Copa Davis 2022: La astucia de Hewitt lanza a Australia, finalista 19 años después | Deportes

Campeón en dos ocasiones (1999 y 2003) y gran amante de la competición, en realidad del arte de competir en cualquiera de sus variables, Lleyton Hewitt firmó este viernes una jugada maestra que permitió a Australia regresar 19 años después a la final de la Copa Davis. Consciente de la superioridad de Croacia sobre el papel, el preparador optó por agitar el avispero y la jugada la salió redonda, teniendo en cuenta que nadie (o solo él) contaba con Max Purcell y Jordan Thompson como héroes de la eliminatoria. Inéditos como pareja, ellos certificaron el triunfo australiano (2-1 en el global) contra la pareja de las parejas de la actualidad, Mate Pavic y Nikola Mektic. Los balcánicos, dominadores de la especialidad, se quedaron de piedra y los aussies aguardan rival el domingo: será Italia o Canadá, citadas en las semifinales (a partir de las 13.00, Movistar).

De entrada, Hewitt ya intentó una primera maniobra de distracción al apostar por Thanasi Kokkinakis para la apertura, en lugar de hacerlo por Thompson, que había cumplido dos días antes en el estreno contra Países Bajos. Confiaba el técnico en un ramalazo de genialidad de su jugador ante Borna Coric, escollo de granito, pero el croata se mantuvo firme e inclinó a su favor (6-4 y 6-3, en 1h 34m). Es decir, el guion seguía la lógica antes de que chocaran los dos primeros espadas, Marin Cilic y Alex de Miñaur, gelatinoso el primero y decidido el segundo. Como ya sucediera dos días atrás en el duelo frente a Pablo Carreño, el croata entró frío a la pista y esta vez se congeló, demasiado frágil ante un rival al que le sobran la energía y las piernas; obligado a sumar, el australiano decantó con facilidad (doble 6-2, tras 1h 36m) y posteriormente llegó el pelotazo de la noche.

Pese a que el pasado domingo cedieran en la final de la Copa de Maestros, en Turín, Pavic y Mektic irrumpían a priori como garantía absoluta para sellar al acceso a la final. Son la red de seguridad de Croacia, campeona hace cuatro años y finalista en la edición pasada. Sin embargo, la apuesta de Hewitt por Purcell (ligeramente tocado de un tobillo) y Thompson rompió todos los esquemas –en teoría, iba a formar Matthew Ebden en vez del segundo– y desestabilizó por completo a la pareja balcánica; resistieron al ritmo y aunque cedieron en el desempate del primer parcial, contragolpearon en el segundo y supieron abrochar el tercero para consolidar una remontada histórica que devuelve a su equipo al primer plano después de una larguísima época de sequía.

Hay que remontarse a 2003 para dar con la última final disputada por Australia, decidida entonces en Melbourne Park ante España, sobre hierba (3-1); recuérdese, aquel episodio del trompetista interpretando el himno republicano de Riego y aquellas caras de no entender nada. En ese cruce, Hewitt logró precisamente el primer punto al imponerse en cinco sets a Juan Carlos Ferrero, entrenador actual de Carlos Alcaraz. A partir de ahí, un intento frustrado tras otro y una profunda decepción para un país en el que el tenis es poco menos que deporte sacro –siempre por detrás del críquet, claro– y que figura únicamente por detrás de Estados Unidos en el palmarés, 32 trofeos de los norteamericanos frente a los 28 de los australianos. Aspira ahora al 29º y tras lo visto ante Croacia, lo hará con el depósito anímico hasta arriba.

“Hemos ganado esta competición muchas veces, pero hace mucho que no lo conseguimos. Sé lo que significó para mí y estoy encantado de que ahora estos chicos tengan la oportunidad de lograrlo; eso sí, estoy decepcionado porque no puedan jugar en la Rod Laver Arena, delante de 15.000 personas, como entonces”, recordó Hewitt, de 41 años y retirado desde 2016. En todo caso, la afición reunida este viernes en el Martín Carpena –8.258 espectadores, de nuevo al borde del pleno– se decantó claramente por los australianos, dado que Croacia venía de eliminar a España en los cuartos y partía como favorita. Tenían todas las de ganar los de Vedran Martic, pero se consumó la campanada y esta Davis que enfila la recta decisiva dio un giro que revitaliza a una histórica muy necesitada de alegrías.

RESULTADOS DE LA 4ª JORNADA

Croacia, 1 – Australia, 2.
Borna Coric, 6-4 y 6-3 a Thanasi Kokkinakis.
Alex de Miñaur, doble 6-2 a Marin Cilic.
Thompson/Purcell, 6-7(3), 7-5 y 6-4 a Pavic/Mektic.

Sábado 26 (Movistar).
A partir de las 13.00: Italia-Canadá.

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