Después de más de 30 años al frente de Altos Hornos de México (AHMSA), el empresario Alonso Ancira Elizondo, ha dado un paso hacia adelante en su ruta de salida como presidente de la acerera. En la asamblea de accionistas llevada a cado este viernes en Monclova, Coahuila, Ancira Elizondo ha presentado su dimisión al consejo de Administración de AHMSA. Como él, también ha renunciado un puñado de socios y directivos de la siderúrgica: Xavier Autrey; James Pignatelli; el director de la empresa, Luis Zamudio y sus hermanos Jorge Alberto Ancira y José Eduardo Ancira. Las renuncias, aunque ya han sido avaladas por los accionistas, se harán efectivas una vez que la empresa concluya su proceso de venta, han confirmado a EL PAÍS. Aquejada por deudas millonarias, la compañía optó por la venta, una transacción que está en su fase final.
En febrero pasado, EL PAÍS dio a conocer que AHMSA se pondría a la venta, semanas más tarde, sus accionistas firmaron con un grupo de inversionistas extranjeros, del que aún se desconoce la identidad, un acuerdo para el traspaso de la mayoría accionaria de la compañía. Se explicaba que en materia financiera, el documento signado contempla la dotación inicial de 200 millones de dólares como capital de trabajo, para normalizar las obligaciones laborales y las operaciones tanto en las plantas siderúrgicas como en las minas. De este monto se inyectaría los primeros 50 millones de dólares para antes del 15 de marzo, desembolso que no ha sido confirmado, pero se tenían como fecha limite al mes de mayo para contar con todo el recurso, en este caso 200 millones de dólares.
Ancira Elizondo, el llamado rey del acero mexicano, fue por décadas fue pieza clave del sector siderúrgico mexicano. Siempre al centro de las mesas de negociación, con un puro en la mano, era de una de las voces más escuchadas del sector. Su suerte cambió en 2018, cuando la Fiscalía comenzó a indagar los supuestos nexos del empresario con la trama de corrupción vinculada a la brasileña Odebrecht. Ancira fue detenido en Palma de Mallorca en 2019 y llegó a una cárcel mexicana en 2021 por una orden de arresto en su contra por corrupción ante los supuestos vínculos con el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya. Tras llegar a un acuerdo reparatorio para pagar 216 millones de dólares a la petrolera estatal, el dueño de AHMSA recuperó su libertad y con puro en mano abandonó la cárcel en abril de 2021. Sin embargo, su empresa no logró volver a alzar el vuelo.
Deudas millonarias por electricidad y gas natural, precios bajos del acero y el acuerdo reparatorio con Pemex han hecho imposible reflotar las finanzas de la siderúrgica. La compañía, que vivió un esplendor de la mano del Gobierno priista de Enrique Peña Nieto, ahora se encuentra envuelta en pasivos y demandas. Desde hace meses, sus instalaciones no cuentan con red eléctrica, y los problemas financieros han llevado a no poder pagar las nóminas de sus trabajadores. Con esta crisis como telón de fondo, Ancira Elizondo ha decidido dar un paso de costado y, tras 32 años al mando, ceder su lugar como presidente de AHMSA a otros dueños, quienes tendrán ante sí el enorme reto de hacer resurgir a la siderúrgica venida a menos.
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