Tres jornadas antes de que concluya el año, Unicaja hará su entrada en el Ibex 35. La entidad pasará a ocupar el puesto que ha dejado Siemens Gamesa tras la opa de exclusión lanzada por Siemens Energy. Con el desembarco de la entidad que preside Manuel Azuaga en el selectivo, el índice de referencia de la Bolsa española vuelve a contar con seis representantes del sector bancario.
La llegada de Unicaja al Ibex 35 será un granito de arena más que ayudará a la banca a recuperar parte del brillo perdido. Después de años en los que la era del dinero barato ha erosionado los márgenes de las entidades, la subida acelerada de los tipos está ayudando a impulsar el negocio de los bancos a la vez que propulsa su cotización. Las entidades logran dejar atrás los momentos más duros de la pandemia y con la llegada de Unicaja su capitalización aumenta en 29.328 millones en dos años. Además de recuperar la barrera de los 100.000 millones, la capitalización de las firmas se aproxima con paso firme hacia la cota de los 124.000 millones. Pese a esta recuperación, continúa estando por debajo de los niveles previos al estallido de la pandemia (129.511 millones).
BBVA y CaixaBank son los principales responsables de este aumento. A cierre de 2020 el valor en Bolsa de la entidad que preside Carlos Torres ascendía a 26.900 millones, 6.604 millones menos que los 33.509 millones actuales. CaixaBank, que culminó su fusión con Bankia el año pasado, alcanza una capitalización de 29.139 millones. Es decir, se sitúa por detrás de Santander (47.234 millones) y BBVA. Sumando el valor en Bolsa de CaixaBank y Bankia la capitalización a cierre de 2020 rondaba los 17.286 millones. Es decir, en dos años su valor se ha incrementado en 12.124 millones. La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri es una de las más beneficiadas por la subida de tipos debido a su fuerte exposición al negocio hipotecario.
A pesar de esta remontada, el bancario sigue sin recuperar el trono de sector más valioso del Ibex. Este puesto continúa estando reservado a las energéticas. Aunque en las últimas sesiones ha perdido un integrante (Siemens Gamesa) con la entrada de Acciona Energía logra mantener siete representantes.
Mientras los bancos son las cotizadas que más partido sacan de la subida de tipos, las utilities y firmas vinculadas a las energías limpias son las más perjudicadas. Esto unido al rally que acumularon en los momentos más duros de la pandemia se ha traducido en una caída de la capitalización en 16.618 millones. Con recorte incluido, la capitalización conjunta alcanza los 139.000 millones. Es decir, mantiene el trono de sector más valioso de la Bolsa.
Aunque las energéticas se caracterizan por ser empresas con ingresos recurrentes y elevada rentabilidad por dividendo, el aumento de los tipos les ha pasado factura. El alza de las rentabilidades de la deuda ha permitido a los bonos abandonar los mínimos. Los inversores con menor tolerancia al riesgo miran de reojo a la renta fija que empieza a ofrecer cupones atractivos. Estos entran en competencia con la rentabilidad por dividendo.
Pero más que la disputa entre dividendo y cupones, lo que más factura ha pasado al energético es el alza del coste de financiación. El fin de los tipos cero ha encarecido los préstamos y obliga a las compañías a pagar más por captar recursos. Esto es especialmente significativo en firmas altamente endeudas como las eléctricas que tienen que acometer fuertes inversiones para prestar sus servicios. Como escudo muchas recurren a la estrategia de referenciar el grueso de su pasivo a tipos fijo. Un ejemplo de esta corriente es Iberdrola, con el 75% de su pasivo a tipo fijo.
Iberdrola, la cotizada con más peso
Ponderación. Iberdrola mantiene una competencia constante con Inditex para hacerse con el cetro de cotizada más valiosa de la Bolsa española. La eléctrica ha logrado arrebatarle el trono en reiteradas ocasiones, pero a día de hoy se encuentra un escalón por debajo con una capitalización de 68.770 millones, frente a los 76.480 millones del grupo textil. Lo que sigue manteniendo la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán es la medalla de cotizada que más pesa en el selectivo. Su ponderación alcanza el 15,8%, frente al 10,57% de Inditex. Esto se debe a que la firma textil pondera por el 60% de sus acciones, debido a que Amancio Ortega y su hija Marta controlan más del 66%, mientras que Iberdrola pondera por el 100% de su capital.
Santander. Por debajo de Iberdrola se sitúa Santander, con un peso del 10,87%, y ya fuera del pódium se sitúan BBVA (7,7%) y CaixaBank (6,7%).