el aplauso de los más antiabortistas. Sus puyas no solo se han dirigido contra el presidente del PP, sino también contra sus portavoces de campaña, Borja Semper, y en el Congreso, Cuca Gamarra, a la que desde el público se ha tachado de “cucaracha”.
Abascal ha guardado silencio ante el insulto, que no ha desentonado en un ambiente caldeado previamente por un vídeo con improperios contra el presidente del Gobierno. El propio líder de Vox ha desmentido la noticia de que haya expedientado a su candidato a la presidencia de Murcia, José Ángel Antelo, por llamar “ratas” a exdiputados regionales de su partido. “Se ha quedado corto”, ha apostillado entre risas.
Vox se había volcado para que el acto fuera un éxito, fletando autobuses desde distintos puntos de España y movilizando a sus cargos públicos. Murcia no solo es la única comunidad autónoma en la que ganó las elecciones generales de noviembre de 2019 , sino un territorio abonado que en las últimas semanas ha resucitado la llamada guerra del agua, que la enfrenta a Castilla-La Mancha por la reducción del caudal del trasvase Tajo-Segura. “El agua tiene que llegar al último rincón de España. Como sea”, ha dicho Abascal, entre aplausos. Pero el lleno no ha sido completo. Aunque el inicio del acto se retrasó media hora, alegando la organización que aún había gente en cola para entrar, la grada tras el escenario se ha quedado vacía y también la andanada, la tribuna superior cubierta de la plaza.
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Al escenario han subido los 13 candidatos de Vox para presidir comunidades y ciudades autónomas: diez hombres y tres mujeres. Muchos de ellos son concejales (como los de Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Asturias o Murcia) y solo uno (Baleares) se sienta ya en una Asamblea autonómica. La ausencia más notable ha sido la de Navarra, donde Vox aún no ha designado candidato y ni siquiera ha aclarado si piensa presentarse, ante la necesidad de competir con el PP y UPN por el voto de la derecha españolista.
En la misma línea de abrirse un hueco frente al PP, la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, ha cargado contra la presidenta Isabel Díaz Ayuso, a la que ha acusado de subvencionar con 100 millones a los “sindicatos de la mariscada” (como denomina a los sindicatos de clase), mientras no tiene dinero para pagar a los médicos; y de mantener en vigor “leyes liberticidas que corrompen a nuestros hijos”, en alusión a la ley LGTB de la Comunidad de Madrid que prohíbe discriminar a nadie por su orientación sexual.
Con todo, el objetivo de las mayores diatribas de los líderes de Vox han sido los medios de comunicación, a los que han acusado de querer “destruir” a su partido. Abascal se ha quejado especialmente de las críticas de aquellos periódicos y emisoras que considera “dirigidos y financiados por el PP”, como parte de la pugna intestina por el electorado de la derecha. “Llegaremos [al Gobierno] sin ellos y llegaremos contra ellos, si es necesario”, ha dicho.
Los ataques públicos de Vox contra la prensa han sido una constante desde su nacimiento, lo que ha generado situaciones de tensión entre sus seguidores y los periodistas. En el acto de este domingo, Vox ha negado la acreditación a numerosos medios de comunicación, incluido EL PAÍS.
