El Valle de México ha estrenado año con su primera contingencia ambiental. La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) ha declarado este domingo las medidas de urgencia para la zona sur por la alta concentración de PM₂,₅, las peligrosas partículas finas. La causa de la acumulación han sido las “emisiones extraordinarias generadas por la quema masiva de pirotecnia y fogatas” para celebrar el fin de año en la zona de la capital.
A las 11 de la mañana, la CAMe ha identificado que la concentración de PM₂,₅ en la estación Santiago Acahualtepec, en la alcaldía Iztapalapa, se registraba un promedio de 103,6 microgramos por metro cúbico. La norma mexicana, que es mucho más suave que lo que recomienda la Organización Mundial para la Salud (OMS), considera una concentración de 41 microgramos por metro cúbico como el límite, hoy casi se triplicaba ese valor.
Así, se ha activado la Fase I de la contingencia en las alcaldías capitalinas de Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco; y en los municipios de Amecameca, Atlautla, Ayapango, Chalco, Cocotitlán, Ecatzingo, Juchitepec, Ozumba, Temamatla, Tenango del Aire, Tepetlixpa, Tlalmanalco y Valle de Chalco Solidaridad. “Permanece en casa con las ventanas cerradas, para evitar que el aire contaminado ingrese a tu hogar”, reza el comunicado de la CAMe.
La masa de las partículas PM₂,₅ es minúscula, casi insignificante, pero su riesgo aparece cuando se acumulan debido a que entran por las vías respiratorias y se intercambian en el torrente sanguíneo. Una investigación de la Universidad de Montana (EE UU), en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encontró una asociación entre la concentración de partículas ultrafinas con la aparición del alzhéimer a temprana edad en Ciudad de México. Los resultados del estudio concluyeron que, en comparación con los niños que viven con aire limpio, los de la capital del país “exhiben inflamación sistémica, cerebral e intratecal, déficits de memoria de atención y corto plazo, y otras condiciones que indican que esta parte del cerebro es blanco de la contaminación”. Esta inflamación cerebral se vincula con deficiencias cognitivas como la memoria reciente y el desarrollo de marcadores del alzhéimer.
Ciudad de México vive inmersa en una alarmante contaminación. El índice Global Burden of Disease ha registrado que cada año la contaminación atmosférica acaba con la vida de 8.000 a 14.000 personas en la capital, que es ya es el noveno factor de muerte prematura en México.
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