Los gobiernos de Nuevo León y Tamaulipas han rebasado a la estrategia federal de vacunación para los menores mexicanos. La Secretaría de Salud de la Administración de López Obrador iniciará esta semana el registro para los niños de 15 a 17 años sin importar su estado de salud que deseen vacunarse contra el coronavirus. Sin embargo, en Nuevo León y Tamaulipas la vacunación de menores de 5 a 11 años ya es una realidad sobre ruedas. A partir de esta semana una docena de autobuses viajarán a la frontera norte para inmunizar a niños mexicanos en Texas. La estrategia transfronteriza se concreta a menos de 15 días de que EE UU aprobara la aplicación de la vacuna Pfizer para este grupo de edad.
El gobernador del Estado de Nuevo León, Samuel García, dio el banderazo de salida este lunes a los autobuses que llevarán a los menores de 5 a 11 años a Estados Unidos para su inmunización contra la covid-19. Se prevé que diariamente crucen la frontera entre 500 y 1.000 niños, hijos de trabajadores de maquiladoras, y estudiantes de colegios públicos y privados. La secretaria de Salud del Estado, Alma Rosa Marroquín, precisa que los biológicos aplicados a niños mexicanos provienen una parte de la iniciativa privada, a través de las maquiladoras y otra de las donaciones de EE UU. “El acceso de la vacuna no depende exclusivamente del Gobierno federal, sino de la gestión del gobernador con distintos Estados de Estados Unidos, una gestión que nos va a permitir reducir el riesgo ante una cuarta ola”, dice.
La cifra final de niños inmunizados, reconoce la funcionaria, dependerá de la disponibilidad de las dosis del otro lado de la frontera, no obstante, Marroquín pronostica que podrían rebasar los 10.000 menores protegidos a través de estos viajes en el próximo mes. A diferencia de los adultos, los menores solo requieren una tercera parte de una dosis, dividida en dos aplicaciones. Nuevo León acumula desde el inicio de la pandemia a la fecha más de 288.000 contagiados y 14.688 muertes por coronavirus.
Nuevo León está replicando su propia estrategia que inició en septiembre pasado con los menores de 12 a 17 años. En ese entonces, se inmunizaron a más de un millar de niños. Sin embargo, no es el único Estado de la frontera mexicana que ha empezado a mandar a menores mexicanos a Texas y Arizona para su vacunación. Las empresas maquiladoras de Tamaulipas y Coahuila también han comenzado a habilitar estos camiones para enviar a los hijos de sus trabajadores y de sus proveedores a protegerse contra la covid-19. En total, se han inmunizado a unos 13.00 menores de entre 5 y 12 años con las vacunas de Pfizer a través de este modus operandi y en las próximas semanas se prevé la salida de nuevas caravanas de vacunación en autobús desde Chihuahua.
Luis Manuel Hernández González, presidente del Consejo Nacional de Maquiladoras, Index, explica que las empresas del sector han asumido el costo total de estos biológicos. El precio unitario por vacuna ronda entre los 15 y 30 dólares. El coste incluye la aplicación con personal autorizado por el Gobierno federal americano, disposición de los reactivos, el certificado de vacunación y ambulancias de seguimiento médico en la frontera. “No hay ninguna otra cámara en México, ni otro sector que lo esté haciendo, Index lo hizo porque se lo aprobó la Cancillería y pues no nos hemos bajado y al final nosotros lo vemos como un apoyo al Gobierno federal porque disminuyen los contagios y esas vacunas disponibles en EE UU se pueden aplicar a otras personas”, añade.
La estrategia de vacunación para los hijos de los trabajadores de las maquilas, impulsada por el organismo empresarial Index, sigue el mismo camino que en julio pasado aplicó este sector productivo para inmunizar a sus empleados mexicanos. Decenas de autobuses han salido de Coahuila, Chihuahua, Sonora y Tamaulipas para ser vacunados en EE UU. Desde junio pasado, la vacunación en México ha tenido foco también en la frontera norte, una zona clave para la reactivación económica de ambos países.
La inmunización de los menores en el resto de México se ha demorado más de lo esperado ante la negativa del Ejecutivo. En plena tercera ola de contagios comenzaron a presentarse los primeros amparos promovidos por los padres de familia para inmunizar a sus hijos. Uno de ellos, para una adolescente de 15 años, abrió la puerta para obligar al Ejecutivo a incluir a los niños de 12 a 17 años en el Plan Nacional de Vacunación. El Gobierno de López Obrador respondió a la orden judicial con un par de impugnaciones que en este momento siguen resolviéndose ante un tribunal colegiado.
La polémica despertada por la cerrazón federal ha hecho que la Secretaría de Salud vaya flexibilizando poco a poco su postura. Primero accedió a la inoculación de los menores que padecen alguna enfermedad preexistente que los hace más vulnerables al virus y este martes el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, anunció que esta semana comenzará el prerregistro de los menores de 12 a 17 años, sin importar su estado de salud, para recibir el biológico de Pfizer.
Pese a los millones de niños que faltan por inocular, el Gobierno federal dio por concluido su plan de vacunación contra el coronavirus en octubre pasado, presumiendo que un 83% de la población mayor de edad del país había recibido al menos una dosis del biológico. Mientras el Ejecutivo avanza a su propio ritmo y de espalda a la urgencia de muchos padres de familia, las caravanas de decenas de autobuses provenientes de los Estados fronterizos siguen su marcha diaria rumbo a Estados Unidos.
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