La muerte de Pelé, O Rei, el más eterno e internacional de los ídolos brasileños, ha dejado este jueves a sus compatriotas abatidos y sumidos en la nostalgia de los tiempos en que Brasil era sinónimo de triunfo. Edson Arantes do Nascimento, el futbolista perfecto de fama planetaria, ha muerto a los 82 años en el hospital Albert Einstein de São Paulo donde llevaba un mes ingresado a causa de complicaciones derivadas de un cáncer de colon. Allí pasó la última Navidad junto a su esposa y rodeado de sus hijos y nietos.
La noticia, tan temida como esperada durante este agónico final del futbolista, ha llegado poco antes de las cuatro de la tarde hora local. Su primogénita, Kely Nascimento, la encargada en las últimas semanas de ir informando sobre la evolución de Pelé, lo ha anunciado con un delicado mensaje en Instagram. “Todo lo que somos es gracias a ti. Te amamos infinitamente. Descansa en paz”, dice junto a tres corazones (así se llama la ciudad donde nació el futbolista) y una foto de manos entrelazadas.
Inmediatamente, las portadas de los periódicos brasileños se han olvidado de la noticia del día —las nuevas ministras que acompañarán al futuro presidente Luiz Inácio Lula da Silva a partir del domingo— para rendir homenaje al hombre que tantas alegrías le dio a Brasil, con su arte y sus tres copas del mundo. Pelé simbolizaba el Brasil prometedor y triunfal. El apodo del hombre que jugó al fútbol en 66 países se convirtió en sinónimo de excelencia.
El velatorio será el lunes en la sede del Santos, el club al que fue fiel prácticamente toda su vida y que se ubica en la ciudad homónima, a 70 kilómetros de São Paulo. El público podrá despedirle durante 24 horas. Posteriomente, el féretro recorrerá la ciudad costera y pasará por el lugar donde vive su madre, Celeste, que recientemente cumplió 100 años. Será sepultado en un cementerio con vistas al estadio Vila Belmiro, donde debutó de adolescente y se despidió del fútbol brasileño tras 19 temporadas.
“Antes de Pelé, el 10 era solo un número”, ha recordado en Instagram Neymar, el actual 10 de la selección brasileña. Un dorsal que Pelé llevó a lo más alto. Nadie más que él atesora tres Mundiales, tampoco ningún país salvo Brasil ha ganado cinco copas del mundo. Ha recordado también que Pelé transformó el fútbol en arte, en entretenimiento y sostiene que “dio voz a los pobres, a los negros y principalmente, dio visibilidad a Brasil”.
Con el 10 a la espalda, el argentino Messi conquistó con sus compañeros hace solo unos días el Mundial de Qatar, que Pelé siguió por televisión desde la cama, como contó su familia. “Descanse en paz”, le ha despedido el jefe de la albiceleste junto a una foto de ambos. La Canarinha aspiraba a regalarle la sexta.
El francés Mbappe, que tenía una gran complicidad con Pelé hace tiempo, ha tuiteado: “El rey del fútbol nos ha dejado pero su legado nunca será olvidado”.
El portugués Cristiano Ronaldo ha escrito que “un mero adiós al eterno Rey Pelé nunca será suficiente para expresar el dolor que actualmente abraza a todo el mundo del fútbol. Una inspiración para tantos millones, una referencia de ayer, de hoy, de siempre”.
El presidente de la vecina Argentina, Alberto Fernández, se ha despedido de él con un diplomático tuit: “Nos ha dejado uno de los mejores futbolistas de la historia”, ha dicho en un guiño a Maradona y el resto de sus compatriotas.
El presidente Fernández o su homólogo francés, Emmanuel Macron, han publicado mensajes en homenaje al brasileño que convirtió el fútbol en un asunto de fama planetaria con bastante más celeridad que el presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro. Este, que prácticamente se retiró de la vida pública hace dos meses, al perder las elecciones, ha expresado sus condolencias en una nota oficial del Gobierno en la que destaca que “además de ser un gran deportista, era un gran ciudadano y patriota, levantando el nombre de Brasil por donde pasaba”.
Lula, el presidente electo, ha recordado en Twitter que conoce de primera mano la magia del rey. “Tuve el privilegio que los brasileños más jóvenes no tuvieron, vi jugar a Pelé en directo. Le vi dar el espectáculo. Porque cuado agarraba el balón siempre hacía algo especial y a menudo acababa en gol”. Tras admitir que el Santos de Pelé masacraba al Corinthians de sus amores, afirma que ahora “estará en el cielo con estrellas eternas como Coutinho, Didi, Garrincha, Nilton Santos, Sócrates, Maradona… Dejó una certeza: nunca había habido un 10 como él”.
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