El Día de los Muertos se ha convertido en una tradición conocida a nivel mundial gracias a la popularidad de cintas como Coco. Pero en cada rincón de Latinoamérica se han desarrollado distintos rituales para vivir esta comunión con los muertos.
México se ha convertido en el principal escenario de la celebración, pero no en todas partes del país se lleva a cabo de la misma forma. En Puebla, por ejemplo, se colocan altares monumentales de hasta siete pisos que se convierten en todo un atractivo turístico. En el resto del país, es tradición visitar los cementerios y decorar las tumbas.
En El Salvador, al noreste de la capital, se realiza el Festival de la Calabiuza, donde personas salen a desfilar con atuendos de la Santa Muerte o el grito de medianoche. Se rememora no solo a los fallecidos sino también la tradición de pedir ayote (calabaza) en miel. Guatemala se convierte en la sede de un festival de cometas gigantes, que tardan meses en elaborarse. Como parte de la tradición, se escriben mensajes en las estructuras para transmitirlos al más allá. Mientras que en Bolivia se degustan las tanta wawas, panes que representan a las personas difuntas y que decoran las ofrendas de estos días.
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