El Tesoro celebró este martes una subasta de letras a 6 y 12 meses para la que recibió una demanda desbordante entre los pequeños ahorradores. La atractiva rentabilidad de las letras a un año lanzadas en enero, de casi el 3%, ha disparado el interés de los particulares, que han estado días haciendo cola en las oficinas del Banco de España para comprarlas para las siguientes subastas, mientras la web del Tesoro lleva días colapsada ante la avalancha de peticiones para la adquisición online.
La adquisición presencial en el Banco de España o en la web del Tesoro es la fórmula más empleada por el particular para la compra de letras. Pero para quien no ha tenido ocasión de acudir a las subastas también existe la opción de adquirirlas en el mercado secundario, una vez finalizada la subasta y ya ha comenzado su negociación. Y la operativa es la misma que la de la compraventa de acciones. Las nuevas letras a un año que subastó el Tesoro esta semana se pueden adquirir en el mercado secundario a partir de este miércoles. Y no solo las españolas, también las letras italianas, francesas o portuguesas, con una rentabilidad igualmente atractiva para el ahorrador conservador. No todo es hacer cola en el Banco de España.
El mercado SEND de renta fija de BME es uno de los mercados donde cotiza la deuda soberana emitida por el Tesoro español. Es donde acuden a comprar letras las entidades e intermediarios a los que sus clientes les piden adquirir estos títulos, al margen de que también puedan solicitar que les compren estos activos en las subastas. “El SEND permite a los particulares comprar en el mercado secundario, aunque la operativa es reducida puesto que se trata de ahorradores que suelen invertir a vencimiento”, explica Gonzalo Gómez Retuerto, director general de BME Renta Fija. Así, el particular que compra una letra a un plazo de un año o menos lo hace habitualmente para recibir el cupón llegado el vencimiento, aunque el mercado secundario también es la fórmula para vender ese activo si necesita el dinero con anterioridad a ese momento. Aunque en el secundario las letras del Tesoro a un año emitidas en enero cotizan ahora con un leve descuento sobre el nominal.
Las operaciones minoristas sobre deuda soberana, incluyendo letras, bonos y obligaciones, son muy reducidas en SEND pero han dado un salto notable desde las 70 en el mes de noviembre a las 174 de enero, reflejo del creciente interés de los particulares. Ese interés es el que también constatan desde Auriga Bonos, sociedad de valores española especializada en la contratación electrónica de renta fija a particulares. Su directora, Sofía Antón, explica que el número de clientes de la plataforma ha crecido alrededor del 20% desde noviembre y el número de operaciones, todas ellas a cargo de particulares, se ha multiplicado desde entonces por diez. Es una plataforma enfocada solo al particular que funciona igual que un bróker de Bolsa. El inversor puede poner el precio al que está dispuesto a comprar un activo y saber el precio de cotización en tiempo real.
“El inversor en Bolsa puede conocer muy fácilmente el precio al que cotiza una acción pero con las emisiones de renta fija no es tan sencillo saberlo, y menos en tiempo real”, explica Antón. Los activos que subasta el Tesoro comienzan a cotizar días después en distintos mercados, no solo el SEND, donde la negociación es menor que en otras plazas europeas. Se negocian, además de en las mesas de tesorería de grandes bancos, en mercados como la Bolsa de Londres o la de Fráncfort, donde acuden desde Auriga Bonos a buscar precios para las peticiones de los particulares. “Lo hacemos bajo el principio de transparencia de mejor ejecución de Mifid 2”, añade Sofía Antón. Es decir que, como en Bolsa, el inversor recibe el menor precio posible de compra y el mayor precio posible de venta.
En Auriga Bonos han comenzado desde la semana pasada a ofrecer a sus clientes la posibilidad de adquirir letras de los Tesoros de Francia, Alemania, Bélgica, Portugal o Grecia. Para el cliente, el coste es del 0,25% sobre el efectivo de la operación, una comisión más elevada que el 1,5 por mil de la compra directa de deuda en el Banco de España o en la web del Tesoro pero sí más reducida que la que numerosas entidades bancarias, según apuntan desde Auriga Bonos.
La opción de adquirir letras de otros países de la zona euro es también un una alternativa más para el ahorrador en la difícil búsqueda de rentabilidad para los perfiles más conservadores, donde toda la ganancia queda aplastada por la inflación. “Estamos viendo mucha demanda de clientes de deuda a corto plazo y más allá del Tesoro español, las letras de Portugal o Italia dan rentabilidades muy cercanas, aunque no sea exactamente el mismo riesgo país”, señalan fuentes financieras.