La policía intenta ordenar el caos
A esta hora, solo está claro que no será posible cumplir con el recorrido inicial y las autoridades cambian minuto a minuto el plan. La autopista 25 de mayo, pensada como un corredor seguro por estar elevado, ya es un mar de gente. La policía, desbordada, ha habilitado el ingreso de decenas de miles de personas, que corren sobre el asfalto sin tener claro el objetivo. Cuando el autobús llegue al cruce de la autopista que llega desde Ezeiza con la avenida General Paz, que rodea la ciudad de Buenos Aires en un anillo, se decidirá el recorrido definitivo.
La multitud abandona ahora la zona del Obelisco, temerosa de que el autobús no llegue finalmente hasta allí. La situación es de caos. La falta de información precisa enloquece a los hinchas, que al grito de “Argentina, Argentina”, corren hacia donde creen que podrán ver a Messi y la Copa del Mundo.
Argentina vive la mayor manifestación popular de su historia. No se han visto escenas semejantes ni siquiera con el fervor del regreso a la democracia, en 1983.