Almeida paraliza las obras de 12 bases de barrenderos a 42 días de las elecciones, tras una oleada de protestas en los barrios | Madrid

El Ayuntamiento de Madrid ha apretado este lunes un botón de urgencia para desactivar la oleada de protestas en precampaña: ha paralizado las obras de 12 nuevos cantones de limpieza en la periferia después de meses de movilizaciones de vecinos en los barrios periféricos, que han recibido el apoyo de la oposición. El concejal delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante (PP), ha anunciado que están estudiando alternativas para alejarlas de las viviendas, pero mantendrá las obras en cuatro proyectos que, considera, no serán tan molestos.

Los cantones son instalaciones que sirven como aparcamiento y vestuarios a los barrenderos municipales y en algunos casos como depósito temporal de basura de camino al vertedero. El Ayuntamiento de Almeida decidió la ubicación de 15 de estas instalaciones en 2021 como parte de un ambicioso plan para solucionar el malestar por la suciedad, dotando al contrato de Limpieza de Espacios Públicos (barrido y baldeo de calles) de una cuantía extra que lo convirtió en la licitación más cara del presupuesto municipal. Un decimosexto cantón fue concebido en 2022 para el Servicio de Limpieza Urgente (partidos de fútbol o manifestaciones) en Arroyo del Fresno, en el norte de la capital, cuyos vecinos se enteraron la semana pasada “por casualidad”.

Los vecinos de los barrios afectados por estos nuevos equipamientos solo han conocido la existencia del emplazamiento en los últimos meses, conforme empezaba su construcción. Les preocupa la devaluación de sus viviendas, así como el ruido y los olores que causan estas instalaciones. Sus protestas han tenido eco en los noticieros, un runrún que amenazaba con enturbiar la recta final hacia las elecciones del 28 de mayo, donde el alcalde José Luis Martínez Almeida busca la reelección.

El Ayuntamiento mantendrá la construcción de cuatro que ya se han iniciado: el de la calle Sinfonía, en Latina; el de Camino del Pozo del Tío Raimundo, en Villa de Vallecas; el de Santeras, en Vicálvaro, y el de la calle Treseta en Carabanchel.

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Uno de los que seguirán en marcha es el proyecto de cantón ubicado en la calle Treseta, frente a Islazul, el centro comercial más grande de la capital. Carabante ha dicho que ese cantón se encuentra a más de 250 metros de las viviendas más cercanas. Tampoco se paralizará uno que ya está activo en La Elipa, al este de la M-30, que opera como aparcamiento desde los años setenta, pero al que en enero se le añadió un depósito de transferencia de residuos. Según Carabante, están instalando unas pantallas protectoras para reducir la molestia a los bloques de pisos cercanos.

El dilema que tiene el Ayuntamiento es que no puede mandar a las empresas concesionarias lejos de los barrios que limpian porque haría su trabajo menos efectivo y más caro. El delegado de Medio Ambiente se ha comprometido a convocar el miércoles un grupo de trabajo con los grupos de la oposición para analizar “uno a uno” los cantones y estudiar ubicaciones alternativas. “Son necesarias las instalaciones, de igual manera que son necesarios los parques de bomberos o las instalaciones de Policía y otras instalaciones públicas. Y es necesario tenerlo cerca de las viviendas en la mayoría de los casos. Eso sí, tomaremos las medidas necesarias para reducir las molestias”.

“En Madrid hay 116 cantones o instalaciones de limpieza sin que haya prácticamente quejas a lo largo de los últimos años”, ha dicho Carabante. “Desde el área, no solo en este mandato, sino también con anterioridad, se han tomado medidas para minimizar los perjuicios a los vecinos y se trata de instalaciones que en el fondo la mayoría no tienen tratamiento de residuos o una actividad respecto a la movilidad relevante”.

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