Un satélite de la NASA ha enfocado el objetivo sobre México y ha retratado las condiciones de la presa Cerro Prieto en el Estado norteño de Nuevo León. El resultado es impresionante y revela la gravedad de la sequía que todo el norte de México ha padecido en las últimas semanas. Las fotografías muestran el embalse prácticamente vacío: los datos obtenidos con la imagen del satélite Landsat 8 estiman que la presa se encuentra a un 0,5% de su capacidad. Los niveles de agua nunca habían descendido tanto desde su construcción en 1980.
Cerro Prieto es una de las dos presas que nutre a la zona metropolitana de Monterrey —la segunda más grande de México, después de la capital— y su deterioro ha dejado a los habitantes de la región con un suministro mínimo o nulo de agua. La crisis se profundizó al comenzar julio con la subida de las temperaturas que alcanzó hasta los 40 grados centígrados. “Los niveles de agua cayeron tanto en Cerro Prieto que el agua ya no podía ser extraída”, ha explicado la NASA en un comunicado.
La crisis hídrica en Nuevo León ha llegado a su punto más crítico, a pesar de que ha dado avisos. El Gobierno local notó en octubre pasado que la capacidad de la presa se encontraba en un 12%, para principios de junio ya estaba en 2,7%. La situación ha comenzado a generar tensiones entre los habitantes de la región y ha abierto el debate sobre el uso del agua para la industria y la agricultura, en una región sumamente productiva para esos sectores.
Aunque algunas lluvias esporádicas han llevado a los funcionarios neoloneses a afirmar que en agosto podría reanudarse la extracción de agua en la presa, las imágenes satelitales captadas el 7 de julio sugieren que Cerro Prieto se encuentra en el momento más crítico. Al terminar junio de 2022, explica el informe de la NASA, dos tercios de México se encontraban afectados por la histórica sequía, impactando a 21 millones de personas.
La exploración satelital le ha permitido a los expertos medir el impacto de la sequía en la región fronteriza entre México y Estados Unidos. Según sus datos, un 45% del Estado de Texas se encuentra atravesando una sequía extrema; Nuevo México la padece en un 60% de su territorio; Chihuahua ha sido afectada en un 25%; y Coahuila en un 33%.
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