Carlos Vela: coronado en la MLS y borrado de Qatar

Carlos Vela (c) celebra con sus compañeros de Los Ángeles FC.
Carlos Vela (c) celebra con sus compañeros de Los Ángeles FC.JAVIER ROJAS/EFE (EFE)

Vaya caso extraño el de Carlos Vela. Un futbolista muy superior al promedio, técnicamente hablando, pero al que no le gusta el futbol (como espectador dice preferir el básquet, que también practicó de niño). Un tipo que pudo marcar época en la selección mexicana, pero que asistió lo menos que pudo a las convocatorias y pareció aliviado cuando, a petición suya, dejaron de llamarlo. Un delantero que saltó a la fama en la adolescencia, cuando formó parte del equipo mexicano sub 17 que ganó el mundial de Perú, en 2005, en el cual fue el máximo goleador, pero que tardó 23 años en ganar un título de liga con un club. Acaba de conseguirlo el sábado, en la MLS, como capitán de Los Ángeles FC, que se coronó en penales venciendo a Philadelphia. El mexicano fue el encargado de levantar el trofeo por los aires cuando se consumó la victoria, y parecía feliz. Parte de esa felicidad puede que consista en que, mientras otros se romperán la crisma en el Mundial de Qatar, él podrá estar de vacaciones donde mejor le parezca.

Vela nació en Cancún, Quintana Roo, en 1989. Comenzó su carrera en el club infantil Ko´Cha´Wolis (nombre maya que significa, aproximadamente, “pelota redonda”) y pasó de ahí a las fuerzas básicas de las Chivas de Guadalajara junto con su hermano Alejandro. No llegó a debutar en el primer equipo tapatío pues, luego de su actuación con la sub 17 en Perú, el Arsenal inglés lo captó. Por los límites de edad impuestos en la Premier League, fue cedido al futbol español y desfiló, a veces como mediocampista, otras como media punta, por el Salamanca y el Osasuna. Finalmente, debutó con el Arsenal en 2008, en el que permaneció hasta 2011, cuando fue cedido, en el mercado invernal, al West Bromwich Albion.

En el verano de ese año daría el paso más importante en su carrera en clubes, al ser traspasado a la Real Sociedad de San Sebastián. Allí se vio al mejor Vela. Formó una sociedad aún recordada con el francés Antoine Griezmann y se labró un enorme prestigio como delantero fino, acertado y capaz de cualquier prodigio técnico. Fue considerado el jugador del año en el club en 2012 y 2014 y se ganó el aprecio de la afición. En 250 partidos, anotó 73 goles y dio 45 asistencias. Cifras excelentes para alguien que no es un centro delantero natural.

Quizá por ello tomó por sorpresa al mundo del futbol cuando en 2018, apenas a sus 29 años, decidió no renovar con la Real y continuar su carrera en Los Ángeles FC de la liga estadounidense, que suele ser considerado un espacio para el retiro de figuras en el crepúsculo de sus trayectorias. Para no pocos, su huida a Estados Unidos fue, sin más, un desperdicio de un talento que pudo seguir deslumbrando en Europa.

Y si vamos a talento desperdiciado, la historia de Vela con la selección mexicana es todo un muestrario. Vela podría haber jugado cuatro mundiales (en el 2006 era demasiado joven y su primera convocatoria a la selección mayor fue en 2007), pero su camino resultó demasiado accidentado. Fue a Sudáfrica 2010, tras ser importante en la victoria mexicana en la Copa Oro 2009. Pero una sensación por indisciplina, en una concentración de 2011, lo apartó del equipo seis meses. Vela se indignó por los manejos de la Federación Mexicana y se apartó de las convocatorias en adelante. Dejó, pues, de asistir a la Copa América 2011 en Argentina, los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la Copa Confederaciones 2013 y el Mundial de Alemania 2014, al que se negó ir en su mejor momento con la Real Sociedad.

Lograron convencerlo de volver en 2015, a tiempo de que México ganara otra Copa Oro y a tiempo de asistir a Rusia 2018, donde tuvo algunas de sus mejores actuaciones con la playera verde. Pero en 2019 anunció su retiro definitivo de la selección. Argumentó motivos familiares y personales. En EE UU ha lucido y, tras ganar dos copas, se coronó al fin en una liga. Algunos lo consideran el mejor de toda la MLS. Su enorme talento, sin embargo, se quedará en Los Ángeles esta vez. ¿Lo extrañará México en Qatar?

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