Germán Martínez Santoyo (69 años, Cuernavaca) vive pegado a tres pantallas con imágenes satelitales que le dicen dónde hay tormenta. Los puntos amarillos esparcidos sobre el mapa de México indican rayos. En este momento, la lluvia cae a chorros sobre la zona de la capital donde se levanta la torre de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Desafortunadamente, no es así en todo el territorio. “Esperamos que las lluvias lleguen acá”, dice frente a las pantallas, y deja caer la mano sobre el norte del país, el foco rojo de la actual sequía. “Estamos muy preocupados”, afirma, en entrevista con este diario.
Es la segunda temporada seca que este ingeniero civil enfrenta como director general de la Conagua, el organismo responsable de administrar el preciado líquido. Casi la mitad de México reporta sequía de moderada a excepcional -hace un año era el 28%-. La zona metropolitana de Monterrey, la segunda del país, centra toda la atención. La ciudad, de 5,3 millones de habitantes, encara la peor situación de escasez en 30 años y desde hace dos meses el consumo está restringido a unas cuantas horas del día. El presidente Andrés López Obrador firmó el viernes un decreto con varias medidas para garantizar el suministro en la zona durante la próxima década. De entrada, Martínez Santoyo advierte de que no se van a dar más concesiones de agua a la industria.
Pregunta. Hace dos semanas declararon la emergencia por sequías. ¿Estamos ante una situación excepcional?
Respuesta. Ha habido años más secos. En 2011, se presentaron situaciones más fuertes. Ahora tenemos sequías excepcionales en el norte del país, lindando con Estados Unidos, en unas pequeñas franjas. En Nuevo León y particularmente la zona metropolitana de Monterrey, ¿qué es lo que está pasando? No estamos en las condiciones más críticas, pero desde el año pasado hemos tenido menos lluvias por el fenómeno meteorológico de La Niña, y se han ido agotando las principales fuentes de abastecimiento. En la zona metropolitana de Monterrey tenemos tres presas, El Cuchillo, La Boca y Cerro Prieto. El Cuchillo tiene un llenado casi a la mitad. Las otras dos presas ya agotaron su capacidad. Ahorita podríamos decir que están vacías.
P. El Gobierno de Nuevo León ha seguido pidiendo autorizaciones para extraer agua de esas dos presas y la Conagua ha autorizado. ¿Por qué si ya están prácticamente vacías?
R. Para atender la sequía. Es agua que se requiere, que se necesita urgentemente. Es claro que en condiciones normales sí se trata de mantener un nivel para los siguientes ciclos. Pero no ha llovido o no ha llovido lo suficiente desde hace un año para ir aumentando la capacidad de las presas.
P. No se debería haber empezado antes a perforar pozos si las presas se estaban vaciando?
R. Sí, de hecho, se empezó desde hace un año al ver esta baja capacidad de las presas. La Conagua tiene programas de apoyos para infraestructura. Recordemos que es obligación de los Estados y principalmente de los municipios ofrecer a la población el servicio de agua, de alcantarillado, de saneamiento, de tratamiento de aguas.
P. El decreto firmado el viernes autoriza a la Conagua a disponer de toda el agua concesionada a la industria.
R. Sí, pero también hay que tomar en cuenta que en el mismo decreto se dice que hay que establecer un convenio con el usuario. Todo esto tiene que ser convenido en función de los volúmenes que se tengan concesionados. No puede ser unilateral. La Conagua necesita un acuerdo. La industria actualmente extrae del acuífero un caudal de 1.600 litros por segundo. El convenio que tenemos con ellos es que pueden aportar 500 litros por segundo. Y hasta el momento, hay poco más de 40 empresas que ya se han adherido. Este decreto también da la posibilidad de que para apoyar en la emergencia se extraiga más de lo concesionado, y esa extracción en exceso sería para abastecer de agua potable a la población. Los volúmenes en exceso que se puedan obtener de la industria no serán cargados a la cuenta del industrial.
P. ¿No cabe más industria en Monterrey?
R. Concesiones de agua nuevas, no va a haber. De hecho en los cinco acuíferos que se tiene en Monterrey no se permite la extracción. Se dieron muchas concesiones porque el desarrollo económico lo requería. Hace tiempo se debería haber frenado. Monterrey es una de las zonas económicamente más importantes, pero el tema de la escasez sí puede limitar su desarrollo. Por eso, se invita a nuevos inversionistas a que vayan a un lugar donde haya agua. Nos falta un plan para que se establezcan nuevos polos de desarrollo en el sur, sureste. Actualmente se está construyendo un corredor industrial en la zona donde va a estar el tren transoceánico, en el Istmo de Tehuantepec. Hay industrias que ya tienen sus inversiones listas para esa zona.
P. Pero en Nuevo León la Conagua ha seguido dando concesiones hasta el año pasado.
R. No es que se den concesiones nuevas, sino que entre los mismos usuarios puede haber transferencias de volúmenes a otros usuarios. Ahora, como nuevas concesiones, la idea es que ya no haya más. Desde el año pasado ya no se están dando sobre un acuífero que ya está sobreexplotado.
P. Piensan construir una nueva presa, la de La Libertad. ¿Hasta qué punto soluciona el problema? Si no llueve, va a estar vacía como las otras.
R. Buena pregunta. La Boca y Cerro Prieto están muy cerca de la zona metropolitana. Curiosamente, La Libertad está cerca, pero en otra cuenca, la del río Potosí. Se tienen registros históricos de que el río puede aportar a la presa. No se hace una obra así sin algún estudio hidrológico. Si se va a llenar o no, no sé. Por supuesto, tiene que llover, pero las condiciones de la cuenca son diferentes.
La presa La Libertad se está ejecutando, pero no por esta emergencia. Es lo que se tenía previsto para evitar una sequía como esta. Desafortunadamente, la sequía llegó antes de que se terminara. A mediano plazo, la presa y el segundo acueducto a El Cuchillo van a resolver el problema del desabasto.
P. ¿A corto plazo, cuándo cree que termine esta situación de escasez en Monterrey?
R. La principal temporada de lluvias en Nuevo León es en agosto y septiembre. Teníamos previsto que julio iba a ser un mes de poca lluvia. Ayer y antier llovió en Nuevo León, pero fue muy, muy poquito. Las lluvias fuertes las esperamos en el próximo mes de agosto y en septiembre.
P. ¿En octubre ya estaría solucionado el problema?
R. No, estaríamos recibiendo lluvias que empezarían a llenar las presas, pero no se van a llenar todas este año. A finales del 2023 ya podremos estar captando más agua superficial con la nueva presa de La Libertad y el segundo acueducto a El Cuchillo.
P. ¿Es decir, Monterrey necesita un buen ciclón ahora mismo?
R. Sí, o varios.
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