Almeida busca un milagro para evitar la prórroga de los Presupuestos de Madrid para 2023 | Madrid

Javier Ortega Smith lleva un tatuaje en un brazo que pone COE 13, un cuerpo de élite de las Fuerzas Armadas españolas —ya desaparecido— donde hizo la mili. En el libro La España Viva (Editorial Kalma), el portavoz de Vox en el Ayuntamiento explica qué supuso para él haber hecho el servicio militar en este grupo con dos frases que le dijo su capitán nada más verle a modo de bienvenida: “La misión se cumple siempre y toda situación es susceptible de empeorar”. Smith, durante su breve e intensa etapa política — tres años de diputado de Vox en el Congreso, tres como portavoz en el Ayuntamiento y tres de secretario general del partido― lleva a rajatabla estos dos consejos militares. Desde mayo de 2019 ha diseñado una estrategia sibilina para arañar los votos populares en la capital. Si el PP quiere los cuatro votos de su grupo para unos Presupuestos, deberá retirar Madrid Central cuanto antes y como sea, pese a que eso suponga saltarse la directiva medioambiental europea. Este lunes, a media mañana, durante la presentación del plan de actividades culturales de la Navidad en el palacio de Cibeles, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha reprochado a la extrema derecha su negativa a sentarse a negociar las cuentas de 2023, otra vez:

―Es muy difícil entenderse con ellos.

Salvo milagro de última hora, PP y Ciudadanos divisan el horizonte electoral del año que viene con unas cuentas prorrogadas, las primeras del mandato de coalición. “Vox no da señales”, cuenta por teléfono un alto cargo del área de Hacienda. Marejada económica municipal. Algunos concejales del PP confiesan en privado que si Smith no estuviera en el Ayuntamiento, ya estarían firmadas las cuentas de 2023. La relación entre Smith y Almeida lleva meses encallada. Acusaciones mutuas. Reproches en la prensa. Sobreactuaciones en los plenos. Ni rastro de acuerdos. Lo mismo sucedió en diciembre de 2022, cuando el alcalde aprovechaba actos y plenos para arremeter contra Smith. Almeida no entendía su negativa a sentarse con él para tratar de llegar a un acuerdo. Tras semanas de acusaciones mutuas, ambos mandatarios se citaron en el despacho de la cuarta planta del palacio de Cibeles. Aquel encuentro duró una hora y solo sirvió para la foto. “No vamos a aprobar los Presupuestos. No cumple sus promesas. Su política es rastrera”, dijo Smith. “La reunión ha sido un frontón”, contestó Almeida. “Yo le decía: ‘¿Y los presupuestos?’, y él me contestaba con Madrid Central. ‘¿Qué propuestas tiene?’ Y Madrid Central. Todo se resume a que Javier circule con su vehículo por la Gran Vía. Me he llevado una profunda decepción. ¡Que no venga a tomar el pelo a los madrileños!”.

Un año después, todo apunta hacia la misma dirección, pero con cierta esperanza. Si Almeida aprobó las cuentas de 2022 con el apoyo del tres concejales del Grupo Mixto —ediles que se marcharon en 2021 de Más Madrid, por desavenencias con la portavoz de este partido, Rita Maestre―, para 2023 estos ediles ya han mostrado su negativa con un portazo. “Una enmienda a la totalidad”, ha asegurado Luis Cueto. “No podemos aprobar estos presupuestos. Si quieren nuestros votos, que suba el gasto y aumente la inversión. Nos sentimos engañados tras nuestro voto del pasado año”. Lo mismo ha dicho Maestre, que ha registrado ya 196 enmiendas parciales que tratan sobre el problema de los precios de la vivienda en Madrid que plantean ayudas a los propietarios que alquiles sus viviendas a los menores de 35 años. El PSOE ha lanzado 175 enmiendas parciales con el no rotundo a las cuentas. “Pretendemos reequilibrar un poquito más los distritos”, ha anunciado su portavoz, Mar Espinar.

Movimiento inesperado

Quizá por eso y ante tanta negativa a los presupuestos ―5.703 millones de euros, que contemplan un 9% más de inversión para el distrito de Salamanca que al de Puente de Vallecas―, el pasado viernes, el edil de Movilidad del Ayuntamiento y persona de la máxima de confianza de Almeida, Borja Carabante, con quien corre entre semana en El Retiro y con quien se ha ido de vacaciones, realizó un movimiento inesperado. Anunció una prórroga de 12 meses para los camiones contaminantes que tengan una etiqueta medioambiental B, tal y como le exigía Vox. Guiños. Cortejos. Con esta medida, que se aprobará en el próximo pleno del Ayuntamiento de diciembre, miles de vehículos que tenían prohibida su entrada a Madrid Central, podrán hacerlo. Movimientos que buscan un ansiado sí a los Presupuestos. Smith ha guardado silencio durante 72 horas. Ha contestado este lunes a su petición:

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—Quien está empezando a acertar, es el alcalde.

Almeida, mientras tanto, le observaba de lejos con el rabillo del ojo. “Esto no es más que un pequeño parche en el Madrid Central de Carmena”, continuó Smith. “Pero aún quedan muchos vehículos. Nosotros mantenemos el mismo discurso. Hay que acabar con el Madrid de las restricciones. El alcalde acierta. Respecto a los presupuestos… el alcalde se echó en brazos del Grupo Mixto [en 2021] e intentará disimularlo”.

―¿Eso es un no?

—En este momento, lo hemos dejado muy claro.

Un portavoz del área de Hacienda asegura que los tiempos están montados para que se celebre un pleno extraordinario a finales de de diciembre. Quedan pocas semanas para el milagro.

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